El mamífero, con 27 años de edad, pereció a causa de un aneurisma. Los activistas denuncian que el centro no quiso trasladar a Yupik a un «clima más adecuado para los de su especie»
Por: El País
El corazón de Yupik se paró este miércoles en un zoo de México. El centro manifestó que su muerte era «inevitable». Yupik era una osa polar que vivía en el recinto para animales de Benito Juárez en la ciudad de Morelia, en el centro del país. Tenía 27 años. Sin embargo, la indignación de varias asociaciones animalistas tras su muerte ha ido en aumento al argumentar que las autoridades mexicanas «se negaron a darle al viejo mamífero un hogar en un clima más adecuado para los de su especie».
«Yupik languideció sola por más de 25 años en un recinto inhóspito de un zoológico en ruinas», informó el grupo activista de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA). La osa, bautizada como Yupi por algunas organizaciones disponía de una piscina, pero «las temperaturas eran tan altas que tenía poca estimulación dentro del recinto». Aunque el zoológico mejoró algunas condiciones en los últimos años, los activistas «aseveraron que lo hizo bajo presión».
Por su parte, el centro animal indicó en un comunicado que la osa polar «había excedido ya la vida promedio de cualquier ejemplar de su especie —que es de entre 15 a 18 años de edad—, en su entorno natural». Su muerte fue ocasionada por «padecimientos propios de un animal de edad avanzada», informaron.
Las explicaciones no han convencido al sector de los animalistas. Y aportan datos. El grupo Zoocheck, con sede en Canadá, argumentó que «el zoológico del estado mexicano de Morelia no cumplió con un acuerdo para trasladar a la osa», aparentemente bajo el argumento de que «padecía problemas de corazón». Zoocheck dijo que su equipo no había encontrado «ninguna señal de una enfermedad cardiaca» cuando revisó al animal en 2017 y pidió una investigación al respecto.
En la actualidad, la comunidad de osos polares se encuentra repartida en seis regiones a escala mundial: en el oeste y norte de Alaska, Canadá (donde viven más de la mitad del total de sus ejemplares), Groenlandia, Siberia y en el archipiélago ártico de Svalbard.