Hasta el célebre «Fray Junipero de Serra» es parte de la leyenda
Por: Debate
Una de las tradiciones más representativas de la ciudad de Tuxpan ubicada al norte de Veracruz es la conmemoración del ‘Día del Niño Perdido’ que se realiza cada 7 de diciembre.
Niños, jóvenes y adultos de todas las edades cierran una de las avenidas principales y encienden veladoras en así como en las casas, techos y bardas entre otros lugares al que denominan ‘El Callejón del Niño Perdido’.
Lo más llamativo de esta festividad son los infantes que llevan sus carritos con velas encendidas para iluminar el camino al «Divino Maestro Jesús», según la anécdota.
AYUDAR A ENCONTRAR A JESÚS EL CAMINO A CASA
La costumbre tiene su inicio de acuerdo al relato del evangelio de Lucas; narra el pasaje de la infancia de ‘Jesucristo’ que a sus 12 años de edad viajó con sus padres José y María a Jerusalén para las fiestas de Pascua.
Pero ellos lo pierden de vista y después lo encuentran en el templo de la ciudad conversando con los maestros judíos.
En el siglo VIII, el fraile Junípero de Serra quien se encontraba en labor de evangelización en la zona inculcó a los pobladores de que el rito de la luz de las velas además de encaminar simbólicamente a Jesús, igualmente fortalece la creencia en la fe y los buenos principios de los feligreses.
Las primeras velas en encenderse son siempre las del Callejón del Niño Perdido, a los pies de una escultura dedicada a la festividad.
El pasaje bíblico en el que está basada la festividad se encuentra en Lucas 2:39-52.