La colisión entre dos estrellas de neutrones tuvo lugar a 1.000 años luz de distancia y unos 100 millones de años antes de que la Tierra se formara
Por José Manuel Nieves/Abc Ciencia
Los astrofísicos Szabolcs Marka, de la Universidad de Columbia, e Imre Bartos, de la Universidad de Florida, han conseguido localizar los restos de la violentísima colisión, hace 4.600 millones de años, de dos estrellas de neutrones en las proximidades del Sistema Solar. En un artículo recién publicado en Nature, los dos investigadores sugieren que ese evento catastrófico fue, con toda probabilidad, el responsable de la creación de algunos de los materiales más codiciados de la Tierra, entre ellos el oro o el platino.
Según el estudio, la fusión de esas dos estrellas de neutrones (el mismo tipo de suceso que genera las ondas gravitacionales detectadas por la colaboración LIGO), se produjo a unos 1.000 años luz de distancia y cerca de 100 millones de años antes de que el Sistema Solar se formara.
El impacto «regó» nuestro vecindario cósmico con muchos de los elementos más pesados que el hierro. Materiales que las estrellas, por sí solas, no son capaces de sintetizar en sus hornos internos. Lo cual incluye, según los dos científicos, aproximadamente el 70% de los primeros átomos de curio del Sistema Solar y el 40% de los átomos de plutonio, además de miles de millones de toneladas de metales preciosos como el oro, el platino o el uranio. En total, ese único encontronazo cósmico pudo proporcionar a la Tierra hasta el 0,3% de todos sus elementos pesados.
El anillo de boda
«Esto significa -explica Bartos- que en cada uno de nosotros podemos encontrar una pequeña fracción de esos elementos, principalmente en forma de yodo, que es esencial para la vida. Un anillo de boda, que expresa una conexión humana profunda, es también una conexión a nuestro pasado cósmico anterior a la Humanidad y la formación de la Tierra, y 10 miligramos de ese anillo son materiales de los que se formaron durante esa colisión, hace 4.600 millones de años».
¿Pero cómo consigue una estrella fabricar el oro para un anillo de boda? Todos los elementos más pesados que el hierro, como el plutonio, el oro o el platino, se crean durante un proceso conocido como «captura rápida de neutrones» (también llamado «Proceso-r»), en el que neutrones libres impactan contra un núcleo atómico sin llegar a producir su fisión, lo que da lugar a un núcleo más pesado. Algo que solo sucede durante los eventos más extremos del Universo, como explosiones de supernovas o estrellas de neutrones en colisión. Cabe señalar que, actualmente, los científicos no terminan de ponerse de acuerdo sobre cuál de los dos fenómenos es el máximo responsable de la producción de elementos pesados en el Universo.
El meteorito reloj
En su estudio, Marka y Bartos argumentan que las estrellas de neutrones son la mayor fuente de elementos pesados en el Sistema Solar. «Los meteoritos forjados en el sistema solar temprano -explica Bartos- llevan impresos los rastros de isótopos radiactivos». «Y a medida que esos isótopos se descomponen- afirma por su parte Marka- actúan como relojes que se pueden usar para reconstruir el momento en que fueron creados».
Para llegar a sus conclusiones, Bartos y Marka compararon la composición de los meteoritos con las simulaciones numéricas de la Vía Láctea. Y encontraron que una colisión de estrellas de neutrones podría haber ocurrido en nuestro propio vecindario, a unos 1.000 años luz de la nube de gas que finalmente formó el Sistema Solar, unos 100 millones de años antes de la formación de la Tierra.
La Vía Láctea, nuestra galaxia, tiene un diámetro de unos 100.000 años luz, 100 veces la distancia de este evento cósmico a nuestro planeta. «Si un evento parecido sucediera hoy a una distancia similar del Sistema Solar -asegura Marka- la radiación resultante podría eclipsar todo el cielo nocturno».
De dónde venimos
Los investigadores creen que su estudio aporta valiosa información sobre un evento singularmente importante en nuestra historia. En palabras de Bartos, «arroja una brillante luz sobre los procesos involucrados en el origen y la composición de nuestro sistema solar, e iniciará un nuevo tipo de búsqueda dentro de disciplinas como la química, la biología y la geología, para resolver el rompecabezas cósmico».
Marka, por su parte, asegura que «nuestros resultados abordan una búsqueda fundamental de la humanidad: ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? Es muy difícil describir las tremendas emociones que sentimos cuando nos dimos cuenta de lo que habíamos encontrado, y lo que significa para nuestro futuro mientras seguimos buscando algo que explique nuestro papel en el Universo».