Alumnos de Guadalajara ganan en la categoría de ‘TubePush’ con un robot de Lego.
Por Rosa Jiménez Cano/El País
Dos intensos meses de trabajo y preparación han dado una satisfacción difícil de medir a cuatro chicos de Guadalajara (México). Los alumnos del Colegio Alpes Cumbres de la ciudad se han convertido en los ganadores de los Robogames, una competición conocida como las Olimpiadas de Robótica, el pasado fin de semana en Alameda, una localidad cercana a San Francisco.
Rodrigo Saucedo (Guadalajara, 1998), Juan Carlos González Díaz (Puebla, 1998), Manuel Gómez Hernández (Guadalajara, 1998) y Daniel Espejo Ávalos (Guadalajara, 1998) comenzaron a programar y diseñar robots hace dos años como una actividad de su centro de formación. Después de ganar la liga regional, llegaron al mayor evento y se proclamaron ganadores con un total de 135 puntos en la prueba de Tube Push. Esta modalidad combina habilidad, diseño y programación. El reto consiste en superar barreras como si fuera un laberinto y ser capaz de mover una serie de tubos distribuidos por todo el circuito que se deben recolectar y llevar a la meta. Cuantos más tubos se recojan, más puntos. Si se arrastran, se consiguen 10 puntos. Si el robot los levanta, valen 15.
“Nos emocionó ver a alemanes, japoneses, coreanos aplaudiendo nuestra estrategia”, relata Saucedo, “nosotros asumimos el desafío y pensamos en levantar y llegar todos los tubos levantados. Podíamos ganar o perder de manera estrepitosa, pero no fuimos a aseguridad, sino a arriesgar”.
Else Schöndube, coordinadora de Tecnología Educativa de la red Semper Altius, ha acompañado a los estudiantes durante su semana en Estados Unidos. “Habíamos competido desde 2012, pero solo a nivel nacional. Sin embargo, este año el grupo es excepcional”, subraya, “merecen el premio y nuestro reconocimiento”.
“Nos emocionó ver a alemanes, japoneses y coreanos aplaudiendo nuestra estrategia”
Los cuatro miembros del grupo, todavía sin un nombre que estampar en camisetas (pero están pensando en ello), se sorprenden con la zona del Embarcadero de San Francisco mientras mantienen sus partidas en Clash Royale, un juego de aventura online. No se separan de sus móviles, dos iPhones, un Samsung y una Blackberry.
Saucedo quiere estudiar finanzas. González, ingeniería mecánica. Gómez, sociología. Espejo se decanta por Mecatrónica. Schöndube destaca esta diversidad de elección de carrera como un valor importante: “Tratamos de combinar equipos, que tengan un lado humanista, uno técnico, que sean analíticos. En general, que se tenga una visión integral sin perder de vista que el mundo en el que van a vivir es muy distinto del que hemos conocido”.
Los alumnos no dejan de citar a Felipe Galván Jaramillo, el profesor que les ha apoyado en los últimos tres años. En la mente solo tienen una cita, el 27 de abril, fecha en que comenzará la liga nacional de robótica. Volver a empezar.