Por: Braulio Peralta
Con sorpresa escuché el nombre de Tuxpan cuando veía Roma, de Alfonso Cuarón. De repente, la madre de los niños dice:
–¡Nos vamos de vacaciones!
–¿A dónde, Mamá?
–¡A Tuxpan!
–¿Y dónde queda eso?
–En Veracruz…
–Uy, allí las playas son bien feas…
Las risas del público no se hicieron esperar. Pero para nadie es una sorpresa saber que en el Golfo de México –de Tamaulipas hasta Campeche–, sus playas difícilmente compiten con las del Océano Pacífico, sean las de Acapulco, Puerto Vallarta, Zihuatanejo, Mazatlán o Puerto Escondido. Esa es una gran verdad que solo los que conocen ambos mares pueden constatar. La plataforma continental del Golfo es más grande, y la del Pacífico, más corto. Eso hace, entre otras cosas, las diferencias.
Tomarse a mal el comentario de un niño es caer en infantilismos. Porque en primer lugar, la playa que aparece en el filme no es de Tuxpan. La película de esa escena se rodó en Tabasco. En segundo lugar, la realidad es una, y una obra artística, es otra. Alfonso Cuarón no quiere ofender a nadie. Más bien la gente inteligente, con criterio, sabe que Tuxpan no tiene las mejores playas del mundo, sobre todo porque hasta ahora las autoridades siguen sin limpiar sus mares para la infinidad de turistas que llegan al puerto veracruzano. Cambiar lo sucio por lo limpio mejoraría mucho sus playas, ¿o no?
Lo que sí importa decir es que Roma se exhibe en todo el mundo. Que en todas las lenguas el nombre de Tuxpan aparece en el filme, junto con la ficción de sus playas. Para turistas extranjeros que no tienen prejuicios –como muchos que critican el filme por una bobada–, seguramente ya están haciendo maletas para conocer justamente nuestras playas “feas”. ¿Está preparado Tuxpan para el turismo nacional y extranjero? No. ¿Hacen algo las autoridades para cambiar esta situación? Parece que tampoco.
Que los tuxpeños con escasa información se sientan ofendidos por el filme de Cuarón, habla de un ser pueblerino. Que las autoridades no hagan nada por la cooptación de turismo, es algo que no debería perdonarles la gente inteligente de la región. Bastaría con la imagen de la familia apiñada en la playa, tomarla como fotografía turística, para que montones de turistas vayan a conocer a Tuxpan. Claro, falta también mejorar el servicio en restaurantes y hoteles. Eso es lo grave, no lo que se diga de Tuxpan en Roma.
¿El mundo aplaude Roma y en Tuxpan nos indignamos? Pobrecito pueblo…
Ciudad de México, a 20 de diciembre de 2018