Por Armando Ortiz/Viernes Contemporaneo/Gobernantes
Lo que Javier Duarte necesitaba en este momento era alguien que le dijera a todo que “sí”, alguien que estuviera de acuerdo con todas sus estrategias escatológicas (tirar mierda al adversario), alguien que le regresara el control de su twitter, para poder pelearse con cualquiera; Javier Duarte no necesitaba un consigliere, es decir un consejero, un conciliador, lo que Duarte necesitaba era un “ariete con los de fuera”, alguien con alma de peleador callejero que lo defendiera de los embates del adversario. En resumen, lo que Javier Duarte necesitaba era alguien sin escrúpulos, pero Juan Octavio Pavón tenía demasiados, es por ello que desde mediados de febrero Pavón le mostró su renuncia al gobernador, pues no estaba dispuesto a combatir en una guerra de lodo como en las que se bate Javier Duarte.
Pero hay alguien que sí está dispuesto, alguien que ya ha peleado batallas con él, alguien que lo ha defendido de su más acérrimo enemigo. Ese es Alberto Silva Ramos, “El Cisne”. Alberto Silva está acostumbrado a ese tipo de contiendas, lo mostró en su velada campaña para buscar la candidatura que finalmente quedó en manos de Héctor Yunes Landa. En ese intento por obtener la candidatura y con el apoyo de Javier Duarte, Silva se fue contra todos sus adversarios, incluso contra el ahora candidato del PRI a la gubernatura. ¿O de dónde cree usted que salió lo de la caña de pescar? “Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan”, dice el poeta, el plumaje del “Cisne” no es de esos.
Tal vez usted no lo sepa estimado lector, pero los compañeros de la prensa sí lo saben. Existe una oficina de prensa en el inframundo de gobierno del estado. Una oficina que mediante correos electrónicos han agredido a actores políticos, periodistas, activistas, líderes sociales y hasta víctimas de algún delito. Tal es el caso de la joven Daphne, de la cual mandaron un correo injurioso e infamante donde dicen que la joven, la noche en que fue agredida por la banda de los Porkys, quería seguir la fiesta y que “llegó a su casa con los calzones en la mano”.
De ese nivel es el discurso de estos engendros del sistema, engendros que cohabitan con el gobernador. Lo grave del asunto es que desde esos mismos correos injuriosos han lanzado mensajes en contra de Miguel Ángel Yunes Linares y a favor de Héctor Yunes. Por supuesto el candidato del PRI a la gubernatura debe ser ajeno a esta estrategia, antes bien, nos han enterado, que los que se dedican a esto ofrecen sus servicios al propio Javier Duarte, quien consiente este tipo de infamias. Pues parece ser que muy pronto esas oficinas tendrán a un comandante de verdad, a la altura de su ignominia.
Quedan nueve meses para que concluya el gobierno de Javier Duarte, como hemos anticipado, al parecer Javier Duarte habrá de permanecer hasta el mes de diciembre, cuando entregue el cargo al próximo gobernador. Javier Duarte sabe del agravio que sienten los veracruzanos con su administración. Si bien es cierto vive en un “mundo de caramelo”, tampoco es tan tonto como para no darse cuenta de su situación, y si no, ahí está la gente en las calles para recordárselo. En estos nueve meses Javier podría recomponer un poco la relación que tiene con los veracruzanos; tal vez bastaría con que los agravios de su parte cesaran. Los veracruzanos nos conformaríamos con que se sentara en su trono y esperara lo que el destino le tiene preparado. Pero Javier es muy desesperado y él quiere adelantar su destino, es por ello que, como si fuera un samurái, está afilando la espada, y preparando a su “ariete Silva” para derrumbar puertas, para agraviar aún más a un pueblo que ya le dijo basta.
Lo malo es que esos agravios el pueblo veracruzano se los va a querer cobrar a Héctor Yunes en las elecciones. Vaya dilema, Javier todavía se siente un operador político; no se siente lastre, se siente flotador.
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com