A 45 días de su llegada a México, Benedicto XVI pide a católicos no callar ante el crimen.
En su mensaje con motivo de la Cuaresma 2012, que inicia el 22 de febrero, afirmó que “lo que anima la reprensión cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve es siempre el amor y la misericordia”.
El mensaje del Papa llega un día después de que Excélsior publicara que ya tuvo consecuencias la solicitud de una tregua que hizo el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, para que el crimen organizado se abstuviera de delinquir durante la visita de Benedicto XVI a México, del 23 al 26 de marzo: un presunto cártel colocó 11 mantas en Guanajuato, en las cuales condicionó esa tregua.
El Papa pide no callar ante maldad y crimen
El papa Benedicto XVI afirmó que ante el mal y el crimen “no hay que callar”, pues es deber de todos los católicos denunciar y enfrentar los hechos violentos y de odio que hieren a la sociedad en cualquier latitud del planeta.
En su mensaje con motivo de la Cuaresma 2012, que inicia el 22 de febrero con el Miércoles de Ceniza, el cual fue hecho llegar a todas las arquidiócesis, diócesis y prelaturas de México, el pontífice de Roma afirmó que los católicos no deben ser cómplices del mal pero tampoco se debe combatir la violencia con más violencia.
“Frente al mal no hay que callar. Pienso aquí en la actitud de aquellos cristianos que, por respeto humano o por simple comodidad, se adecuan a la mentalidad común, en lugar de poner en guardia a sus hermanos acerca de los modos de pensar y de actuar que contradicen la verdad y no siguen el camino del bien.
“Sin embargo, lo que anima la reprensión cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el bien del hermano”, dijo el Papa en su mensaje titulado Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras.
Excélsior publicó ayer que la solicitud de una tregua que pidió el arzobispo de León, Guanajuato, José Guadalupe Martín Rábago, para que los grupos criminales se abstuvieran de realizar hechos violentos durante la visita de Benedicto XVI a México del 23 al 26 de marzo ya tuvo respuesta.
Un presunto grupo de narcotraficantes colocó 11 mantas en siete municipios de Guanajuato, en las cuales se compromete a no realizar acciones violentas durante la presencia del jerarca católico en nuestro país.
Durante su mensaje de Cuaresma, el pontífice romano exhortó a quienes han errado el camino y optado por la violencia y el crimen a reencontrarse con Dios, pues el anhelo de todos los cristianos es construir una comunidad fraterna, con una vida apegada al Evangelio.
“Es un gran servicio ayudar y dejarse ayudar a leer con verdad dentro de uno mismo, para mejorar nuestra vida y caminar cada vez más rectamente por los caminos del Señor. Siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y reconozca, que discierna y perdone, como ha hecho y hace Dios con cada uno de nosotros”, escribió Joseph Ratzinger.
El Papa señaló que en medio de un mundo que suele ser indiferente o desinteresado para con los demás, es necesario “fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos.
“También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos guardianes de nuestros hermanos”, como dice el Génesis, y “que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado recíproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien”.
El Papa refirió además que ser “guardianes” de los demás “contrasta con una mentalidad que, al reducir la vida sólo a la dimensión terrena, no la considera en perspectiva escatológica y acepta cualquier decisión moral en nombre de la libertad individual.
“Una sociedad como la actual puede llegar a ser sorda, tanto ante los sufrimientos físicos, como ante las exigencias espirituales y morales de la vida. En la comunidad cristiana no debe ser así”, precisó.
Hoy, dijo el Papa, “somos generalmente muy sensibles al aspecto del cuidado y la caridad en relación al bien físico y material de los demás, pero callamos casi por completo respecto a la responsabilidad espiritual para con los hermanos”.
Joseph Ratzinger subrayó luego que “en nuestro mundo impregnado de individualismo, es necesario que se redescubra la importancia de la corrección fraterna, para caminar juntos hacia la santidad”.
Benedicto XVI explicó también que la Cuaresma es un tiempo para reflexionar sobre la caridad y aseguró que “es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.
“Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor, todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras. Esta llamada es intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua”, aseguró.
El jerarca católico dijo en el mensaje que “el gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto de quien, como yo, es criatura e hijo de Dios: el hecho de ser hermanos en humanidad y, en muchos casos, también en la fe, debe llevarnos a ver en el otro a un verdadero alter ego, a quien el Señor ama infinitamente”.(Periódico Excélsior)