Por Patricia López/Gaceta UNAM
Investigadores del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM participaron en una colaboración internacional que detectó un exoplaneta (planeta fuera del sistema solar) con el telescopio robótico SAINT-EX, el cual opera desde el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir, en Baja California. Se trata del tercer planeta detectado con ese equipo que funciona desde una de las zonas del mundo más propicias para la observación astronómica.
Se llama TOI 2257 b y está alrededor de una estrella M, que son de las más frías y pequeñas de la galaxia, explicó Yilen Gómez Maqueo Chew, investigadora del IA y coordinadora del telescopio robótico.
“Fue primero identificado con los datos del satélite TESS, que está observando todo el cielo en busca de exoplanetas, pero su existencia se confirmó con telescopios desde la Tierra como SAINT-EX, para asegurarnos de que es un planeta y no alguna otra cosa”, afirmó.
Junto con Gómez Maqueo Chew colaboraron en el hallazgo, por parte de la Universidad Nacional, la investigadora Laurence Sabin (de la sede Ensenada del IA) y los académicos pos-doctorales Marco Gómez Muñoz (en Ensenada) y Emiliano Jofré (en Ciudad Universitaria). Los resultados de la investigación se publicaron la semana pasada en la revista Astronomy and Astrophysics.
También intervinieron investigadores de las Universidades de Berna, de Ginebra y el grupo de trabajo Planets, los tres de Suiza, la Universidad de Lieja en Bélgica y la de Cambridge en el Reino Unido.
El artículo, sostuvo la astrónoma, tiene 19 colaboradores de varias partes del mundo, como el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de California, en Estados Unidos; el Instituto de Astrofísica de Canarias, en España, y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, entre otros.
Los científicos hicieron un detallado análisis de todos los datos de los satélites terrestres y de TESS confirmando el descubrimiento. “El planeta que encontramos tiene ese nombre por la estrella TOI 2257 y la b quiere decir que es un exoplaneta que está orbitando a su alrededor”, detalló.
El cuerpo celeste encontrado es relativamente grande en comparación con la Tierra, pues es de 2.2 veces el radio de ésta, y le da una vuelta a su estrella cada 35 días, lo que es muy poco en términos del sistema solar, pero respecto a los exoplanetas que se conocen alrededor de estrellas M, es uno de los que tarda más para dar una vuelta suborbitando la estrella, relató.
El telescopio SAINT-EX detectó del objeto celeste curvas de luz, es decir, la luz que se recibe de la estrella y cómo cambia su brillo en función del tiempo. Como si fuera un eclipse, el exoplaneta al pasar por su estrella la oscurece y la hace menos brillante y deja solamente curvas de luz, que los equipos captan y los y las astrónomas interpretan.
De órbita excéntrica
Mientras en el sistema solar hay planetas gigantes como Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano, que tienen entre cuatro y 11 veces el radio de la Tierra, este exoplaneta recién descubierto es 2.2 veces el radio de la misma, lo que lo pone en una fase intermedia. “Se espera que sea más gaseoso que terrestre, y tiene una órbita excéntrica, ovalada, y el exoplaneta a veces está muy cerca y otras muy lejos de su estrella”, dijo.
De forma general, este exoplaneta “nos ayuda a entender el contexto de los sistemas planetarios. Antes de que se descubrieran los primeros exoplanetas, en la década de los años 90 del siglo pasado, el único sistema planetario que conocíamos era el sistema solar. Todo lo que sabíamos de los sistemas planetarios era basado en la formación de las estrellas y en el sistema solar. Una vez que se encuentran los exoplanetas vemos que éstos son muy diferentes a lo que conocíamos, y eso nos ayuda a entender mejor el proceso de cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios”, comentó.
Hasta ahora, científicos de todo el mundo han descubierto más de cuatro mil 893 exoplanetas, que dan una clara idea de cómo son otros sistemas planetarios distintos en el universo.
En la próxima misión del telescopio espacial James Webb, se espera conocer la atmósfera del exoplaneta, lo que daría mucha más información a este hallazgo.