Entre los títulos destacados hay historias contemporáneas, aventuras medievales, filosofía, humor y un gran fresco sobre Berlín.
Por Jordi Canyissà/La Vanguardia
Coincidiendo con la rentrée literaria, llegan a las librerías un buen número de novedades en la categoría de libros de cómic y novela gráfica. Estos son algunos de los títulos más relevantes.
‘La edad de oro, de Cyril Pedrosa y Roxanne Moreil
Suntuosa epopeya medieval
Si fuera una película, La edad de oro (Norma Editorial) sería una superproducción. Un álbum de dimensiones colosales (228 páginas en gran formato para lo que es el primer tomo de un díptico) y un color deslumbrante en una historia llena de aventura y acción, con varios niveles de lectura para atraer a lectores de todas las edades. El dibujante francés Cyril Pedrosa (Poitiers, 1972), autor de Portugal y Los equinoccios, ha trabajado en largometrajes de Disney como El Jorobado de Notre Dame y Hércules y eso se nota en el estilo y en el planteamiento de este álbum que se publica simultáneamente en castellano, francés, italiano e inglés.
La edad de oro renueva la tradición de la epopeya medieval insertando en ella resonancias de actualidad como la utopía política o la emancipación de la mujer. La joven princesa Tilda se prepara para ser coronada tras la muerte de su padre, pero pronto descubrirá que un complot encabezado por su hermano menor quiere apartarla del trono. En su lucha por la supervivencia hay también un combate para sacar a su pueblo de su sombrío destino y regresar a una nueva edad de oro, título de un libro que describe un tiempo pasado sin reyes ni siervos en esas tierras.
Con la ayuda en el guion de Roxanne Moreil (Francia, 1987), el álbum es una filigrana gráfica a medio camino entre el dibujo de un códice medieval y el desgarrador color de los pintores fauvistas. Las páginas combinan secuencias de viñetas convencionales y otras que capturan distintos instantes dentro una imagen única, como si los personajes avanzaran dentro de un cuadro de Brueguel el Viejo. Prueba de ellos es su arranque: siete páginas que forman una única viñeta. La edad de oro es uno de los álbumes más subyugantes e imaginativos del año. Suntuoso.
‘Berlín’, de Jason Lutes
Relato del ascenso del nazismo
Veintidós años ha tardado Jason Lutes (New Jersey, 1967) en concluir la trilogía Berlín (Astiberri), un monumental fresco de 600 páginas que relata la caída de la República de Weimar (1919-1933) y el ascenso del nazismo en Alemania. El gran acierto de Lutes es que relata este convulso momento histórico, lleno de inestabilidad, hiperinflación y tensión revolucionaria, a través de la mirada de personajes de la calle, alejados del poder, pero obligados a convivir con unos cambios históricos que alterarán sus vidas para siempre. Dos personajes se convierten en ejes de la historia: una joven estudiante de Arte venida de provincias y un incrédulo periodista cuya mirada se irá ensombreciendo conforme el partido nazi vaya en ascenso.
Obra densa y llena de referencias al día a día de la sociedad alemana, Berlín tiene la ambición propia de las grandes novelas del siglo XIX. Como ellas, también aquí estamos ante una lectura de largo aliento, exigente, para la cual el autor reconstruye con precisión de orfebre la Alemania de entreguerras a través de un dibujo cercano a la línea clara europea. Una obra monumental que la revista Time ha elegido como una de las diez mejores novelas gráficas de todos los tiempos y que en castellano ya ha vendido más de 18.000 ejemplares. Era difícil concluir con éxito un proyecto tan ambicioso, pero Lutes lo consigue y su obra se postula ya como un clásico de la novela gráfica.
‘Sócrates’, de Joann Sfar y Christophe Blain
Filosofía en viñetas
Heracles no es un tipo cualquiera, es hijo del dios Zeus, un semidiós. Sócrates no es un perro cualquiera, es el perro de Heracles, un semiperro. El perruno Sócrates lee, habla y reflexiona; y como el otro Sócrates, el filósofo, sus reflexiones nacen del diálogo. Muchas de las páginas de este álbum funcionan como unidades independientes, como pequeñas cápsulas que encierran una reflexión filosófica, una especie de páginas-aforismo o páginas-haiku. Joann Sfar (Niza, 1971), que cursó Filosofía antes de estudiar Bellas Artes, hilvana los diálogos con soltura, ayudado por un humor que contribuye a tomar distancias. Entre los temas abordados están las relaciones entre hombres y mujeres, los mitos y los dioses, las pasiones, el placer o la búsqueda de la felicidad.
Los dibujos de Chistophe Blain (Argenteuil, 1970) son un prodigio de dinamismo y engañosa simplicidad: Blain es un dibujante tan extraordinario que ni siquiera se molesta en aparentar que lo es, y sin embargo, su maravilloso trazo, su capacidad de dotar al perro de una elasticidad impagable son parte esencial del encanto que desprende este Sócrates, un libro magníficamente editado por Fulgencio Pimentel que de paso lo ha convertido en un bellísimo objeto. Una lástima que los inquietos Sfar y Blain, sobrepasados por sus múltiples proyectos individuales, dejaran inconclusa esta obra que es, sin embargo, es una de las joyas de la llamada nueva historieta francobelga.
‘La blusa’, de Bastien Vivès
El poder de la seducción
Bastien Vivès (París, 1984) sigue fiel a su fama de enfant terrible del cómic francés. En La blusa (Diábolo ediciones) continúa su retrato de la sociedad contemporánea poniendo especial atención al amor adolescente. Séverine estudia Filología en la Sorbona, es una aplicada estudiante que pasa desapercibida hasta que, accidentalmente, se viste con una camisa de seda que la convertirá en blanco de las miradas de amigos y profesores. ¿Puede una pieza de ropa cambiar la vida de una persona? Vivès usa esta blusa para hablar de la importancia de la apariencia en la sociedad; no es casual la referencia a La bella y la bestia en las primeras páginas (la belleza está en el interior, asegura ese cuento).
Vivès es absolutamente moderno en los temas escogidos y en la forma de contarlos, con una narración rápida y muy visual. Del mismo modo que su dibujo necesita pocos trazos para ser expresivo y sensual, también sus personajes necesitan pocas palabras para estar bien definidos. Años después de despuntar con Polina (2011), Vivès sigue explorando en esta novela gráfica el universo femenino cotidiano y contemporáneo con una mirada desacomplejada y que no escatima escenas explícitas cuando es necesario. La blusa sigue el espíritu de Una hermana (2017), una trama de apariencia ligera que parte de hechos anodinos para cristalizar en un relato hondo y subyugador, con un impactante final.
‘Calypso’, de Cosey
Belleza del blanco y negro
Una antigua estrella de Hollywood, Georgia Gould, regresa a su Suiza natal para cuidarse de sus adicciones a orillas del lago Leman. La protagonista, vagamente inspirada en la actriz Gena Rowlands, se reencuentra con su amor de juventud, Gustave, un modesto obrero que trabaja en las canteras. Calypso (Dolmen Editorial) es un bello relato en donde el poso romántico y nostálgico corre paralelo a una intriga policiaca que le sirve de contrapunto. Se trata de la primera obra en blanco y negro de Cosey (Lausana, 1950), quien empezó su carrera en la revista Tintin hace 50 años y que en 2017 fue galardonado con el Gran Premio de Angulema por el conjunto de su carrera.
Cosey usa un blanco negro radical, sin grises, que le obligan a depurar el trazo acercándolo al grabado de madera. En Calypso, lo que se sugiere es a veces más importante que lo que se dice. Abundan los silencios y las viñetas con amplios espacios vacíos pero de gran belleza. Se nota entonces la influencia de Hugo Pratt. Cosey ha elaborado el álbum a 1.300 metros de altitud, en los Alpes suizos, y el entorno impregna de naturaleza la obra (magnífica esa secuencia de la cascada y ese tren que avanza entre los abetos). Ojalá esta obra permita a lector redescubrir títulos antiguos como El viaje a Italia o En busca de Peter Pan. Cosey es uno de los grandes autores europeos.
‘Mickey’, de Régis Loisel / ‘La juventud de Mickey’, de Tebo
Original reinvención de un clásico
¿Se imaginan a Mortadelo y Filemón dibujados por Albert Monteys o por Paco Roca? Eso que aquí parece imposible se ha convertido en un filón comercial en Francia. Autores consagrados como Trondheim, Olivier Schwartz o Frank Pé han hecho sus versiones de Spirou y ahora ha llegado el momento de hacer lo propio con un icono mundialmente conocido: Mickey Mouse. Dos álbumes se publican estos días ofreciendo una estimulante relectura de Mickey, combinando homenaje y renovación.
El primero es el francés Régis Loisel (Saint-Maixent, 1951), autor que aúna reconocimiento de crítica y público gracias a obras como La búsqueda del pájaro del tiempo. En Café Zombo (Planeta Cómic) Loisel escapa de las edulcoradas películas del ratón y sigue el universo gráfico de las extraordinarias primeras tiras del personaje, dibujadas por Floyd Godfredson (de ahí el formato horizontal del álbum). El guion combina las correrías y los trompazos habituales en las primeras obras de Disney con un tema de fondo más adulto: Mickey lucha contra la especulación y el desahucio.
Muy distinta es la divertida recreación que hace Tebo (Caen, 1972) en La juventud de Mickey (Planeta Cómic), con un dibujo humorístico muy vivo y de formas graciosamente redondeadas, siguiendo una estética más cercana a series de animación actuales o a un videojuego de Mario Bros. El libro está compuesto por cinco historias cortas, como capítulos de televisión, que permiten abordar una gran variedad de temas y escenarios: desde el lejano oeste hasta la carrera espacial. Álbum ingenioso y refrescante, con páginas de estructura sorprendente pese a su aspecto corriente. Una agradable sorpresa capaz de atrapar a lectores de todas las edades.