Este domingo tercero de junio celebramos el Día del Padre. Reconocemos que todo cuanto somos en la vida como padres, hijos, hermanos, profesionistas, ciudadanos y hombres y mujeres de fe, lo debemos, principalmente, a nuestros padres, que con nos acompañaron y a muchos los siguen acompañando en este peregrinar por la vida.
Como Creador, Dios es “Padre” de todos. Toda paternidad humana es una participación de la paternidad divina. La procreación, en cuanto causa biológica de los hijos, es un atributo que asemeja al hombre con Dios. Podemos decir que Dios quiere contar con la asistencia del hombre y la mujer para la procreación, dejando en sus manos la responsabilidad de ejercer sus capacidades generativas.
El ser humano colabora con Dios en una acción fundamental como es la procreación. Y para realizar este proyecto el Creador dispuso la unión del varón y la mujer. Por tanto, cada uno de los padres necesita su complemento para alcanzar la paternidad: de modo que el padre sólo es padre por su unión con la madre, y ésta sólo es madre por su relación con el padre.
Ser papá es ser depositario del misterio de la vida de un nuevo ser. En consecuencia el Padre de Familia está llamado a reconocer la dignidad de los hijos y hacer efectivos sus derechos humanos apoyándolos: casa, vestido, sustento, educación, etc. Y mucho amor.
La paternidad ofrece un servicio de protección a los hijos y a la esposa. En los Evangelios aparece muy claro que la elección de San José es para asegurar la protección paterna a Jesús y para acompañar a la Virgen María (cf Mt. 1,20-24).
El papá tiene, por tanto, la misión de formar a la persona en aspectos muy concretos como el respeto, el sentido de responsabilidad, el cumplimiento de los propios deberes, el instinto de protección de los débiles, la productividad, la seguridad, el liderazgo y muchas otras virtudes y valores humanos.
De ordinario el Padre acompaña a los hijos, no de manera aislada, sino en íntima colaboración con la mujer que es su Esposa y Madre de sus hijos. Como cabeza de Familia, está llamado a respaldar la autoridad de la madre en su relación con los hijos.
En este día tan especial pedimos a Dios que les bendiga a los Papás, les proteja, les ilumine y les de la sabiduría necesaria y el amor generoso para vivir tan noble vocación.
¡¡¡Muchas Felicidades en este día del Padre!!!
+ Juan Navarro Castellanos
Obispo de Tuxpan
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