Un pequeño aunque importante paso en la historia de la exploración espacial acaba de llegarnos de mano -o más bien del oído- del rover Perseverance de la NASA, el cual ha estado inspeccionando la superficie de Marte desde febrero de 2021. Y es que según se publicaba en la revista Nature el pasado 1 de abril, el robot acaba de registrar el sonido ambiente del Planeta Rojo por primera vez. La grabación pone fin a los más 50 años en que las sondas interplanetarias llevan deleitándonos con miles de impactantes imágenes de la superficie de Marte, aunque en ausencia de sonido.
Así suena Marte, y esto es lo que nos dice
El Perseverance registró por primera vez el paisaje sonoro del Planeta Rojo el 19 de febrero de 2021, un día después de su llegada. Los sonidos se hallan en el espectro audible humano, entre 20 Hz y 20 kHz, y lo primero que revelan es que Marte permanece inmerso en un absoluto silencio; tanto que los científicos habían pensado en repetidas ocasiones que el micrófono estaba roto, ya que aparte del viento, las fuentes de sonido naturales en Marte son muy escasas.
Más allá de los producidos por el planeta, los científicos se interesaron por los sonidos generados por el propio rover. Entre ellos se pueden destacar las ondas de choque producidas sobre las rocas por el impacto del láser de SuperCam (la cámara con micrófono instalada en el rover) o el producido por el helicóptero Ingenuity que acompaña al Perseverance en su misión.
El estudio de la propagación en Marte de estos sonidos, cuyo comportamiento es perfectamente conocido en la Tierra, permitirá caracterizar con precisión las propiedades acústicas de la atmósfera marciana. Por el momento, los científicos ya han demostrado que la velocidad del sonido es menor en Marte que en la Tierra, donde este se desplaza a 240 m/s, frente a los 340 m/s que alcanza en nuestro planeta. Pero lo más sorprendente es que en realidad hay dos velocidades de sonido en Marte, una para frecuencias altas y otra para las bajas.
Por el contrario, la atenuación del sonido es más fuerte en Marte que en la Tierra, particularmente en los agudos, los cuales se pierden muy rápidamente, incluso a corta distancia, a diferencia de los graves. Todos estas características, las cuales dificultarían una conversación entre dos personas separadas a 5 metros se deben a la composición de la atmósfera de Marte, (la cual presenta una proporción de CO2 del 96%,) y a la bajísima presión en su superficie, 170 veces menor que en la Tierra.
En Marte el sonido se desplaza más lentamente que en la Tierra, a unos 260 m/s, frente a los 360 que alcanza en nuestro planeta
Tras un año de misión, se registraron en total cinco horas de grabación del entorno sonoro de Marte. El análisis en profundidad de estos sonidos hizo perceptible el sonido generado por la turbulencia de la atmósfera marciana. Los científicos apuntan a que el estudio de esta turbulencia mejorará el conocimiento tanto de la interacción de la atmósfera de Marte con su superficie, como de otras atmósferas planetarias, aunque para ello tendrán que esperar a futuras misiones y al envío de nuevos robots equipados con mejores micrófonos.