“Nosotros no le tememos a la competencia política…rechazamos la incompetencia política”.
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
Como economista y hombre de Estado comprometido con el desarrollo de México, Colosio, reflexionó en innumerables ocasiones sobre la dirección que debía tomar el país, para insertarlo, tanto en el contexto internacional como en el activar de la economía interna con la operación de políticas focalizadas y eficientes fuera de vicios ancestrales, que frenaran su buena marcha o desvirtuaran la labor del gobierno en cualquiera de sus niveles; y desde sus diferentes cargos: en la Secretaria de Programación y Presupuesto, como Secretario de Desarrollo Social y en sus aspiraciones a la Presidencia de la República, procuró ser congruente con ello:
1.-La política de desarrollo económico y social: un nuevo proyecto de nación (1)
a) El rubro económico.-“La economía, hoy, es un tema del más alto interés para la vida pública. Una estrategia lo es cohesionar el esfuerzo colectivo de la sociedad”. “…La viabilidad política está en una economía pertinente, conducida responsablemente, es factor fundamental para agrupar e íntimamente vinculada a la viabilidad económica; y aún más, las naciones sólo sobreviven si aciertan en su proyecto económico”.
“…En México, durante 20 años, ensayamos respuestas diversas a esas grandes preguntas que nos hacíamos y se puede hablar, de que hicimos tres grandes apuestas que luego, con base en nuestra realidad, tuvimos que modificar. Primero, la de un Estado casi omnipresente, que más adelante descubrimos que era inviable social y financieramente. Segundo, la de un rápido endeudamiento como fórmula para responder a las demandas sociales y mantener el crecimiento, lo cual luego paralizó nuestra economía. Y tercero, la promesa de los recursos del petróleo, descalificada por el cambio tecnológico y la caída de los precios. Fueron décadas largas y difíciles. Hoy, el debate político y social pone nuevamente en el centro, el campo de la economía y el desarrollo social”.
“…Ahora bien, en los años ochenta se marcó -podemos decir – la terminación de un tipo de Estado. Sin aplicarle sus responsabilidades estratégicas ni claudicar en la defensa de la nación, pero había que cambiar de métodos de trabajo el Estado mexicano. Pero, sobre todo, tenía que cambiar de actitud, para sostener una nueva relación con la sociedad, de corresponsabilidad de participación y de aliento a la iniciativa privada, a la iniciativa local y a la individual.”
Como se observa, Colosio, no era un neoliberal era un socio-liberal: “…En otras palabras, gobernar más para el desarrollo y menos para la regulación y el control”. No buscaba un Estado mínimo como proponían los neoliberales, sino un Estado con la máxima capacidad de respuesta a las demandas sociales:“…sin dirigentes y burocracias corruptas, paternalistas y consumidoras de los recursos necesarios para la obra social.”
Y destaco un pensamiento interesante, en este rubro, que toma gran vigencia en los tiempos actuales: “…Ante economías debilitadas en el ámbito internacional, nuestra posición es continuar en el ánimo de la reforma económica que hemos escogido: competitividad, baja de la inflación, salud fiscal, solvencia financiera y una amplia política social para construir un nuevo piso de bienestar que sustente el crecimiento económico. Contar con una economía eficiente, porque dispone de bases para un crecimiento estable, sano, sostenido, y socialmente comprometida porque genera los recursos que otorgan al estado y a la sociedad, mayor capacidad de respuesta a las urgencias sociales”.
b) Su compromiso con la política social y el desarrollo sustentable.-Luis Donaldo, sostuvo siempre que la política social, sólo sería posible, si se contaba con la eficiencia del poder municipal, bien encaminado y dirigido: «…La política social parte de una concepción del ciudadano inserto en su relación con la comunidad a la que pertenece y con la autoridad más cercana, con el ámbito de gobierno que le corresponde; es decir, de manera más cercana: el municipio. Por eso la política social se hace concreta en el municipio; éste es el espacio territorial donde cada uno de nosotros desempeñamos nuestras actividades cotidianas«(2).
Estaba convencido que había que reorientar la inversión pública: “…una profunda reorientación de los recursos de inversión pública, para impulsar el desarrollo regional a través de proyectos de desarrollo muy claros, perfectamente consensados”. “La Nación no puede seguir adelante con este abismo de marginación y de atraso. Tenemos que cumplirles a los pobres entre los pobres. Para ello propongo un conjunto de acciones que los rescate del olvido y los incorpore cabalmente a la vida democrática y de libertades«. “Es urgente, una revisión del Pacto Federal y lo hago con una visión municipalista, lo hago también con el ánimo de que revisemos juntos la estructura de participación fiscal y finanzas de los estados y a los municipios” (3).
c) Su compromiso con el desarrollo sustentable.-«La lucha por un desarrollo compartido y por establecer el equilibrio ecológico no son, ni pueden ser, excluyentes. Sólo un desarrollo equitativo es garantía de un uso racional de los recursos que la tierra, la única que tenemos, nos ofrece a las generaciones de hoy y a las que habrán de venir». «La construcción de un nuevo modelo de desarrollo -sostenido y sustentable- reclama esquemas que sepan trascender la geografía de la culpa y las éticas de doble medida» (4).
d) En su relación con los países del norte: El tratado de libre comercio (TLC).-Colosio no vio operar el TLC, pero conocía el proyecto y tenía esperanza en él“…Este Tratado puede asegurar un comercio ordenado entre los tres países, ofreciendo reglas seguras e imparciales para la circulación de bienes y servicios y para la solución de las diferencias y conflictos”. Pero para ello había que cultivar a los trabajadores mexicanos, con una nueva cultura de la autosuficiencia tecnológica y científica en todos los rubros: “El proteccionismo constituye una política económica anacrónica que destruye la competitividad y termina por reducir inexorablemente el bienestar…Siendo competitivos, ganaremos la batalla por la productividad. Sólo así lograremos sociedades más democráticas, libres y más justas” (Ibíd).
2.-Contra la corrupción y los malos funcionarios
Colosio, reconocía que existían vicios al interior de la administración pública, de los poderes fácticos que ya se daban a notar en las postrimerías del siglo y los problemas de descomposición que avanzaban invadiendo esferas de gobierno: «Juntos pondremos final a la corrupción de los empleados públicos que llegan sin dinero y salen ricos de las comunidades pobres (5)”.
Por ello, por sobre todo, creía en el ejercicio de la Ley: “El gran impulso que nos anima, son los malos ejemplos que tenemos en la aplicación de la ley, las tragedias familiares y los agravios personales que se viven por esa causa. Pero también lo es, la convicción de que el cacicazgo, de que los abusos en el campo, en el sentimiento de nuestros indígenas, en las ofensas a la dignidad de los mexicanos, tienen como origen el incumplimiento de la ley, la corrupción y la aceptación de la ilegalidad.”
Luis Donaldo, fue un Juarista de corazón, y lo enfatizaba frente a los liberales mexicanos: “He propuesto, una profunda reforma del Poder Judicial, para devolver la confianza a los ciudadanos en sus instituciones y en su gobierno.”…Ante ustedes, quiero reiterar que asumir los ideales de Juárez es comprometerse con el Estado de Derecho, con las libertades, la democracia y la defensa de la soberanía” (5).
Luego entonces, ciudadano y comunidad; responsabilidad y honestidad individual, de gobierno y esfuerzo colectivo; vida privada y participación pública; generación de riqueza y elevación del bienestar social, entre otras cosas, eran los aspectos que daban forma a la mística de Colosio. No era el “neoliberalismo” con el que pretendieron confundir sus ideales, sino el liberalismo de la sociedad, donde el Estado: “…tiene el propósito de hacer que el ciudadano alcance plenamente su condición de hombre libre, que se beneficia de la vida en comunidad y que aporta a ésta (op.cit. (2).”
En cada idea y palabra, Colosio exhibió su profundo amor a México y su confianza en la buena fe y capacidad de los mexicanos y a su partido principalmente, para cambiar y eliminar todo aquello que le hiciera daño al país, incluyendo los enemigos que operaban en la clandestinidad. Y su discurso del 6 de marzo de 1994, el que se prestó a la manipulación malintencionada y se le adjudicó una intención jamás siquiera imaginada en Colosio, si bien es cierto que ahí habló fuerte de la realidad mexicana, -con más énfasis que nunca- y nos constó a quienes estuvimos en ese evento -, jamás lo consideramos los priistas que le conocimos como un acto de confrontación al gobierno y menos contra quien siempre le había apoyado en toda su vida política; más bien lo fue de honestidad y de lealtad a sus convicciones, dejando un compromiso a todos los presentes.
Y lo hizo, hasta en su último discurso en Tijuana, BC, el 23 de marzo de 1994, donde enfatizó su convicción como mexicano y como miembro distinguido del PRI:
“…Vamos a ganar porque sabemos lo que es la competencia política”. Nosotros no le tememos a la competencia política…rechazamos la incompetencia política. Vamos a seguir preparándonos. Vamos a fortalecernos. Cada uno de nosotros tenemos una tarea qué asumir; cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad qué cumplir; cada uno de nosotros habrá de darle rostro y presencia a nuestro Partido y a México, en la colonia popular, en el centro laboral, en el centro de convivencia. Y de esta manera, este partido nuestro, este partido organizado, este partido movilizado, habrá de llegar al triunfo. ¡Que viva el PRI¡ ¡Que viva México!” (6).
Después de esas palabras, Luis Donaldo, recibía un balazo por la acción (sola u orquestada) de manos enfermas, resentidas y/o traidoras…fallecía después y… el dolor llegó a todos los priistas y mexicanos. Y en los siguientes meses y años, los detractores del PRI tergiversaron la historia adjudicándole a este partido el atentado[1], cuando que, siempre fueron los priistas--su militancia– los primeros agraviados. La intención fue clara, los enemigos políticos al gobierno, clavaron la espina, inyectaron el veneno en la idea perversa de que la sociedad no asociara la buena imagen de Colosio con las siglas del PRI, porque la intención era borrar cualquier punto a su favor, en alguna oportunidad futura. Pero… la historia tarda y finalmente, pone a cada quien en su lugar y da la razón a quien la tiene.
Luis Donaldo Colosio Murrieta, siempre será el hijo más querido y recordado del PRI y uno de los políticos más respetado de México; por ello su ideario se transmite hoy a todos los puntos del país, a través de la Fundación que el formó y, seguirá siendo un cuadro extraordinariamente valioso perpetuado en sus ideas y actos porque su mensaje, que vale pena leer y reflexionar siempre, nos llega a todos, en especial a las nuevas generaciones a quienes motivó para que hicieran lo mejor en su momento.
Hoy, los jóvenes con los que Colosio debatía las ideas (hace 20 años), a los que dirigió sus palabras, tienen: la conducción del país, representan en las Cámaras a sus Estados y distritos o encabezan municipios, están ocupando posiciones importantes o estratégicas en las empresas públicas o privadas, son aspirantes a ser representantes populares, se están preparando profesionalmente en los centros educativos o son egresados valiosos prestos para servir a México. Son, a los que Colosio les pidió, que nos le faltara nunca: “consciencia y humildad” porque con ello serían hombres de “buena razón” de decisiones objetivas y, actores sensibles al respeto humano.
Gracias y hasta la próxima.
Bibliografía
1.-Colosio, L.D. (1992), V Congreso Nacional de Estudiantes de Economía, organizado por el ITESM, Auditorio «Luis Elizondo» de Monterrey, N.L.
2.-Colosio, L.D. (1992), II foro México Joven, Universidad Iberoamericana, México, D.F.
3.-Colosio, L.D. (1994) Intervención en la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (CONCANACO), durante la comida que le fue ofrecida en la sede del organismo empresarial. México, D. F.
4.-Colosio, L.D. (1992), Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo, Río de Janeiro, Brasil.
5.- Colosio, L.D. (1994), Reunión con los Liberales de México.
Candidato del PRI a la Presidencia de la República
6.-Colosio, L.D. (1994), Reunión con organizaciones económicas campesinas, Casa del General Emiliano Zapata. Anenecuilco, Municipio de Ayala, Morelos
7.-Colosio, L. D. (1994) Diálogo con los vecinos de la colonia Lomas Taurinas. Tijuana, Baja California.
[1]Como se observa, en las ligas de internet , en donde se toman como verdades, al caso, hechos que no son probados y son manejados por ligas virtuales extranjeras, por ejemplo: “La opinión popular que prevalece es que se trató de un complot orquestado y dirigido en el seno del propio PRI, ordenado directamente por el entonces Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, a través de su jefe de asesores, José María Córdoba Montoya. Sin embargo, el último fiscal del caso, Luis Raúl González Pérez, estableció que no existen evidencias sólidas para señalar a nadie más que Aburto como único autor intelectual y ejecutor del crimen, y por ello el gobierno considera cerrado el caso desde el año 2000”. es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_Luis_Donaldo_Colosio_Murrieta. Esas son las aseveraciones que hasta la fecha se publicitan y donde se observa la visión subjetiva, tendenciosa y poco profesional de los hechos. Porque si todo un sistema de impartición de justicia mexicano, no lo probó, menos lo puede hacer un medio español con tan pocos elementos.
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