Los mensajes ocultos de las series de dibujos

 

En algunas producciones aparecen escenas de «bullying», otras incitan al consumismo, otras son sexistas…

 

Por M. J. Pérez-Barco / ABC

 

Una buena parte de los contenidos de las series de dibujos animados que se emiten en la televisión española no son nada inofensivos. Por el contrario, transmiten valores, códigos y conductas perjudiciales para la infancia. Por ejemplo, alguna reproduce hasta el caso de un niño maltratado y agredido sistemáticamente por sus compañeros del colegio, lo que hoy se conoce como «bullying». Esto ocurre en capítulos de la serie «Doraemon», donde el personaje Nobita, un chico desafortunado, algo mezquino y que no es popular, sufre las burlas, abusos y golpes de dos supuestos amigos. En «Bomm and Reds», las burlas de las criaturas Reds a la poca inteligencia de Boom incluso le hacen llorar.

 

Las protagonistas de «Monster High» son chicas maquilladas, con ropas ceñidas, tacones y minifaldas, obsesionadas por salir de compras. En «Totally Spies», incluso, aparecen niñas que hacen verdaderos esfuerzos por adelgazar y están obsesionadas con las rebajas.

 

163 series analizadas

 

Estos son algunas de las observaciones que se extraen de un estudio («Análisis de los dibujos animados emitidos en televisión: personajes, estilos y mensajes») llevado a cabo por dos investigadores del departamento de Dibujo de la Universidad de Granada (UGR). Se trata de un documento pionero: el análisis más completo de series de dibujos animados que se ha efectuado hasta la fecha en España, realizado por la profesora de Audiovisuales e Ilustración Concha Alonso Valdivieso y Jesús Pertíñez López, doctor en Bellas Artes. Han analizado 163 series de dibujos animados (españolas y extranjeras), que se emiten en la televisión de nuestro país, prestando especial atención a 621 personajes que aparecen en ellas. Para ello grabaron cada canal (de un total de 17) durante una semana en horario de protección infantil (de 6 a 22 horas).

 

“Hay extrema violencia en series cargadas de odio y sed de venganza”

 

Los mensajes negativos están ocultos en muchas historias: Niños que insultan a su madre llamándola «culo gordo» y madres que pierden los nervios con facilidad y gritan y pegan a sus hijos. «Shin Chan» es un ejemplo. Buenos amigos que se maltratan física y psicológicamente como única forma de resolver sus problemas hasta el punto de sacarse los ojos («Bob Esponja»). Protagonistas holgazanes, despistados, que van mal en los estudios y nunca obedecen a sus padres («Doraemon»). Extrema violencia en capítulos cargados de odio y sed de venganza («Bakugan»). Una mujer que recibe constantes abusos y denigraciones de un personaje a quien consideran su jefe y su dueño, que además la insulta y agrede físicamente («Los cazadorks»).

 

La violencia

 

Cuesta cree que hasta en una serie tradicional como «El Pato Donald», con la que se han criado varias generaciones, aparecen secuencias de armas y figuras fumando, algo totalmente vetado hoy en el horario televisivo infantil. «El protagonista siempre está malhumorado, es desdichado y tiene un comportamiento agresivo y violento», dice la investigación.

 

La violencia es la trama que siguen el 27% de las series de dibujos animados. Claro que se transmiten otros valores positivos, por ejemplo la amistad en el 29% de las producciones, pero algunos están menos representados: el compañerismo (19,6%) y la educación (17%).

 

La violencia aparece de formas muy distintas. Por un lado, los investigadores hablan de una «violencia justificada» cuando se lucha contra el mal para salvar al mundo. Aunque no resulte aceptable, «creemos que en estos casos esa violencia es más inofensiva porque el niño nunca se va a encontrar en esa situación en su vida cotidiana», explica la profesora Alonso. Son los casos de «Gormit» y «Los cazadorks».

 

El maltrato

 

El problema es cuando la violencia se utiliza para generar tensión y mantener la diversión y la atención.Ocurre en series en las que se da sistemáticamente un maltrato entre amigos del colegio, que tienen una relación de amor odio o que uno es más poderoso y se aprovecha del otro gastando bromas pesadas, burlas, pegando… En «Bob Esponja», Bob maltrata a su amigo Patricio hasta sacarle los ojos. En «Las macabras aventuras de Billy y Mandy», ella es la abusona y él es el abusado. En «Ed, Edd y Edy», Ed es menos inteligente y el que sufre por ello. En estos casos, «el niño sí puede aplicar a su comportamiento esta forma de violencia, sobre todo, si tiene éxito en su vida personal y toma al personaje que ejerce la fuerza como un modelo de comportamiento, como un personaje que triunfa porque tiene poder», explica Concha Alonso.

 

Los investigadores también han detectado que sólo el 1,2% de las series de dibujos animados identifica la edad a la que van dirigidas. Y eso que la Ley General de Comunicación Audiovisual obliga a que todo contenido audiovisual debe disponer de una calificación por edad. Algo a lo que también se han comprometido las principales cadenas en el Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia.

 

“En algunas series hay sexixmo, violencia, sexo y alcohol”

 

«Quizá no sea necesario identificar la edad en series destinadas a todos los públicos. El problema ocurre cuando esa distinción no se hace correctamente», citan los investigadores. Son los casos de «Los Simpson», calificada para todos los públicos, y de «American Dad», que indica «recomendada para mayores de 13 años». Algo que los investigadores ponen en duda pues el contenido de esta serie resulta «demasiado duro», ya que hay sexismo, violencia, sexo y alcohol.

 

Protagonistas holgazanes

 

«Los protagonistas son alcohólicos, holgazanes, utilizan a sus mujeres como objeto y ellas se muestran complacientes… Un niño al que se le ofrece este comportamiento como algo gracioso y heroico sólo puede comprenderlo de forma literal, ya que aún no tiene suficiente criterio para diferenciar la ficción de la realidad», indica el estudio. «Creo que actitudes como éstas no son apropiadas para niños de 13 años», valora la profesora.

 

Hay aspectos que se echan en falta en estas producciones. No existe diversidad cultural. «El 80% de los personajes son de raza blanca, y eso no se corresponde con la realidad», dice Alonso. La raza negra está representada con estereotipos (labios gruesos y nariz grande). Y no hay ninguna serie donde el protagonista sea un niño con discapacidad, sólo un 3% incluye algún personaje.

 

Falta igualdad de género

 

Por cada personaje femenino de las series de dibujos animados existen dos masculinos. Además, ellos suelen ocupar los personajes principales, mientras el papel de ellas queda relegado normalmente al de meras compañeras del protagonista o del villano, o como madres o novias. Aunque empiezan aparecer mujeres que también son exploradoras, pilotos, espías secretas, detectives y heroínas.

Sin embargo, muchos personajes femeninos son el de chicas presuntuosas, preocupadas por su aspecto físico y por agradar a los demás. Aunque entre sus cualidades destaca su inteligencia porque suelen hacer una reflexión sobre sus situaciones y el modo de resolverlas.

Los personajes masculinos suelen ser inteligentes y hábiles, que saben desenvolverse en situaciones extremas. Pero llama la atención que lo más frecuente es que no ejerzan ninguna profesión, ni estudien ni trabajen.

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