Por Patricia López/Gaceta UNAM
Los contenidos de Internet son un desafío del mundo global que deben autorregularse para evitar discursos de odio, discriminación y desinformación, pero a la vez deben mantenerse como ejercicio de derechos y libertades, señalaron expertos en el Seminario Internacional Moderación de Contenidos en Internet, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y la Asociación de Internet MX (AIMX).
“En este tema debe haber prevención y colaboración, atención y proximidad social”, recomendó Oliver González Barrales, comisionado de la Guardia Nacional, quien recordó que en el crimen cibernético, la evidencia está en manos de terceros, quienes proveen el acceso a Internet, y sin evidencia se complica el ejercicio de la justicia.
Durante la mesa 2: Rol de Intermediarios de Internet y Usuarios: Libertad de Expresión, Discurso de Odio, Discriminación y Desinformación, moderada por Isabel Davara Fernández de Marcos, de la AIMX, Angélica Contreras, de la asociación Cultivando Género, consideró que la moderación de contenidos en Internet tiene que ser vista desde un enfoque de las múltiples partes interesadas e incluir a todas las personas actoras que debemos estar trabajando en estos temas, pues no existe una neutralidad.
Íñigo Fernández Baptista, de Facebook, señaló que en esa red social participan 1.73 mil millones de personas, y se trabaja para reducir el abuso, pues remueven contenido dañino y lenguaje despectivo. Se pronunció por continuar con los terceros verificadores para tener mejores prácticas y un respeto a las garantías individuales.
Martha Tudón Maldonado, de la organización Artículo 19, sostuvo que aunque los espacios de Internet son de empresas privadas, se convierten en ejercicio de derechos y libertades, por lo que una moderación centralizada de contenidos afecta a poblaciones vulnerables.
Gustavo Gómez Germano, de Observacom, criticó que la moderación de contenidos en Internet la hace un solo actor, las empresas trasnacionales que afectan al Internet libre y abierto, y resaltó que actualmente existen reglas opacas y censura.
Eleonora Rabinovich, de Google, opinó que Internet puede potenciar derechos y dijo que las empresas deben ser flexibles y tener autorregulación.
Comercio digital
En la mesa 3 del evento, titulada Intermediarios de Internet, Innovación y Futuro Digital: ¿Hacia Dónde Vamos?, moderada por Nuria González Martín, del IIJ, Cindy Rayo Zapata, de la Secretaría de Economía, destacó la relevancia de desarrollar más en el país los marcos regulatorios para impulsar a las pequeñas empresas en el comercio electrónico regional. Recordó que el nuevo Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tiene un apartado donde precisa la importancia de las plataformas digitales para el crecimiento del comercio digital.
Raúl Echeberría, titular de la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI), refirió que existen 500 millones de usuarios de Internet en América del Norte, por lo que el T-MEC es un acuerdo de avanzada con cláusulas de comercio digital.
Anahiby Becerril Gil, del posgrado en Derecho de la UNAM, asentó que el T-MEC es un habilitador para las pequeñas empresas, pero hay que respetar la ciberseguridad con cautela, para que no se impongan barreras a derechos como la libertad de expresión.
Javier Juárez Mojica, del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), mencionó que dicho tratado es una oportunidad que facilita intercambios de servicios digitales, y podría ser un detonador para que México se convierta en un exportador de servicios digitales, aunque falta infraestructura para la conectividad, algo con lo que el IFT está comprometido.
Joan Barata, de la Stanford Law School, expresó que México tiene la oportunidad de incorporar en su marco jurídico un principio de regulación de plataformas digitales, pero deberá ser una regulación escalonada, con autorregulación para mejorar la competencia.
Por último, Christian O’Flaherty, de Internet Society, se pronunció por habilitar oportunidades para que se incremente el comercio digital y crear en este ecosistema un entorno favorable para innovar e involucrar a todas las partes.