Nuevos análisis confirman que los pocos restos que se conservan del Führer son realmente del líder nazi
Por David Ruiz Marull/La Vanguardia
Adolf Hitler está muerto y bien muerto. ¡Vaya sorpresa! , dirán algunos. Otros lo verán normal para alguien que nació el 20 de abril de 1889, que hoy tendría 129 años y que las versiones oficiales dicen que se suicidó en su búnker de Berlín el 30 de abril de 1945. La gracia de la historia que les voy a contar es que, ahora sí, está confirmado. Que el Führer no escapó de Alemania para refugiarse en Sudamérica, si no que falleció en la Cancillería cuando las tropas soviéticas ya estaban a apenas unos centenares de metros.
Hubo muchos rumores e hipótesis rocambolescas sobre la presunta fuga de Adolf Hitler y su esposa Eva Braun. Teorías que afirmaban que los cuerpos que se encontraron durante la mañana del 4 de mayo de 1945 no eran suyos. Pero la realidad se ha impuesto a la ficción. La KGB los cogió y los destruyó casi totalmente, evitando, además, uno de los grandes miedos que el líder nazi le confesó a su ayudante Otto Günsche: ser exhibido en el “museo de cera de Moscú”.
Hubo muchos rumores e hipótesis rocambolescas sobre la presunta fuga de Adolf Hitler y su esposa Eva Braun
Solo sobrevivieron unos pocos dientes. “Después de la autopsia, que los soviéticos hicieron el 8 de mayo de 1945 en Berlín, las autoridades rusas decidieron enviar la mandíbula de Hitler a Moscú para proceder a su identificación. Pidieron a Käthe Heusermann, ayudante del dentista de Führer, y a su técnico dental, Fritz Echtmann, que les ayudaran”, explica un estudio publicado en el European Journal of Internal Medicine .
El 30 de mayo de 1946, los soviéticos llevaron a cabo la operación secreta “Mito” en Berlín para verificar nuevamente los análisis que se habían hecho un año antes para confirmar la tesis del suicidio con cianuro. El equipo ruso había descubierto en el suelo del búnker, escondido unos 50 a 60 centímetros de profundidad, un fragmento de cráneo con un agujero en el mismo lugar donde se encontraron los cuerpos de Hitler y Eva Braun.
#Hitler est bien mort en 1945 à Berlin, et ses restes sont à Moscou. Notre étude biomédicale définitive est à lire ici : https://t.co/cz0DDCDgK8 pic.twitter.com/Fjd1UiEdoq
— Philippe Charlier (@doctroptard) 18 de mayo de 2018
Las características morfológicas han permitido a los científicos de la Universidad de Versalles Saint-Quentin-en-Yvelines deducir que este orificio en el hueso parietal izquierdo corresponde a la salida de una bala, que puede ser la causa de la muerte. La versión oficial siempre dijo que, junto al cuerpo del líder nazi, se encontró una pistola Walther PPK de 7,65 mm.
A ambos lados del fragmento del hueso craneal había depósitos irregulares de color marrón, probablemente procedentes de la tierra en la que se enterraron estos huesos. El doctor Philippe Charlier fue la persona que recibió la autorización para examinar de nuevo los restos del Führer, un fragmento de la mandíbula superior que mide 42×8 mm y que tiene un puente de metal dorado, posiblemente en oro, en el segundo premolar derecho.
Las características morfológicas permiten deducir que el orificio en el hueso parietal izquierdo es la salida de una bala
También se conservan tres fragmentos de la mandíbula inferior -que miden respectivamente 48×20 mm, 30×32 mm y 40×27 mm- que tenían otras prótesis y se caracterizaban por un estado óseo y dental muy degradado, una erosión en el área de los incisivos. Charlier analizó varios elementos con una lupa binocular y notó que todas las prótesis de metal portaban micro y macro estriaciones y micro traumas característicos del uso prolongado.
Después de estudiar elementos como restos de sarro dental recuperados mediante raspado y pasar el cráneo por los rayos X, el especialista francés confrontó los nuevos datos con los publicados anteriormente en documentos de archivo contrastados con los testimonios de la época. A pesar de no disponer de suficiente material para extraer ADN, Philippe Charlier asegura que los restos son los del líder nazi. “Hitler murió en 1945”, concluye.
El especialista francés confrontó los nuevos datos con los publicados anteriormente en documentos de archivo