De las fantasías del Rey Loco en Neuschwanstein al valle del Loira y los bosques de Transilvania, 20 castillos europeos de cuento de hadas
Por Elena Sevillan/El País
1 Castillo de Neuschwanstein (Alemania)
Luis II de Baviera, el Rey Loco, mandó construir el castillo de Neuschwanstein (literalmente La nueva piedra del cisne) en 1866, como refugio en el que alejase del mundo. Siete semanas después de su muerte, en 1886, abrió al público. Esta fantasía romántica situada en los Alpes bávaros, versión idealizada de un castillo medieval alemán, incorpora muchos elementos modernísimos para la época: calefacción central, luz eléctrica, agua corriente caliente y fría y hasta una línea telefónica. Es el edificio más fotografiado de Alemania y recibe 1,4 millones de visitantes al año. Muchos creerán haber entrado en un parque Disney, y hasta puede que esperen toparse con la Bella Durmiente en alguno de sus magníficos salones.
2 Castillo de Chenonceau (Francia)
A Chenonceau se le conoce como el castillo de las Damas porque fue mandado construir por Katherine Briçonnet en 1513 sobre un antiguo castillo renacentista del siglo XI (del que solo permanece la torre de los Marques), embellecido por Diana de Poitiers y Catalina de Médicis, preservado durante la Revolución Francesa por su entonces propietaria, Madame Dupin, y restaurado por Madame Pelouze a finales del XIX. Se alza en el valle del Loira, en el cauce del río Cher, con sus espléndidos jardines, una excepcional colección de pintura y una selección de tapicería de Flandes del siglo XVI.
3 Castillo de Bran (Rumania)
El castillo de Bran es una fortaleza medieval cercana a Braşov, en la frontera entre Transilvania y Valaquia, en Rumania, que debe su nombre y su enorme atractivo turístico al conde Drácula de ficción, el de la novela de Bram Stoker. Es más que probable que el personaje histórico el real, Vlad III Draculea, jamás pisara este castillo, cuya estructura actual fue mandada construir por el rey Luis I de Hungría en 1377. Vlad El Empalador, en rumano Vlad Tepes, habitó el castillo de Poenari, en el centro-sur del país, cuyas ruinas, en lo alto de un acantilado, también pueden visitarse.
4 Alcázar de Segovia (España)
Palacio de cuento de hadas versión castellana, es decir, austera, y uno de los que inspiró el castillo de Blancanieves de Walt Disney. El Alcázar de Segovia, del siglo XII, ha sido fortaleza, palacio real, prisión de estado, Real Colegio de Artillería y Archivo Histórico Militar. Se convirtió en una de las residencias favoritas de los Trastámara, y en uno de los más suntuosos palacios-castillos del siglo XV. Aquí se proclamó reina Isabel la Católica, en 1474, y en su capilla tuvo lugar la misa de velaciones entre Felipe II y Ana de Austria, en 1570. Parece guardar la ciudad, elevado sobre un cerro en la confluencia del Eresma y el Clamores, con su Torre del Homenaje asemejando la proa de un barco navegando entre dos ríos. www.alcazardesegovia.com
5 Castillo de Chillon (Suiza)
Construcción formada por 25 edificios y tres patios protegidos por dos anillos de murallas defensivas. El castillo de Chillon, alzado sobre una roca que se adentra en el lago de Lemán (también conocido como de Ginebra), residencia de los condes de Saboya entre los siglos XII y XVI, es uno de los edificios de carácter histórico más visitados de Suiza (350.000 personas al año según sus autoridades turísticas). Desde finales del XVIII atrajo a pintores como Delacroix, Turner o Courbet. Y a escritores como Victor Hugo, Alejandro Dumas, Gustave Flaubert o Lord Byron, que tituló uno de sus poemas ‘El prisionero de Chillon’. Hay quien ve similitudes entre Chillon y el palacio del príncipe Eric de ‘La Sirenita’ de Disney. www.chillon.ch Christof Sonderegger www.swiss-image.com
6 Castillo de Trakai (Lituania)
Cuenta la leyenda que el castillo de Trakai, la ciudad del lago, capital histórica de Lituania, fue construido por el capricho de Birute, esposa del duque Kestutis, que quería vivir cerca del agua. Para complacerla, el duque ordenó, a mediados del XIV, levantar esta edificación de estilo gótico en una península rodeada de lagos, conectados por un canal de 12 kilómetros. Salas, galerías, vidrieras, frescos, pasadizos secretos. Y un puente de madera de 300 metros de largo. En el siglo XVI se convirtió en prisión para nobles; en 1962, restaurado, pasó a formar parte del Museo de Historia de Trakai. A menudo acoge torneos medievales, conciertos y ferias de artesanía.
7 Castillo de Egeskov (Dinamarca)
Considerado uno de los castillos renacentistas (su estructura actual data del XVI) rodeado de agua mejor conservados de Europa, Egeskov se alza en la isla danesa de Fionia, al sur de Odense, pisando una alfombra verde de 200.000 metros cuadrados dividida en varios jardines. Forma parte de un complejo turístico con diferentes museos: de automóviles antiguos, de motocicletas antiguas, de coches de caballos, de aparatos voladores, de coches de bomberos y otros vehículos de emergencia de la marca danesa Falck. El conde Michael y la condesa Margrethe Ahlefeldt-Laurvig-Bille, actuales propietarios, se han reservado un área para uso privado. El resto, la mayoría, está abierto al publico.
8 Palacio da Pena (Portugal)
Su colorida silueta es uno de los iconos de Sintra, villa cercana a Lisboa. Su romántica imagen, con su singular mezcla de estilos y corrientes estéticas que roza lo extravagante, está hecha a golpe de azulejos típicamente portugueses, motivos mudéjares y manuelinos integrados con torres góticas, mobiliario barroco. Lo mandó construir en el siglo XIX el rey Fernando II, sobre las ruinas de un monasterio de frailes jerónimos, como regalo para su esposa María II de Portugal. Está encaramado a una montaña, por cuyas laderas se extiende un parque inglés con miles de especies botánicas procedentes de todo el planeta.
9 Castillo de Hohenwerfen (Austria)
Esta fortaleza medieval se yergue sobre una colina por encima del pueblo Werfen, en el valle de Salzach, a unos 40 kilómetros al sur de Salzburgo (Austria), como un nido de águilas del siglo XI. El castillo de Hohenwerfen ha sido residencia, base militar e incluso campo de entrenamiento de la policía rural austriaca hasta 1987. Fue escenario de la película ‘Sonrisas y lágrimas’ (1965) y, más recientemente, inspiración para la ambientación del videojuego Call of Duty: Black Ops 3. Organiza exhibiciones de vuelo de cetrería.
10 Castillo de Ashford (Irlanda)
El más antiguo de los castillos de Irlanda (erigido en 1228), es hoy un lujoso hotel de cinco estrellas, después de que la propiedad viviera dos ampliaciones de estilo victoriano y creciera en 110 kilómetros cuadrados gracias a sir Benjamin Lee Guinness, en el siglo XIX, y de que su hijo, lord Ardilaun, decidiera otra expansión, de estilo neogótico. Situado cerca de Cong, Condado de Mayo, a orillas del lago Corrib, ha tenido huéspedes de renombre a lo largo de su historia como El Rey George V y la Reina Mary, John Lennon, Oscar Wilde, el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, John Wayne, Brad Pitt, los príncipes Rainiero y Grace de Mónaco. www.ashfordcastle.com
10 Castillo de Ashford (Irlanda)
El más antiguo de los castillos de Irlanda (erigido en 1228), es hoy un lujoso hotel de cinco estrellas, después de que la propiedad viviera dos ampliaciones de estilo victoriano y creciera en 110 kilómetros cuadrados gracias a sir Benjamin Lee Guinness, en el siglo XIX, y de que su hijo, lord Ardilaun, decidiera otra expansión, de estilo neogótico. Situado cerca de Cong, Condado de Mayo, a orillas del lago Corrib, ha tenido huéspedes de renombre a lo largo de su historia como El Rey George V y la Reina Mary, John Lennon, Oscar Wilde, el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, John Wayne, Brad Pitt, los príncipes Rainiero y Grace de Mónaco. www.ashfordcastle.com
11 Castillo de Eltz (Alemania)
Construcción medieval con ampliaciones de estilo románico y gótico tardío, muy bien conservada y convertida en una de las mayores atracciones del estado de Renania-Palatinado (Alemania). El castillo de Eltz se alza entre colinas, en una roca a 70 metros sobre las aguas del río Mosela, y pertenece a una comunidad de herederos, lo que significa que está dividido en tres partes separadas, una por cada rama de una misma familia que ha ido heredándolo desde el siglo XII, durante 33 generaciones. Los complejos de edificios correspondientes a las familias Rübenach y Rodendorf están abiertos al público, mientras que la rama Kempenich ocupa sus dependencias. www.burg-eltz.de/en/
12 Castillo de Frederiksborg (Dinamarca)
Considerado el mayor ejemplo del Renacimiento danés, el castillo de Frederiksborgk fue construido en Hillerod, ciudad del norte de Selandia, entre los siglos XVI y XVII, a mayor gloria de la monarquía danesa. El palacio más grande de Escandinavia descansa sobre tres islotes del Lago del castillo (Slotsso) y alberga un Museo de Historia Nacional que ocupa 80 de sus estancias y fue fundado gracias a J. C. Jacobsen, el propietario de la cervecera Carlsberg, que pagó la restauración del edificio después de que sufriera un incendio en 1859. En el centro del patio exterior se encuentra la fuente de Neptuno, de principios del XVII. Rodeando el castillo, un cuidado jardín barroco.
13 Castillo de Chambord (Francia)
El castillo más grande del valle del Loira fue concebido como pabellón de caza para el rey Francisco I, que no lo vio terminado. Las obras, trufadas de interrupciones, no se completaron hasta el siglo XVII, con el reinado de Luis XIV, que residió en el ‘château’ en varias ocasiones. Actualmente es propiedad del Estado francés y está abierto al público, que disfruta de esta enormidad construida a golpe de “elementos tradicionales de la arquitectura medieval francesa con préstamos del Renacimiento italiano”, como explica su web. La escalera de Chambord es una obra maestra del Renacimiento francés. El parque forestal que lo rodea, cercado con muros, es, con sus 50 kilómetros cuadrados de extensión, el mayor de Europa de sus características. www.chambord.org
14 Castillo de Hohenzollern (Alemania)
El castillo de Hohenzollern, en la cumbre del monte homónimo, a 50 kilómetros al sur de Stuttgart (Alemania), vinculado a los orígenes de la dinastía Hohenzollern, es la suma final de tres castillos: un primero construido en el siglo XI y destruido en 1423 tras un asedio durante la conquista de Suabia; un segundo, de mediados del XV, que cayó en el abandono y del que solo queda la capilla de San Miguel; un tercero, el actual, del XIX, inspirado en el neogótico inglés y en los castillos del Loira, aunque respetando la planta medieval de su antecesor. En sus bajos se muestra un tesoro entre el que destaca la suntuosa Corona de Guillermo II.
15 Castillo de Peles (Rumanía)
Sinaia, localidad de los Cárpatos, en Rumania, a los pies de los montes Bucegi, en el valle de Prahova, tiene como emblema el castillo de Peles, del siglo XIX: un palacio que combina los estilos neogótico y neorrenacentista alemán. Una demostración de poderío del Rey Carlos I que se traduce, de puertas para dentro, en arañas de cristal de murano, vidrieras ricamente decoradas, balaustradas de marfil, vajillas de porcelana de Meissen y Sevres, obras de arte, muebles de teca de la India… Fuera, bosques de abetos, jardines y esculturas de Romanelli. Los reyes quisieron tener corriente eléctrica, proporcionada por una pequeña central hidroeléctrica en el río. José Fuste Raga AGE
16 Castillo de Torrechiara (Italia)
En 1448, Pier Maria Rossi II, conde de San Secondo, mandó construir el castillo de Torrechiara entre colinas, a unos 18 kilómetros de Parma, con la doble misión de ser fuerte defensivo y palacio. Combina elementos medievales y del Renacimiento italiano, y está considerado uno de los castillos mejor conservados de Italia. Era la mansión de la amante del conde, Bianca Pellgrini, y su sala más conocida es la Camera d’Oro, decorada con pinturas eróticas. Aquí se rodaron algunas secuencias de la película ‘Lady Halcón’ (1985), protagonizada por Michelle Pfeiffer.
17 Castillo Bojnice (Eslovaquia)
Hay un festival de fantasmas y espíritus que se celebra entre abril y mayo, y visitas nocturnas alumbradas por velas y antorchas, para vivir más intensamente los misterios del castillo de Bojnice, en la región de Nitra, en el centro de Eslovaquia, con su cueva subterránea y leyendas como la del pozo de agua milagrosa adyacente a la fortificación. Sus orígenes datan del siglo XII: lo que comenzó siendo una construcción de madera ha pasado por sucesivas ampliaciones hasta alcanzar su actual estilo romántico, parecido al de los castillos del Loira. El conde Pálffy, su propietario desde 1852, quiso que a su muerte abriera al público, conservando sus obras de arte. Cumpliendo sus deseos, Bojnice se convirtió en museo en 1950. Libortom Getty Image.
18 Castillo de Warwick (Reino Unido)
Descender a las cámaras del siglo XIII y experimentar cómo el octavo conde de Warwick se prepara para la batalla; asistir a una glamurosa fiesta victoriana; conocer el trebuchet, la mayor arma de asedio medieval; pasear por el Peacock Garden entre pavos reales… El castillo de Warwick, que lleva desde el siglo XI mirando las aguas del río Avon, en Inglaterra, está operado por Merlin Entertainments Group, que lo ha convertido en una especie de parque temático para viajar por sus distintas etapas históricas. Su nueva atracción, la Guerra de las Dos Rosas, recrea el conflicto que dividió al país en el siglo XV. www.warwick-castle.com Getty Image.
19 Abadía de Mont Saint-Michel (Francia)
La gran joya del turismo de Normandia, en Francia, es este monte en el estuario del río Couesnon, abierto a la bahía y coronado por la abadía benedictina del Mont-Saint-Michel, que empezó a fraguarse sobre las rocas en el siglo X. La diminuta aldea que tomaba forma a sus pies es hoy un pueblecito copado por hoteles, bares, restaurantes, tiendas de ‘souvenirs’ y pequeños museos. Todo amurallado. Tiene unos 40 habitantes permanentes (entre ellos dos comunidades de monjes y monjas) y recibe tres millones de visitantes anuales. Inspiró el castillo de la película de animación de Disney ‘Enredados’. Su terraza del Oeste es perfecta para contemplar las grandes mareas.
20 Castillo Hochosterwitz (Austria)
El castillo Hochosterwitz es el edificio histórico más emblemático del estado federado de Carintia, al sur de Austria. Se sitúa en lo alto de una escarpada roca, tanto que hay que atravesar 14 puertas para llegar de la llanura a la cima (también funciona un funicular inclinado, que gana en comodidad lo que pierde en encanto). Los registros históricos de este bastión se remontan al siglo IX, aunque el actual, el que ha llegado a nuestros días, data del XVI. Está en manos privadas, abre de abril a octubre, y organiza eventos como talleres de pintura, exposiciones fotográficas, torneos de caballeros medievales o conciertos. www.burg-hochosterwitz.com
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