Llama a rescatar valores y respetar la vida humana
Por: Ramón Rodríguez Rangel
La situación que ha privado en Tuxpan, producto de los actos criminales de los últimos meses, como los que ocurren en muchas partes del país, ¡es terrible! consideró el obispo de Tuxpan, Juan Navarro Castellanos al ser cuestionado sobre la situación imperante en la región, durante la conferencia de prensa celebrada este martes 1 de febrero en la sede episcopal.
El líder espiritual de más de un millón de feligreses católicos en el norte de Veracruz, reprobó los hechos criminales, los que dijo, son lamentables porque son hechos destructivos que van contra los derechos fundamentales de la persona como lo es la vida misma, creando una situación de impotencia en toda la sociedad.
El jefe de la iglesia católica pidió remitirnos al documento que firmaron todos los obispos del Estado de Veracruz en diciembre pasado contra la violencia, en donde la jerarquía católica manifiesta su gran preocupación por el desprecio por la vida, el ser humano convertido en mercancía, en objeto desechable, lo que refleja pérdida de conciencia de la dignidad de la persona humana, y la capacidad de vernos como hermanos.
En el documento de los obispos católicos de Veracruz que suscribió el obispo de Tuxpan, se afirma que el ser humano ha sido campo de batalla de tendencias opuestas: “Una a la humanización y otra a la deshumanización, y que los cristianos sabemos que la solución al problema del mal es más honda y compleja, pero que por encima del mal que oprime al ser humano, está la acción redentora y salvífica de Dios realizada en Jesucristo.”
El documento pastoral consigna el compromiso de los obispos de Veracruz “a trabajar profundamente por la humanización y restauración del tejido social, convencidos del valor que tiene toda vida humana, vida llamada a participar de la plenitud de la vida divina, porque Dios no quiere que nadie se pierda sino que todos se conviertan y tengan vida”.
Finalmente el vicario de Jesucristo en Tuxpan, convoca a rescatar los valores humanos, el amor al prójimo, a tener fe y temor a Dios, creciendo en la fe y el amor a Cristo.
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