Por Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
En otro momento he hablado de la Universidad Veracruzana, de sus avances y logros a través de 68 años de existencia, del esfuerzo de quienes la han dirigido y con ello depositado su mejor contribución en cada etapa para hacer de ésta una de las mejores instituciones de Educación Superior, en el plano nacional e internacional; y también lo he hecho, en algunos artículos, al recordar a uno de los mejores rectores que ha tenido la misma, como fue el caso del amigo de muchos universitarios, el Dr. Roberto Bravo Garzón, a quien por cierto se le debe su homenaje.
Pero hoy retomo el tema a colación del tercer informe de labores (del segundo período) del Rector, Dr. Raúl Arias Lovillo, realizado el pasado 3 de septiembre del presente, porque creo que es de justicia, que así como algunos ingratos universitarios sólo utilizan los medios de comunicación para denostar, criticar y ofender a los miembros de esta comunidad, también es necesario que el pueblo de Veracruz, reconozca el esfuerzo que representa para cada administración universitaria dirigir, mantener y enaltecer su quehacer todos los días, para cumplir con creces la misión que se tiene, ya sea como: autoridad, directivo, alumno, docente, artista, investigador, personal de confianza, administrativo o de servicio.
La Universidad Veracruzana, habrá de cumplir el próximo 11 de septiembre, 68 años de existencia. Sus 20 rectores a través de cada década han sido: a) en los 40: Lic. Manuel Suarez Trujillo y Lic. Gabriel Garzón Cossa; b) en la de los 50: Lic. Arturo Llorente González, Lic. Ezequiel Coutiño Muñoz; Lic. Rómulo Campillo Reynaud, Lic. Aureliano Hernández Palacios, Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán; c) en la de los 60: Dr. Fernando Salmerón Roiz, Lic. Fernando García Barna, Dr. Carlos Díaz Román, Lic. Antonio Campillo Sánchez: d) en los 70: Dr. Rafael Velazco Fernández y Dr. Roberto Bravo Garzón; e) en los 80: Lic. Héctor Salmerón Roiz, C.P. Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, Dr. Salvador Valencia Carmona; e) en los 90: Lic. Rafael Hernández Villalpando, Lic. Emilio Gidi Villarreal, Dr. Víctor Arredondo Álvarez; y en la primera y segunda década del presente siglo: Dr. Víctor Arredondo Álvarez (segundo periodo) y Dr. Raúl Arias Lovillo (primero y segundo periodo).
Así mismo, los gobernadores que han compartido esa responsabilidad de fundar y hacer crecer a nuestra Alma Mater y que han ofrecido su apoyo incondicional en cada etapa han sido: En la década de los 40: Jorge Cerdán Lara, Miguel Aguillón Guzmán (sustituto), Adolfo Ruiz Cortines, Ángel Carbajal Bernal (sustituto); en la década de los 50: Marco Antonio Muñoz Turnbull; en la de los 60: Antonio Modesto Quirasco, Fernando López Arias, Rafael Murillo Vidal; en la de los 70: Rafael Hernández Ochoa; en los 80: Agustín Acosta Lagunes, Fernando Gutiérrez Barrios; en la de los 90: Dante Delgado Rannauro (sustituto), Patricio Chirinos Calero, Miguel Alemán Velasco; en la primera década del 2000: Fidel Herrera Beltrán; y la segunda década del presente siglo, Javier Duarte de Ochoa.
Desde su minúscula matrícula cuando nace en 1944 concentrada en sus entidades académicas: Facultad Jurídica, Departamento de Arqueología, Escuela de Enfermería y Parteras, Facultad de Bellas Artes, Escuelas de Bachilleres de Jalapa, Veracruz, Orizaba, Córdoba y Tuxpan ha recorrido el tiempo, venciendo limitaciones económicas en algunas etapas en otras, con boyante expansión, como lo fue en la década de los 70 y 80. Pero a partir de las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI, enfrentando retos importantes, producto de las crisis generales que han sometido a la educación superior al suplicio de la mendicidad de los recursos, para cumplir con la oferta educativa y con gran esfuerzo, sus funciones sustantivas: docencia, investigación y difusión de la cultura. Pero siempre de pie nuestra Universidad Veracruzana, asumiendo su responsabilidad de formar universitarios con calidad y competitividad como lo exigen los nuevos tiempos.
La Universidad Veracruzana ha cumplido y ha llegado a la segunda década del presente siglo: autónoma, madura, fraguada y sobretodo excelsa, cumpliéndole con creces a miles de generaciones que han egresado de sus aulas, continuando hasta el presente y lo seguirá haciendo en el futuro, sobresaliente y vanguardista de los cambios que la modernidad imprime y contribuyendo permanentemente al desarrollo y engrandecimiento del Estado de Veracruz y de la Nación. Es decir, la Universidad Veracruzana, nació y sigue operando en: las artes, en la ciencia y en la luz del conocimiento y de la verdad.
Y retomo fragmentos del discurso que pronunciara el Rector Raúl Arias Lovillo a la comunidad universitaria, el pasado 3 de septiembre, con motivo de su tercer informe de labores, acto que atestiguó el Gobernador de Veracruz Dr. Javier Duarte de Ochoa, con la presencia de autoridades universitarias, ex rectores, sus similares de universidades vecinas, miembros de la Junta de Gobierno, doctores honoris causa, teniendo como invitados también a la ANUIES, el CONACYT, legisladores locales y federales, líderes de los sindicatos universitarios y la distinguida presencia de sus académicos, funcionarios, representantes alumnos, intelectuales, y diversas personalidades reconocidas por sus trayectorias en las ciencias, en las artes y en la vida pública.
El Dr. Arias, habló fuerte y me sorprendió gratamente la forma en que planteó, con absoluta honestidad, congruencia y crudeza, (cosa que no había oído, creo que desde los tiempos de Roberto Bravo), la realidad que rodea a las Universidades e Instituciones de educación superior del país, haciendo notar las grandes necesidades que ahora padecen éstas y que la Universidad Veracruzana no ha estado exenta en su historia y hasta el presente, de esos embates, cito:
“La realidad es que en estos años, en la educación superior del país, se han producido importantes avances y transformaciones cuantitativas y cualitativas. Sin embargo, a pesar de los importantes avances, persisten graves problemas en la educación superior…En materia de cobertura no alcanzamos los niveles deseables, ni tampoco estamos en condiciones de resolver dos fenómenos implícitos a dicha limitación cuantitativa; me refiero al hecho de que todavía la educación superior no contribuye a reducir suficientemente la desigualdad social y aun no apoya con toda su capacidad a elevar la competitividad del país…Estas son algunas de las razones por las que los rectores miembros de la ANUIES, hacemos particular hincapié en la necesidad de resolver los problemas que generan la falta de una política de Estado para la educación superior, la ciencia y la tecnología; advertimos de los alcances limitados en cobertura, de la falta de correspondencia entre la regulación vigente y el tamaño y diversidad del sistema, de la subsistencia de universidades con baja calidad y escasa pertinencia académica, pero, sobre todo, de la insuficiencia de recursos financieros para la educación superior y la investigación del país”…“En varios sentidos se puede decir que avanzamos sin progresar, que progresamos sin transformar”.
Pero también estableció el Rector, su posición sobre ciertas exigencias, que habrán de cambiarse para que la Universidades públicas sean realmente dignas receptoras de la confianza de los padres y jóvenes mexicanos, que confían su formación para darles herramientas y puedan insertarse con facilidad a la vida productiva de Veracruz y de México.
“La exigencia de una “nueva generación de políticas públicas en materia de educación superior” no es un recurso retórico de las comunidades universitarias del país…Expresa, en primer lugar, una demanda colectiva justa, que busca que las universidades públicas no sólo sean pertinentes, emprendedoras, transparentes, innovadoras y de calidad, sino que sean instituciones generadoras y distribuidoras sociales del conocimiento…Universidades capaces de contribuir a los procesos civilizatorios, de respaldar la competitividad y el desarrollo económico de la sociedad, a través de la formación de profesionales capacitados, con vocación de ciudadanos libres y comprometidos, así como instituciones que contribuyan a la gobernabilidad democrática. La ANUIES ha sido depositaria de la experiencia y de las aportaciones de las instituciones de educación superior. Es ahí, a partir de sus deliberaciones, donde se ha gestado esta visión colectiva que hemos puesto a consideración del futuro presidente de México”.
Y en relación a la Universidad Veracruzana, el Dr. Arias, argumentó:
“…en nuestra casa de estudios, experimentamos los efectos de los cambios en la demografía nacional; en los inicios de los años ochenta, ya éramos una institución que rebasaba los 50 mil estudiantes…La Universidad Veracruzana estableció una estructura académica y organizativa adecuada a la masificación, se crearon nuevas entidades, se diversificaron las carreras, se elevó el número de académicos, se establecieron programas de estímulos a profesores e investigadores, se llevó a cabo la desconcentración de las facultades a las regiones, la difusión cultural se constituyó en una de las principales fortalezas de la institución”…Fueron años importantes para nuestra casa de estudios: en lo externo se implantaban los mecanismos de evaluación y las nuevas políticas educativas en el nivel superior, y se incrementaban las universidades privada”.
“Al mismo tiempo que la UV realizaba cambios en su organización interna, buscando adaptarse a las nuevas circunstancias, la grave crisis financiera nacional provocó que en los años siguientes se produjera un decremento en la matrícula a 47 mil estudiantes…No obstante, la Universidad Veracruzana no cejó en su empeño de ocupar un lugar central en el sistema educativo nacional, para consolidar un proyecto educativo de calidad, comprometido social e institucionalmente con Veracruz”…En esas condiciones, en la década de los años noventa emprendimos una nueva transición”.
“Sin duda, en ella contribuyó la autonomía otorgada en 1996, construcción jurídica que permitió a la comunidad universitaria iniciar un proceso de profundas transformaciones académicas…La generación de la autonomía a la que pertenezco, empeñada en ese propósito de trascendencia, ha logrado combinar tradición y modernidad, ha sumado a estos esfuerzos a las generaciones de ayer y las de hoy, agregando visiones plurales y diversas…Esto es lo que nos permitió emprender obras importantes de infraestructura, la elaboración de proyectos y programas renovadores, así como propuestas que han rebasado la simplificación del conocimiento y que han despertado la imaginación y el ansia por el saber complejo de estudiantes y profesores”.
Luego entonces, ¿de qué manera la universidad Veracruzana ha sorteado los problemas en la última década? , siendo que los presupuestos han sido no sólo limitados sino reducidos sustancialmente y con crisis económicas estatales que se han enfrentado sin lloriqueos y con alto grado de responsabilidad. Ante eso la respuesta la encuentro en las palabras del Rector:
…”La Universidad Veracruzana; dio lugar a una nueva política institucional; una política que hoy prosigue los aciertos de mis antecesores, toda la cual fue construida paso a paso, con el trabajo de todos los universitarios. “…”Puedo asegurar, con absoluta certeza, que estos años han sido de una potente, expansiva y extraordinaria creatividad intelectual, científica, cultural y artística…Ha predominado entre nosotros la unidad en torno a los valores de la autonomía y la libertad de cátedra, y juntos, hemos reafirmado el compromiso de realizar una educación de calidad y de estrecha vinculación con la sociedad veracruzana”…”A partir de 2005, vivimos una nueva etapa…Hicimos nuestra propia agenda universitaria: nuestra matrícula nunca ha vuelto a decrecer…De 2005 a 2011, crecimos en un 33 por ciento. Pasamos de 41 mil a 55 mil estudiantes. Aumentamos la inscripción de los alumnos de primer ingreso de 10, 625 a 13, 525, es decir, un 26 por ciento. Y ahora, con el apoyo del gobernador del estado, sumaremos mil 800 estudiantes más de nuevo ingreso”
“…Diversificamos y regionalizamos nuestra oferta educativa, de 140 a 180 programas educativos…Entre 2005 y 2012 el número de académicos de tiempo completo aumentó un 20 por ciento, es decir, de 1,616 a 1,952. Gracias a estos programas, el 33 por ciento de los profesores de tiempo completo son reconocidos a nivel nacional por su perfil integral. De 195 que tenían perfil deseable PROMEP en 2005, hoy contamos con 895, lo que evidencia un incremento del 459 por ciento. En esta línea de la academización de la Universidad Veracruzana, hemos becado a 339 académicos en los principales programas de posgrado nacionales e internacionales. Esto explica que el estímulo individual haya dado resultados positivos para la UV. Existe un dato alentador: el crecimiento de la calidad se refleja en el hecho de pasar de 6 a 22 cuerpos académicos consolidados. Con este crecimiento cuantitativo y cualitativo, nuestros académicos han alcanzado la madurez intelectual para enfrentar los retos que implica la permanente innovación académica”. (Arias, 2012)
Y podría seguir transcribiendo el discurso del Dr. Arias Lovillo, pero mejor deseo concluir con algunos aspectos que también mencionó y que considero vitales para el fortalecimiento y legitimación de la educación superior en el Estado de Veracruz y que corresponde a algo que distingue a la Universidad Veracruzana de otras y que me consta, porque también he vivido en algún momento como funcionaria de Rectoría, catedrática o Directora de Facultad, lo que es luchar todos los días para enaltecer el nombre de esta institución y es el: evaluar y asegurar que los programas académicos de las licenciaturas y posgrados, se ajusten a las certificaciones nacionales para que le garanticen así a los alumnos y a sus padres (que son los que pagan su educación mayoritariamente) que están recibiendo educación de calidad y sobre todo que serán aceptados por su legitimidad en cualquier parte del país.
Y esta acreditación académica es lo que distingue a la UV de otras universidades públicas y algunas privadas en Veracruz, que pueden existir, pero que si no dan garantía de legalidad administrativa y académica y de calidad, se convierten tarde o temprano en verdaderos fraudes para la sociedad , para los gobiernos y el sector educativo que confían en ellas. Por eso es necesario ser más exigente con esas instituciones dudosas, para que entren bajo control, haciendo que: o se acondicionan para que cumplan los mínimos requeridos de la oferta y calidad educativa o se cierran para que no se siga engañando a la sociedad veracruzana con mentiras, promesas y fantasías educativas inalcanzables.
No nos debemos engañar. Una institución de educación superior (pública privada) tiene por fuerza que estar: legalmente registrada, reconocida en su planta docente (de alta certificación) y contar con la infraestructura académica y administrativa idónea inamovible, para satisfacer la educación superior y la misión pedagógica que asume si quiere alcanzar los altos niveles de calidad. Y el reconocimiento se debe ver reflejado en las evaluaciones permanentes de las instancias educativas nacionales, en la eficiencia terminal y su absorción al mercado de trabajo y en los productos académicos, artísticos y de investigación que éstas aportan y que dan prestigio a las instituciones y a las entidades, contribuyendo así a su desarrollo y engrandecimiento.
Por esos y muchos motivos más, le expreso mi felicitación a los universitarios y en especial a sus autoridades, encabezadas por el Dr. Raúl Arias Lovillo y el Dr. Porfirio Carrillo Castilla, Rector y Secretario General de la UV, respectivamente y a todos los miembros de la comunidad universitaria, de la cual formo parte, por los retos vencidos, por los logros obtenidos, por la rendición de cuentas, no solo académicas sino también administrativas y financieras que están a la vista y que dan certeza, identidad y confianza para las generaciones presentes y futuras de Veracruz y de México. Y principalmente gracias al compromiso que hoy hace el Gobernador de Veracruz, Dr. Javier Duarte, de apoyar al engrandecimiento de unas de las mejores universidades públicas del país.
Y desde luego que me felicito también, por pertenecer a esta comunidad universitaria (a la que llegué hace 38 años) de la que me despediré pronto por motivos de jubilación; se que la extrañaré sin duda, pero el tiempo sigue y se debe dar paso a los nuevos eslabones, igual o mejor preparados; pero, toda esta experiencia acumulada, por supuesto que habré de aplicarla a nuevos proyectos de vida.
Gracias y hasta la próxima.