Nos rodean «solo» 19.500 rocas medianas -de cien metros a un km.-, pero los riesgos de un posible impacto con alguno de esos cuerpos siguen siendo prácticamente los mismos
NASA
Las últimas observaciones de la NASA con el telescopio espacial de infrarrojos Wise demuestran que el número de asteroides «medianos» (entre cien metros y un km.) cercanos a la Tierra es bastante inferior a lo que se pensaba. De hecho, en los alrededores de nuestro planeta debe haber unos 19.500 (y no 35.000) cuerpos de esas características. Lo que supone una reducción del 40% sobre las estimaciones anteriores. Por desgracia, los riesgos de un posible impacto con alguno de esos cuerpos siguen siendo prácticamente los mismos.
En un artículo publicado en Astrophysical Journal, Amy Mainzer, investigador principal del proyecto en el Jet Propulsión Laboratory, en Pasadena, afirma que, gracias al último «barrido» del Wise, la agencia espacial ha conseguido también localizar a cerca del 90 por cien de los asteroides de mayor tamaño cerca de la Tierra. Y resulta que, también en este caso, hay algunos menos de lo que se creía.
Lo que no queda claro (hacen falta más estudios) es si la reducción en la cantidad implica también que haya menos asteroides potencialmente peligrosos para nosotros. Por no mencionar el hecho de que el Wise sólo ha estudiado una franja de cielo y los científicos han extrapolado el resultado para llegar al total. En realidad, la mayor parte de esas rocas espaciales tienen aún que ser descubiertas por los astrónomos.
Sin embargo, la investigación tiene un valor incalculable ya que sus sorprendentes resultados proceden del censo más preciso de asteroides cercanos de cuantos se han realizado hasta el momento. Y por cercanos se entiende aquellos que orbitan hasta unos 195 millones de km. de distancia del Sol (la Tierra lo hace a 150 millones de km.) y que por lo tanto se encuentran en las proximidades de nuestro «territorio orbital».
En palabras de Amy Mainzer, la misión «nos ha permitido echar un vistazo a una porción más representativa del número de asteroides cercanos a la Tierra, y realizar mejores estimaciones sobre cómo de numerosa debe ser la población completa. Es como hacer una encuesta a una población, se sondea a un pequeño grupo de personas y se extraen conclusiones sobre todo el país».
981 como montañas
Desde enero de 2010 hasta febrero de 2001, el telescopio espacial Wise escaneó todo el cielo dos veces en el rango del infrarrojo, tomando al mismo tiempo miles de fotografías. Su ventaja principal sobre anteriores campañas de observación realizadas en el espectro visible es que el infrarrojo puede detectar también los objetos más oscuros, ya que «ve» huellas térmicas (que se relacionan con el tamaño) y no propiedades lumínicas.
Los datos del Wise revelan una ligera reducción en el número estimado de asteroides grandes cercanos a la Tierra y afirman haber estimado su número con un 93% de precisión. Estos asteroides, del tamaño de una montaña pequeña, podrían tener consecuencias globales en el caso de que chocaran contra la Tierra.
Y hay 981 (contra los mil de anteriores estimaciones), de los que ya han sido descubiertos 911. Sin embargo, ninguno de ellos representa una amenaza inminente y no serán un peligro real por lo menos durante los próximos cientos de años.
«El riesgo de que un asteroide grande impacte contra la Tierra antes de que podamos encontrarlo y prevenirnos contra él se ha reducido sustancialmente», afirma Tim Spahr, director del Centro de Planetas Menores del Harvard Smithsonian.
Pero la situación es completamente diferente cuando nos referimos a los asteroides de tamaño medio, capaces de destruir por completo un área metropolitana si caen en el lugar adecuado.
Es aquí, precisamente, donde el Wise se ha encontrado con un número sensiblemente inferior al que se pensaba. Wise ha localizado unas 5.200 rocas de entre 100 metros y un kilómetro, y los investigadores estiman que debe de haber cerca de 15.000 más aún por descubrir.
Además, Mainzer y su equipo calculan que puede haber otro millón de asteroides de menos de cien metros cerca de la Tierra capaces de causar algún daño en caso de impacto.