Una nueva investigación señala que mayor extinción masiva ocurrida en la Tierra se produjo en menos de 30.000 años, un suspiro geológico
Por Abc Ciencia
Hace unos 252 millones de años se produjo la mayor extinción masiva sobre la Tierra, conocida como la «Gran Mortandad». Más del 90% de las criaturas marinas y la mayoría de los reptiles que ya se desplazaban por tierra desaparecieron. Incluso las plantas y los insectos generalmente resistentes sufrieron prácticamente una aniquilación. El mundo estuvo a punto de convertirse en un desierto. Aunque las causas de esa catástrofe global no están del todo claras, los científicos coinciden en señalar a unas gigantescas erupciones volcánicas en la región conocida como las trampas de Siberia, en Rusia, que liberaron en la atmósfera miles de millones de toneladas de cenizas y carbono, lo que alteró drásticamente el clima en todo el mundo.
Pero, ¿cuánto tiempo llevó eliminar la gran mayoría de la vida en la Tierra? Un equipo internacional de científicos cree tener la respuesta. Tras analizar siete capas de material volcánico del sur de China a la luz de dataciones radiométricas de alta resolución, análisis geoquímicos y otras técnicas de vanguardia, llegaron a la conclusión de que la extinción que marcó el final del Pérmico se produjo en menos de 31.000 años, apenas un instante según los estándares geológicos. Incluso pudieron haber bastado unos pocos miles de años, aseguran los autores en el «Boletín de la Sociedad Geológica de América».
El estudio también apunta a unas gigantescas erupciones volcánicas, que pudieron haber comenzado unos 420.000 años antes, como la causa del desatre global. Estos eventos pudieron haber reducido significativamente la estabilidad de los ecosistemas del Pérmico Tardío hasta el punto en que un solo incidente extremo finalmente resultase en un colapso repentino del ecosistema.
En los sedimentos
Durante décadas, los científicos han estudiado el límite del Pérmico-Triásico en Meishan, en la provincia de Zhejiang, sur de China. Pero la gran cantidad de tiempo representada por un pequeño espesor de sedimentos hacía difícil discernir si las extinciones fueron abruptas o graduales.
Intervalo del límite Pérmico-Triásico en Penglaitan– NIGPAS
Para lidiar con este problema, los investigadores centraron su atención en la sección de Penglaitan en la región de Guangxi, también en el sur de China. Los sedimentos de Penglaitan se depositaron en aguas tropicales poco profundas, donde se acumularon más de 100 veces más rápido que en las capas de Meishan, lo que hace que la sección sea mucho más gruesa durante un período de tiempo comparable. En otras palabras, solo unos pocos centímetros de roca en Meishan equivalen a metros de sedimento en Penglaitan.
Además de las mayores tasas de sedimentación, la sección de Penglaitan tiene mejores controles geocronológicos y estratigráficos, y una gran cantidad de datos paleontológicos, que permiten el examen de la estructura fina de la extinción y las perturbaciones ambientales coetáneas.
Fósiles marinos
Los investigadores encontraron en Penglaitan al menos 10 grupos fósiles marinos, incluidos braquiópodos, amonoides, esponjas, corales, bivalvos y trilobites. Un total de 29 de las 66 especies del Pérmico identificadas en la sección desaparecieron dentro o en la parte superior de un solo lecho de piedra arenisca rica en cenizas volcánicas. Este ecosistema marino tan diverso desapareció repentinamente durante el momento de la deposición del lecho estudiado.
Las edades radiométricas del volcanismo de las trampas siberianas coinciden con las fechas radiométricas recuperadas de los lechos de cenizas volcánicas conservadas en Penglaitan y Meishan. La superposición de fechas sugiere que los efectos ambientales de los gases volcánicos como el dióxido de carbono, el metano y el dióxido de azufre podrían haber sido mortales. Un calentamiento global letal, los océanos agotados de oxígeno disuelto, la lluvia ácida y la contaminación atmosférica causada por metales pesados habrían dificultado la vida.
La extinción del Pérmico-Triásico se vinculó en el pasado con una época de calentamiento climático rápido, potencialmente producida por el dióxido de carbono y las emisiones de metano de las erupciones masivas de Siberia. Las mediciones de alta resolución a lo largo del intervalo de extinción en masa sugieren un calentamiento sustancial de hasta 10º C inmediatamente después del evento de extinción en masa. «Esto podría explicar el cambio en el tipo de sedimento de calizas en el Pérmico a las lutitas negras del Triásico temprano, lo que indica la anoxia del océano», señalan los investigadores.