Por Andrés Timoteo/Texto Irreverente
LA CHINA DE CHONG
Vaya caso con los representantes de la prensa militante, cercana al priísmo, que no se consuelan porque el gobierno estatal vigente les quitó prebendas y privilegios que durante años disfrutaron. Por eso traen a ‘rajatabla’ a la nueva administración estatal con varios temas, entre ellos la inseguridad que es algo heredado, pero que lo quieren hacer pasar como responsabilidad completa de los actuales funcionarios, como si la mafia hubiera llegado apenas en diciembre pasado.
También usan como ariete mediático los procesos judiciales contra los exfuncionarios del sexenio anterior: no hay detenidos, señalan que el gobernante Miguel Ángel Yunes no ha cumplido su palabra y cuando captura a uno de ellos, pregonan que es un distractor –le llaman “caja china”, usando el término popularizado por la película “La dictadura perfecta” de Luis Estrada”- para ocultar los otros problemas que suceden en el estado.
El término no es convocado inocentemente pues la “caja china” hace referencia a un asunto inventado más que a una ‘cortina de humo’ y es lo que pretenden hacer creer las plumas fidelistas, que la persecución judicial a los saqueadores del erario son acusaciones prefabricadas. La estrategia es sembrar en el imaginario colectivo que lo real son los problemas y errores –que los tiene- de la actual administración y lo incierto son las acciones para aplicar justicia.
Lo anterior tampoco es ajeno al contexto electoral que se registra en Veracruz e incluso, la estrategia para denostar mediáticamente al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares estaría dictada desde la Secretaría de Gobernación con el fin de recrear una imagen negativa del panismo y a la vez, atajar esa bandera electoral contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que invariablemente es el encarcelamiento de personajes de filiación priista o que colaboraron con los gobiernos del tricolor.
Y Yunes ya lleva cinco al hilo: Flavino Ríos, Arturo Bermúdez, Mauricio Audirac, Cesar del Ángel y Francisco Valencia, sin contar con los que están prófugos, pero bajo pesquisa como el propio Javier Duarte, Leonel Bustos y Carlos Aguirre. Si se revisa la hemeroteca, cada detención -a excepción de Duarte- o integración de un procedimiento penal las han descalificado os escribanos fidelistas como si los tipos fueran gente inocente.
En el llamado Palacio de Cobián, según fuentes consultadas en el altiplano, hay un plan para acorralar mediáticamente a gobiernos de oposición que están persiguiendo a exfuncionarios del PRI, no importa que sean consumados ladrones, y los ejemplos más evidentes están Chihuahua y Veracruz. No hay que olvidar que al exgobernador chihuahuense Cesar Duarte Jáquez también el gobierno federal le tendió un ‘puente de plata’ para que lograra escaparse hacia los Estados Unidos ni el espectáculo bochornoso ocurrido la semana pasada en la Cámara de Diputados donde se brindó refugio al exfuncionario Antonio Tarín, acusado de un desfalco de 300 millones de pesos.
A la administración del panista Javier Corral Jurado también la traen bajo metralla por parte de un ala de la prensa que perdió privilegios en Chihuahua. La oficina de Osorio Chong se alió particularmente con un diario editado en la Ciudad de México que tiene una campaña abierta contra el panista de esa entidad y que todos los días pone en cuestionamiento público a Corral Jurado. La alianza Chong con ese medio informativo tampoco es casual porque Javier Corral se negó a continuar con el convenio millonario de publicidad.
Lo mismo sucede en Veracruz donde Osorio Chong tiene una encomienda especial con ese medio de comunicación para resaltar todo lo negativo. A Yunes Linares como a Corral Jurado no pretenden cederles el crédito de encarcelar a sus antecesores y dificultarán, bloquearán o al menos denostarán cada proceso penal o aprehensión de los colaboradores de ambos, a sabiendas que eso perjudica al tricolor en las campañas electorales que están por iniciar, particularmente en Veracruz donde se van a renovar las 212 alcaldías.
Ahí, tener a fidelistas presos, es promocionar que el Revolucionario Institucional prohijó a corruptos. Por eso es que no ha sido detenido aún Duarte de Ochoa y los corresponsales de ese diario capitalino se convirtieron operadores locales de ese entramado. El caso de uno de ellos es de antología, ya que pasó de ser conductor de espectáculos a articulista y hasta le acaban de dar un premio hechizo de periodismo –compartió escenario con el conductor de espectáculos Esteban Arce, lo que incendió el repudio en las redes sociales aunque, bueno, ese “galardón” nunca se ha obtenido por méritos periodísticos-.
Esto es válido, si se ve con optimismo –pues de todo hay en la viña del Señor, como reza el texto bíblico- lo curioso es lo inocultable: desde el año 2012 el señor aparece en los reportes del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) como un acreedor del gobierno estatal, con una cuenta 11206-00001-01472. Aparentemente era ‘aviador” de la Secretaría de Salud y ahora es un crítico por excelencia de quien le retiró la prebenda. De las cosas que uno se entera.
A esto se adiciona que, al igual que Corral Jurado, el gobernante veracruzano no renovó el contrato publicitario con ese diario –que era multimillonario- y que al segundo corresponsal y que al segundo corresponsal de la entidad también le cancelaron las prebendas financieras de las que gozó durante el docenio fidelista. Claro, eso mismo sucede con otros medios informativos y otros tantos reporteros que hoy son los “añorantes de la nómina” como los llaman en el mismo argot periodístico, pero en el caso de este par se rebasa la imaginación.
Por otro lado, en el altiplano se maneja una versión escabrosa: que muchos de los casos de violencia en la entidad serían generados adrede desde la oficina de Osorio Chong con el mismo objetivo: exhibir mediáticamente al gobierno panista en tiempos electorales, lo que es delicado pues entonces se entiende que el mismo gobierno federal estaría en complicidad con organizaciones criminales para provocar hechos sangrientos con el objetivo de vilipendiar una administración panista. Ahora sí, reutilizando el término, el chino Chong le está aplicado la “caja china” a Yunes. ¿No que eran muy cuates?
Envoyé depuis Paris, France