El presidente Felipe Calderón puso en servicio el tramo Avila Camacho-Tihuatlán. Las playas de Tuxpan más cercanas, que Acapulco a la capital.
Discurso del Presidente Calderón al inaugurar el tramo Ávila Camacho – Tihuatlán
Hoy, es un gran día para Puebla y para Veracruz y, en general, para las comunicaciones en México.
Hoy, inauguro este Tramo Carretero Ávila Camacho-Tihuatlán, que en realidad debiera llamarse Tramo Carretero Ávila Camacho-Tuxpan, porque ahora sí va a quedar planita, derechita y bien hechecita toda la carretera, desde este punto hasta Tuxpan, Veracruz.
Y, de hecho, con el ramal que se hace a Ávila Camacho, digamos la bajada para tomar la Carretera Federal, ya queda como un continuo toda la Carretera México-Tuxpan, con lo cual le damos una gran ventaja a todos los mexicanos, sobre todo a los habitantes de esta Zona Norte de Puebla, de la Zona Norte de Veracruz y, también, de la Ciudad de México y el Área Metropolitana.
Por qué razón.
Porque las playas de Tuxpan, Veracruz van a ser las playas más cercanas a la Ciudad de México, incluso, más cercanas que Acapulco. Si a Acapulco se hacen tres horas y media, ahora, cuando se termine el tramo que acabo de visitar antes, se van a hacer dos horas y media nada más entre México y Tuxpan. Algo que no se hubiera imaginado muchísima gente.
Incluso, ahorita, antes de este día, antes de que pongamos en operación este tramo carretero se hacían, más o menos, seis horas de México a Tuxpan o viceversa.
Ya con este tramo carretero, incluso, sin terminar todavía el de Ávila Camacho-Necaxa o Ávila Camacho-Huauchinango, se van a hacer, más o menos, cuatro, con lo cual le estamos dando una muy buena mochada, digamos, al tiempo que se gasta en las carreteras.
Y algo muy importante, amigas y amigos.
Decía yo, amigas y amigos, que esta carretera le va a ahorrar considerablemente camino a los que realicen este recorrido de amplio itinerario. Tan sólo este tramito, digamos, será por lo menos una hora; se hacían dos horas y media, se hará, a lo mucho, una hora y media ya y, quizá, hasta una hora y cuarto.
Y fíjense ustedes, no sólo es el tiempo, es la seguridad de la carretera, son los costos económicos, incluso, comparados con lo que pueda costar al usuario un tramo como éste.
Imagínense ustedes recorrer 70 kilómetros de la vieja Carretera Federal de Ávila Camacho hasta Poza Rica, cruzar todo Poza Rica, con el tráfico de Poza Rica, subir hasta Tihuatlán y ya, entonces sí, tomar la de Tihuatlán-Tuxpan, para hacerlo ahora directamente, una carretera de 48 kilómetros, en lugar de aquellos 70. Si aquello tiene una velocidad promedio de circulación de 50 kilómetros sin considerar el paso por Poza Rica, imagínense ustedes lo que es circular a 110 kilómetros por esta carretera.
Lo que se ahorra en tiempo, que ya he insistido, lo que se ahorra en gasolina, lo que se ahorra en frenos, pero lo más importante, amigas y amigos, lo que vamos a salvar y a ahorrar en vidas humanas.
Porque ustedes saben mejor que yo cuántas vidas se han perdido en ese tramo de la Carretera Federal, de curvas, de barrancas, de precipicios. En fin. Cuántas vidas.
Y lo mismo puedo decir, se podrá decir, en el tramo, el último tramo que queda de la nueva Carretera México-Tuxpan, que es, precisamente, cruzar todas las barrancas del Norte del Estado de Puebla.
Así que, ésta es una gran obra, amigas y amigos, en la cual invertimos una cantidad muy significativa: tres mil 880 millones de pesos; alrededor de cuatro mil millones de pesos, para hacer este tramo de 50 kilómetros.
Y para hacer el otro, que es más chiquito, todavía, vamos a invertirle cuatro mil 400 millones de pesos, un tramo de 36 kilómetros. Para poner en perspectiva, qué tan complicado era hacer esta carretera.
Acabo de inaugurar ayer la ampliación a cuatro carriles de la Campeche-Mérida, que implicó hacer, prácticamente otra carretera, otro cuarto de carretera. Ahí nos echamos un tramito para arrancar, en bicicleta, nos echamos 70 kilómetros, ahí con algunos ciclistas de la zona, y toda esa carretera de 150 kilómetros nos costó como cuatro mil millones de pesos.
Aquí, una carretera de 36 kilómetros nos va a costar más, cuatro mil 400 millones de pesos. Por esa razón, yo creo que no la hacían. Porque era de una complejidad financiera y tecnológica que, por eso, con toda razón, bien decía el Gobernador Moreno Valle, es una carretera que se prometía, y se prometía, y se prometía, años, décadas, es cierto. Yo creo que la México-Tuxpan se viene hablando desde los 80, o 70.
Hoy, esto ya es una realidad. Con este nuevo tramo de Ávila Camacho hasta Tuxpan, y lo será ya todo el camino, en los próximos meses, una vez que se concluya el tramo faltante. Ya falta muy poco. Hoy pusimos, colamos el último pedazo del Puente San Marcos.
Déjenme platicarles de este puente maravilloso, por cierto, que cuando uno va en carretera, no se da cuenta de lo que hay abajo, pero para platicarles. El Puente San Marcos, amigas y amigos, es probablemente el puente con columnas más alto de México.
No es el puente más alto en sí mismo. Porque el puente más alto, no sólo de México, sino del mundo, es el Puente Baluarte, que estamos haciendo allá, en Sinaloa y Mazatlán, y que lo voy a inaugurar, por cierto ya, con todo y carretera, mañana o pasado.
Aquél es el puente más alto, pero no tiene columnas. Hagan de cuenta que con cables lo fuimos colgando de los dos lados de la barranca y lo juntamos. Este puente, amigas y amigos, tiene la columna más alta, la segunda más alta del mundo. Ahí donde está esa columna, que va desde el Rio San Marcos, hasta arriba de la carretera, hay 225 metros. Es decir, podrían caber paradas dos canchas y media de fútbol, entre la carretera y el río.
Podría caber, abajo del puente, la Torre más alta de América Latina, que es la Torre Mayor de la Ciudad de México. De ese tamaño, amigas y amigos. La columna, esta columna 4, que le llaman, la columna central del Puente San Marcos, tiene más concreto que el que se usó para la construcción del Estadio Azteca, y así sucesivamente.
De tal manera, amigas y amigos, que éste es un portento de ingeniería, y a mí me da mucho gusto que hayamos ya terminado el Puente San Marcos, y con ello se va a ir mucho más fácil, ya, el resto de la carretera. Pero por lo pronto, lo que sí inauguro solemnemente y con mucho gusto, es, precisamente, este tramo de Ávila Camacho hasta Tuxpan. Una carretera de alta calidad, que va a ahorrar significativamente tiempo, dinero y, sobre todo, va a salvar muchas vidas humanas que se ponían en riesgo con el antiguo trazo de la vieja carretera Federal.
Este trazo, totalmente nuevo, muy amplio, es, qué son, 12 metros ahora. 12 metros, que significa que tiene un carril de acortamiento y luego el espacio, tiene dos carriles de circulación, pero un espacio suficiente para que quepan tres coches. Es decir, realmente se puede rebasar con muy buena maniobra.
Esta carretera a partir de ahora, se pone al servicio de la gente. Y qué bueno que así sea, amigas y amigos.
Y así lo hemos hecho por Puebla y lo hemos hecho por Veracruz.
Pero con éste, con esta Carretera México-Tuxpan, una vez terminada, se van a hacer, en lugar de las seis horas, por lo menos, que se hacen de Tuxpan hasta México, ahora se van a hacer dos horas y media solamente. Algo increíble.
Ya de por sí, ahorita se van a hacer, más o menos, cuatro, con lo cual la carretera quedará como una de las grandes obras de infraestructura de, precisamente, el sexenio de la infraestructura.
Amigas y amigos:
Probablemente, éste es el último día que yo esté aquí, en esta tierra bendita de Puebla, como Presidente de la República. Como ciudadano común me van a ver muchas, muchas veces, porque es una tierra que quiero mucho, donde están parientes míos queridos, primos-hermanos. En fin. Amigos, compañeros. Y donde han pasado muchas cosas que para mí han sido muy significativas y muy emotivas.
Todo eso, amigas y amigos, me hacen pensar que, independientemente de los errores o insuficiencias que cualquiera pueda tener como ser humano. Y toda obra de Gobierno, es también una obra humana, y se tienen, sí puedo asegurarles, queridas amigas, queridos amigos poblanos, que en el cumplimento de mi deber como Presidente de la República, di al máximo de mis capacidades y limitaciones para construir el bien de México y en el que creo.
Y sé que se han puesto las bases para un México mucho más moderno, mucho más competitivo, mucho más próspero, mucho más seguro y mucho más justo.
Y prueba de ello es, precisamente, esta carretera nueva, Ávila Camacho-Tuxpan, que el día de hoy declaro solemnemente inaugurada, para beneficio de Puebla, para beneficio de Veracruz y para beneficio de todos los mexicanos.
Muchísimas gracias, amigos.
Que Dios los bendiga a todos ustedes.
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