Se trata del Cercopithecus lomamiensis, con el nombre popular de «Lesula» y fue encontrado en los bosques de la cuenca media Lomami en el centro de la República Democrática del Congo
Investigadores de la Universidad de Yale han identificado una nueve especie de mono africano, conocido con el nombre común de «Lesula», se trata de Cercopithecus lomamiensis, según publica un informe presentado en la revista «Plos ONE». Este se trata entonces de la segunda especie de un mono africano descubierto en los últimos 28 años.
Los C. Lomamiensis viven los bosques tropicales de las tierras bajas del centro de la República Democrática del Congo. Los datos examinados, tanto morfológicos como genéticos confirman que esta es una nueve especie pero tiene un congénere muy cercano el Cercopithecu Hamlyni. Estos dos comunidades están separadas geográficamente por el Congo como por el rió Lomami.
Los expertos sostienen, desde el principio de su trabajo, que se refiera a la nueve especie por su nombre popular, el Lesula. Estos son semiterretres y sobreviven gracias a una dieta que contiene vegetación herbácea terrestre.
Para comprobar si los C. Lomamiensis y C. Hamlyni se trataban de, en efecto, dos especies distintas. Los investigadores analizaron siete ejemplares de los nuevos monos africanos y ocho de los ya identificados. Estos fueron hallados en su hábitat natural, algunos ya fallecidos, debido a cazadores locales o por animales depredadores como los leopardos y panteras. También se analizó la piel de un mono que fue capturado y criado cerca de la zona natural de convivencia de los Lesula.
Los científicos utilizaron GPS para registrar los lugares del campo donde fueron hallados los especimenes, pero cuando estos datos no eran precisos, por ejemplo en el caso de los conseguidos por cazadores, se tomaba como referencia la población más cercana. Recabaron información sobre origen, historia y cuidado de todos los animales que estaban en cautiverio, se tomaron fotografías de todas los cautivos y se hicieron mediciones de campo estándar, es decir: longitud total del mono, longitud de cola, patas traseras, pabellón auricular y masa corporal. Las muestras de tejidos se conservaron con la solución de RNAlater y 95% de etanol, y fueron almacenados en lugares frescos pero oscuros hasta que se llevaron al laboratorio.
Familia de los monos lechuza
Los investigadores describen en su trabajo a los monos Lesula como especies de tamaño medio, con extremidades largas y un cuerpo delgado. Piel facial desnuda, párpados y pabellones auriculares de color gris, pasando al rosáceo pálido al marrón.
Tiene una diadema y raya vertical en la nariz color crema que está «invariablemente presente». El mentón, la parte de la garganta y la parte central superior son de color amarillento, lo cual contrasta con el negro de la zona ventral inferior y el abdomen. Tanto la piel como el pelaje de los hombros y patas delanteras son negras. El pelo más largo en su dorso se agrupa entre ámbar y negro, pero también exhibe pelos blanco, gris negro con algunas bandas de amarillo.
El extremo proximal de la cola es de color ámbar, tiene un oscurecimiento y se vuelve completamente en la punta. Los jóvenes tienen un pelaje rubio pálido en general, más ligero en la garganta y la parte superior ventral. El dorsal y las extremidades pelaje oscurecen progresivamente.
El Lesula se encontró por primera vez señalan los expertos John y Terese Hart, líderes del proyecto, en 2007, como un animal cautivo de un director de una escuela en la ciudad de Opala, en RDC. Este mono tenía un parecido al rostro del mono lechuza, pero su coloración, como se ha descrito antes, era diferente a cualquier otra especie conocida.
Durantes los tres años siguientes, señala la nota de prensa oficial, los investigadores se dedicaron a buscar mas ejemplares en el hábitat natural, determinar su carácter particular, y a reseñar sus señas genéticas y anatómicas. También se hicieron observaciones sobre su comportamiento.
Los investigadores apuntan que la supervivencia del «Lesula» se ve amenaza por la caza local que busca a animales para comercializar su carne. «El reto ahora es la conservación en el Congo. Se debe intervenir antes de que las pérdidas sean de carácter definitivo. Las especies en rangos pequeños como el lesula pueden pasar de ser solo vulnerables a estar en peligro serio en el transcurso de unos pocos años», dicen John y Terese Hart.