Por Inés García Nieto
Javier García, García, director del Hospital de Salud Mental de Orizaba, informó que en este nosocomio se atendieron a 54 pacientes con retraso mental –datos proporcionados en julio de 2012-, todos ellos abandonados por su familia, y asegura que con la atención médica brindada aún después de tiempo, ellos tienen una vida normal.
Con dos años en el cargo, el doctor indica que este hospital tiene capacidad para atender a 85 pacientes, a cuatro más en la Unidad de Cuidados Especiales, y dos de Urgencias, capacidad suficiente para recibir enfermos de Tabasco, Oaxaca, Puebla y el Distrito Federal.
Expreso de Tuxpan le expone:
En Paso del Macho en mayo de 2010, una mujer diagnosticada con esquizofrenia mató a sus dos hijos y luego intentó suicidarse, pero los planes le fallaron. Actualmente está recluida en un penal cercano a Córdoba y su familia argumenta que no h recibido atención especializada, su caso fue llevado al programa de Rocío Sánchez Azuara ¿qué opina de esto?
Ignoro el caso, pero si tiene esquizofrenia debe ser tratada. Todos los centros de Salud de Veracruz, hospitales públicos y privados, envían a esos pacientes a Orizaba, porque la política de este hospital es “cero rechazo”, entonces los vemos a todos.
Entonces si sabe de ella, porque este caso fue muy difundido por la prensa estatal y se abordó incuso en TV Azteca.
Responde el médico que antes de ocupar el cargo de director laboró en el IMSS:
Si es la paciente que en el penal de la Toma, ella está recibiendo consulta de la doctora Bonilla, quien fue hace unas dos, tres semanas al penal a dar consulta. Ella debe tener un diagnóstico y un reporte, pero no puede decir.
¿Y si los medicamentos para atender enfermedades como la esquizofrenia son caros, qué hace la familia de la enferma?
La dirección del penal tiene una partida para esos casos y si los medicamentos son caros, se buscan otros medicamentos igual de eficaces. Otra opción es el Seguro Popular cuyo programa proporciona 257 acciones, y dentro está la dotación de medicamentos.
Precisa que de los 54 pacientes hospitalizados en Orizaba, 26 son mujeres y 28 son hombres con retraso mental, por lo que sus familias optaron por hacerlos a un lado. Agrega:
Si una persona con ese problema fuera atendido a tiempo, tendría una vida normal totalmente. Ahora nueve pacientes laboran en los jardines cercanos al Hospital y el Ayuntamiento paga el salario mínimo de cada uno de ellos. Quien coordina estas actividades es el químico Armando Alvarado, que es el ángel del hospital y los pacientes.
Menciona que en la estancia conocida como Casa de Medio Camino, los pacientes llegan para ser recibido por la sociedad, con una vida normal en la comunidad. Al momento hay cuatro personas y se preparan a diez mujeres para atender un invernadero de antulios que tramitó la señora Karime de Duarte y el licenciado Antonio Nemi Dib, director del DIF, el cual será entregado a través de SEDESOL.
Dijo que en el Hospital de Salud Mental se atienden 54 pacientes crónicos y 20 agudos, éstos son los que sí tienen familia, son atendidos, se recuperan y salen.
¿Cuál es la causa que lleva a una persona a vivir retraso mental?
Responde el doctor Javier García García.
Son muchas. Una de las principales es un parto mal atendido, que provoca daños irreversibles a nivel neuronal, y durante la gestación influye la carencia de una dieta adecuada que afecta la formación del bebé. El ácido fólico, que hoy se da como medicamento obligatorio a las embrazadas, es de gran importancia.
Otras de las causas de retraso mental son los golpes en la cabeza, enfermedades infecciosas como encefalitis y meningitis, que dejan secuelas muy grandes.
Informa:.
En consulta externa, atendemos a los que quedan con secuelas por adicción, y sí las personas con dependencia al alcohol u otras sustancias vieran los daños que ocasiona las drogas, seguramente no las consumirían. Estos pacientes llegan muy desorientados, no saben ni quiénes son ni de dónde viene; llegan muy agresivos por el daño cerebral, y además sufren alucinaciones y alteraciones del pensamiento.
El daño cerebral ocupa el primer lugar como causa de hospitalización, en el segundo están las esquizofrenias, en el tercero los trastornos bipolares, en el cuarto los intentos de suicidio, y la farmacodependencia en el quinto lugar. Este último ocasiona tanto en la hospitalización como en la consulta externa.
Posteriormente y en orden de incidencia menciona los problemas de familia y de la adolescencia.
¿La mayoría de los pacientes que ingresan por problemas de adicción son jóvenes? Sí, pero también hay adultos. El alcohol es una adicción importante y hay muchas personas dañadas del cerebro debido a su consumo.
El alcohol es la droga más consumida por los pacientes hospitalizados, después está los solventes orgánicos. Hay mujeres muy dañadas por el consumo tiner y cemento.
Aquí el papel que juega la familia es de vida, porque una buena familia no hace adictos, y corresponde a la familia establecer normas morales, sociales, legales y hasta espirituales. No hay que lastimar a niños, adolescentes y jóvenes, pero sí hay que tener reglas para que ellos sepan conducirse en la vida.
Comenta que así como de un municipio a otro se abandonan a los enfermos mentales, así las familias deciden ir a dejar a sus enfermos cerca del hospital, pero una vez rehabilitados el paciente nos dice de dónde y quién es, y una vez sanos los llevamos a sus casas. A los pacientes agudos nos lleva un mes sacarlo adelante, y ayer mismo, con el apoyo del DIF de Orizaba llevamos a una mujer a Veracruz y a un varón a Salta Barranca: cuatro pacientes fueron entregados a sus familias.
Nosotros hemos propuesto a los municipios que tengan una Casa de Medio Camino donde se puedan recibir a los enfermos con retraso mental u otro padecimiento, pero muy pocos han respondido al llamado.
En Veracruz hay dos nosocomios: el hospital de Salud Mental de Orizaba, que atiende personas de Puebla, Oaxaca, Tabasco y del DF, y otro en Xalapa que atiende a enfermos agudos, que con el medicamento y la dosis adecuada, y el tiempo indicado, los pacientes llegan a tener una vida normal.
Editorial
