Retratan al periodista, fallecido en octubre pasado, como un lector dispuesto a sacrificar las horas de sueño y asiduo oyente de la OFUNAM
Ciudad de México (10 noviembre 2011).- Escritor lúcido e intelectual público, Miguel Ángel Granados Chapa (1941-2011) se asoció a las tendencias más abiertas, democráticas y avanzadas del periodismo y fue el gran ejemplo de la importancia del periodismo crítico como base del sistema político.
«Su obra es una valiosa criatura de la democracia, la que se incubó durante el largo periodo del autoritarismo como la que despuntó en los tiempos de transición que vivimos», destacó el antropólogo Roger Bartra, quien coincidió con Granados Chapa por primera vez en Unomasuno.
Durante el homenaje organizado por Conaculta en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, se sucedieron las anécdotas de colegas, colaboradores y amigos que retrataron al periodista fallecido el pasado 16 de octubre como un lector dispuesto a sacrificar las horas de sueño, asiduo oyente de la OFUNAM y amante de la música popular, aunque no un cantante muy entonado, que dedicó su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua (AML) a la canción popular.
Decía que había estudiado Derecho para dar gusto a su madre Florinda, y periodismo, para darse gusto a él. Dueño de una memoria prodigiosa, el periodista era capaz de retener en la memoria datos fundamentales para la escritura.
Nunca permitió que su Plaza Pública, columna que comenzó a publicar en 1977 en Cine Mundial y cuya última casa editorial fue Grupo REFORMA, se convirtiera en buzón de los mensajes del poder.
No fue un columnista de temporal que se beneficia del poder en turno, sino que cumplía con la intención de divulgar la información en el ánimo de democratizar las decisiones.
Su uso correcto y preciso del lenguaje le fue particularmente útil en tiempos en que en el País no se movía la hoja de un árbol sin la voluntad del Presidente.
El periodista Humberto Musacchio contó que en el sexenio de López Portillo, un grupo de políticos le regaló un rancho al entonces Mandatario y Granados Chapa, lejos de reclamarle, escribió en el diario Unomasuno que ese grupo lo estaba halagando indebidamente y que un patriota como él no aceptaría tal regalo, lo que obligó a López Portillo a regresarlo.
En tanto que Ana Cecilia Terrazas trazó la trayectoria del periodista hidalguense en la radio, con testimonios de sus colaboradores en su programa Plaza Pública de Radio UNAM.
(Grupo Reforma Servicio Informativo)
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