Por Mussio Cárdenas Arellano/Informe Rojo
* Otra vez los “ladrones de elecciones” * Dos audios explosivos * Programas sociales usados para obtener votos * Gresca al final del debate * Priistas agreden a Nueva Alianza * Un herido por bando * La esposa de Yunes Linares en Mina * Margarita Zavala viene al sur * Fundación Ortiz, regalos en campaña
De bueno Héctor Yunes ni la fama tiene. Como buen mapache, roba programas sociales, viola la ley, se colude y se incrimina, evidenciado en dos audios en que fragua el uso de programas sociales para obtener votos y un operativo para frustrar la alianza PAN-PRD.
Tercia sus palabras con el secretario particular de Javier Duarte, el ex yunista azul Enrique Ampudia Melo —Hampudia diría el periodista Andrés Timoteo— y el diputado Edgar Díaz, y ahí se plantea cómo romper la alianza entre el PAN y el Partido de la Revolución Democrática, que finalmente no pudo lograr.
Ve Héctor Yunes a Alfredo Ferrari, otro hamponazo político, como un adalid del fraude, nutriendo de beneficiarios los programas sociales para convertirlos en votos, una fuerza electoral que le dé ventaja en la elección de gobernador de Veracruz.
Otro audio muestra al PRI y al gobierno federal implicados en el uso de los programas sociales. Alejandro Baquedano, delegado de Prospera, se compromete a afiliar a más de 3 mil personas para convertirlos en votos para el priismo.
Yunes, el bueno, como se define, tiene buenas mañas, uñas largas y una infinita proclividad a tomar los votos de donde sea, así se trate de transgredir la ley, condicionando al beneficiario, repitiendo a Fidel Herrera Beltrán, en 2004, y a Javier Duarte, en 2010.
En 2010 fue el operativo G-5, operado por Fidel Herrera, su hermano Moisés y el ex secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Perez, robando los programas sociales federales, manipulando los padrones de beneficiarios en más de 100 municipios, empleando recursos federales, información confidencial de dependencias del gobierno calderonista, obligando a cientos de funcionarios a incurrir en simulación jurídica, a través de acuerdos de cabildo, para desviar ayuda social hacia votantes potenciales, el voto duro del PRI.
G-5 tuvo un asesor clave. Su nombre no se revela en los documentos internos —29 cuartillas con la identidad de los operadores— pero se le asigna un alias: BHF. ¿Acaso Fidel Herrera Beltrán?
G-5 es la clave de un robo electoral, la mecánica del fraude que permitió a Fidel Herrera imponer a Javier Duarte en el gobierno de Veracruz.
30 agosto 2010. Ese día INFORME ROJO evidenció el robo de la gubernatura a través del documento que compila el G-5, robando los programas sociales, usando los recursos federales, transgrediendo la ley, para llevar a Javier Duarte al gobierno de Veracruz. Fue el preludio del caos que viven hoy los veracruzanos, la oleada violenta y el baño de sangre, la quiebra financiera del gobierno, la podredumbre que trasluce la pandilla duartista, insultantes sus fortunas frente a la pobreza de más de 4 millones de habitantes.
Hoy es Héctor Yunes el que dispone de los programas sociales, operando en alta el secretario de Desarrollo Social del gobierno de Veracruz, Alfredo Ferrari Saavedra, instado a afiliar más y más beneficiarios, que a fin de cuentas son votos, y los votos en la elección más dramática para el PRI en su historia en Veracruz, son cruciales para no perder el poder.
Uno de los audios, el de corte político, exhibe a Héctor Yunes dialogando con Enrique Ampudia —o Hampudia— y al diputado Edgar Díaz.
Ampudia le instruye. Dice que debe trabajarse en romper la alianza PAN-PRD y convertirla en una alianza PRI-PRD, a la vista los temores de los priistas que sabían que la unión de la derecha y la izquierda haría tácitamente imposible retener el poder en Veracruz.
Héctor Yunes toma la palabra. Abre el tema. Deja que hable Ampudia.
“Digamos que es cambiar una alianza PAN-PRD a una alianza PRI-PRD en esta elección, nada más. Es el concepto: juntar las fuerzas del PRD-PRI para desbaratar al PAN”.
Eso es intromisión y el que la realiza, con el visto bueno de Héctor Yunes, es Enrique Ampudia.
“Personalmente —acota Héctor Yunes— el que se está metiendo muy bien es Ferrari. Ese cabrón, como operador político, con lengua más y con la relación que trae…”.
El segundo audio evidencia al delgado de Prospera en Veracruz, Alejandro Iván Baquedano Sánchez, y al diputado Raúl Zarrabal, confeccionado la estrategia para disponer de mayor número de beneficiarios de programas sociales para que se traduzcan en votos el día de la elección de gobernador de Veracruz.
Implica esa grabación al candidato priista. Lo exhiben los líderes nacional de PAN y PRD, Ricardo Anaya y Agustín Basave, resaltando lo que se fragua en Veracruz, la mecánica del fraude electoral, la jornada de los mapaches.
Un mes antes, PAN-PRD abrió un sitio en internet, denominado vigilantedecampaña.org, para recibir material de actos ilegales —audios, videos, fotografías, información—. “Recibimos audios que exhiben maniobras ilegales del gobierno federal en el estado de Veracruz con fines electorales”, señaló Ricardo Anaya.
“Escuchamos al propio Héctor Yunes diciendo que está Ferrari como operador político, él es el secretario de Desarrollo Social del gobierno del estado, obviamente operando con los programas sociales”, refiere Ricardo Anaya.
Expresó que vía un perito —Cal y Mayor, Servicios Periciales— se verificó la autenticidad de las voces de Alejandro Iván Baquedano Sánchez, delegado de Prospera en Veracruz, y del diputado local Raúl Zarrabal Ferat, aquel que fuera pillado en el episodio llamado “Ladrones de elecciones”, en Boca del Río, en 2013.
Se escucha a Baquedano:
“Vamos a darles un putazo. Vamos a hacer un pinche hueco para Miguel Ángel. No les va a dar la misma cantidad pero les va a dar algo. Apapachar y la chingada”.
Luego se jacta Baquedano:
“Pero el éxito electoral. Vamos a tener. Vamos a tener. Vamos a dar el putazo. El putazo de renuncia es el primer madrazo.
“Segundo, la ratificación de mil 500 señoras. Dos putazos. Pero no queda en eso. El otro año vamos a meter 3 mil familias en Boca del Río. Pero aguas, ahí fíjate bien. Yo necesito que me digan en dónde, cabrón. Entonces las 3 mil las dirijo a lo que tú me digas, güey, o lo que me digan quienes están afiliadas”.
Zarrabal le recomienda que afilie a las nuevas familias beneficiarias y luego las apapache.
“Tú eres la figura afín. Tú eres la figura y ya no nos pueden decir nada, porque Alejandro se la pasa apapachando a uno y otro. Es la manera de seguir haciendo costumbre nuestra relación institucional con gente de Boca del Río”, refiere Zarrabal.
Baquedano vuelve a hablar:
“Pero si nosotros regresamos con una puta oficina, Veracruz. No, no, no, Veracruz-Boca, Veracruz-Boca del Río, la gente dice puta madre. Y entonces hacemos un evento poca madre y les inauguramos una pinche oficina digna, bonita”.
Y luego la treta para encubrir el uso de recursos públicos federales con fines electorales:
“Cuando señalen, óyeme cabrón, que la chingada. Todas esas me las he quitado cuando vienen. Porque llega el oficio de México, el Órgano Interno de Control, la Fepade, la chingada. Fulanito de tal ahora, presentó la renuncia. Chingue su madre. Con eso me las he sacado”, agrega el mapache Baquedano, el del putazo, el de la puta madre.
Putazo el que recibió el sátrapa de Baquedano cuando se divulgó el audio en que acuerda con Zarrabal el uso de los recursos federales para operar electoralmente. Putazo se llevó el mapache Baquedano, pillado cuando fraguaba cómo cometer delito electoral. De ahí que Ricardo Anaya anuncie que han solicitado su renuncia y que sea investigado, amén que habrá denuncia penal en su contra.
“Vamos a denunciar esto penalmente ante la Fepade (Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales) y pedimos la destitución inmediata de Alejandro Baquedano”.
Un día antes, señalaba Ricardo Anaya, “fueron detenidas tres personas con chalecos del PRI, haciendo afiliaciones para un programa que trae el candidato del PRI que se llama Creciendo”.
No es menor el asunto. Desestima Héctor Yunes su implicación diciendo que son “audios mediáticos” y que son inaudibles.
No es así. Esas son falacias. Tras el caso Colima, donde los audios que evidenciaban uso de recursos públicos a favor del PRI, la elección se anuló.
Alma sucia es la de quien quiere ser gobernador pasando por la ruta del fraude, robando los recursos públicos para darle un sentido electoral. Eso es delito. Eso lo hace un mapache.
Qué tan bueno puede ser quien recurre a la trampa para enfrentar al adversario, sabedor que el peor lastre, como él mismo lo ha expresado, es el desastroso desgobierno de Javier Duarte, en lo financiero y en lo político, en lo social y en la violencia.
Héctor Yunes, el bueno, hace cosas malas. Instruye cómo reventar la alianza PAN-PRD, vía las argucias del secretario particular del gobernador Javier Duarte, y cómo afiliar a más beneficiarios al programa federal Prospera para que sean votos seguros en la elección.
Sus mañas no son buenas, sus uñas son largas, su ambición desmedida.
Pero Héctor Yunes se dice bueno. Y sólo es un mapache.
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Editorial
