Por Luis Velázquez/Escenarios/Blog Expediente MX
Historia de los Yunes
Miguel Ángel revira a Héctor
1
El pleito entre Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares, ambos punteros en la candidatura al bienio gubernamental de Veracruz, a nadie hade ocupar ni menos preocupar.
Tampoco a la familia.
En todo caso, se trata deun testimonio más de la rebatinga que el Génesis relata en el Antigua Testamento entre hermanos, primos hermanos, tíos, sobrinos, padres y abuelos, y demás prole descendente… alrededor del poder y los bienes.
Incluso, con tales relatos bíblicos queda claro quela familia o elpueblo de Dios se dividió unas veces atrás del poder político, social y económico, y otras, la disputa por la herencia, y otras más, incuso, hasta por el número de mujeres que cada parte tenía.
Entre otras, las siguientes:
Caín y Abel, Génesis
Isaac e Ismael, Génesis 21.
Jacob y Esaú, Génesis 25.
Rachel y Lean, Génesis 31.
José y sus hermanos, Génesis 37.
Miriam y Aarón, celosos de Moisés; números 12.
Saúl,celoso de David;Samuel 18:8.
El hijo pródigo,Lucas 15:25-32.
Claro, la Biblia también cuenta historias de la unidad familiar a prueba de bomba, pero al mismo tiempo, los ajustes de cuentas entre consanguíneos nadie los puede ocultar, pues suceden, como reza el adagio popular, «en las mejores familias».
Y más cuando de por medio se atraviesan dos premisas universales. Una, el poder. Y la otra, el dinero.
El politólogo Carlos Ronzón Verónica recuerda algunos episodios terrenales nomás, digamos, para documentar el pleito entre Héctor y Miguel Ángel Yunes.
La famosa pugna entre los hermanitos gemelos, Cuauhtémoc y Tonapriuh Pola Estrada, ambos diputados locales.
El pleito entre el diputado federal, Jorge Alejandro Carvallo Delfín y su padre, quien cada vez que se refiere a Jorge dice que «es el hijo más ruin que he tenido».
La cruda relación entre Pedro Joaquín Codwell, secretario de Energía, con su medio hermano, candidato de la izquierdaa la gubernatura de Quintana Roo.
Las peleas intestinas entre los hermanos Mayans Canabal de Tabasco.
Los lazos sanguíneos más fuertes y poderosos, dice Ronzón, suelen romperse con la política.
Hacia el final del día, digamos, después del 5 de junio, cuando exista ganador, o semanas después cuando la elección sea decidida en el tribunal, ya se verá si Héctor y Miguel Ángel remiendan la amistad y la relación familiar se restablece, y/o si por el contrario, terminan como la historia de Morris West, en «El arlequín», donde un par de magnates se enfrenta por el mercado y terminan matándose entre sí luego de asesinar a una parte de sus familias.
2
Durante varios días, el Yunes rojo llamó al Yunes azul una y otra vez pedófilo.
Y, por el contrario, el primo guardó silencio.
Entonces, el río turbulento se desbordó cuando Héctor lo acusó de «perverso sexual… porque le gustan las niñas y los niños».
Y el primo le reviró con un discurso intenso y fogoso, («guerra asquerosa» le llamó)que según el politólogo de la Complutense debió pronunciar desde un principio del rafagueo, sin dar tregua para que las murmuraciones se expresaran y tomaran camino.
Por ejemplo, se fue a la yugular de su primo hermano y contó la historia de Andrea, una hija de Héctor Yunes, con quien «siempre ha tenido una relación cercana, entrañable, afectuosa.
«Manteníamos contacto por teléfono o por mensaje y ocasionalmente haciendo deporte.
Conservo casi todos los mensajes de Andrea.
Yo me pregunto si Héctor suponía o sabía que yo era corrupto, asesino, pederasta, que yo era lo peor sobre la faz de la tierra, cómo permitía que su hija tuviera una relación tan cercana conmigo.
Una relación afectuosa. Una relación respetuosa. Una relación de cariño como la que tengo con todos mis sobrinos. Una relación de respeto porque sin duda Andrea es una joven inteligente.
Si yo fuera lo que Héctor hoy dice evidentemente no hubiera permitido que tuviéramos una relación de esta naturaleza».
Tal cual el párrafo discursivo anterior expresa que el bombardeo de Héctor a Miguel Ángel le dolió en el corazón y en el alma, más, mucho más que en el hígado y las neuronas.
Y por eso salió de su rincón electoral para enfrentar cara a cara, frente a frente, lo que ha llamado difamaciones y calumnias.
Una historia sórdida y truculenta más que pudiera anexarse a la bibliografía mundial de los relatos bíblicos del Antiguo y el Nuevo Testamento.
3
Más aún, Miguel Ángel llegó a cimbrarse tanto con los adjetivos calificativos de Héctor (pedófilo, corrupto, asesino, etcétera) que de igual manera le reviró en su discurso del martes 17.
«Me dirijo a ti, Héctor.
Nunca pensé que fueras capaz de una bajeza así.
Nunca pensé que actuaras con la vileza con la que has actuado.
Nunca me imaginé que te atrevieras a faltarle a mis hijos. A Leticia y madre de mis hijos. A mis nueras. A mis nietos. Que los pusieras en riego. Que pusieras en riesgo su seguridad personal.
Nunca pensé que fueras capaz de agraviarme.
Que me dijeras asesino, que me dijera corrupto, que me dijeras pederasta, porque sabes que no lo soy.
Nunca pensé que cruzaras ese límite.
Nunca pensé que te convirtieras en cómplice de este (Javier Duarte) a quien tu hija llama cerdo y que debiera estar en la cárcel.
Nunca me imaginé que te atrevieras a tanto.
A ti… no te voy a demandar, Héctor, porque tú ya estás condenado.
Tú estás condenado por escupir tu apellido.
Tú estás condenado por faltarle a la familia.
Tú estás condenado por agredir a quienes te amamos, a quienes te quisimos.
Tú vas a llevar toda la vida internamente la vergüenza de haberte vendido, de haber vendido tu dignidad, de haber vendido tu decoro, de haber vendido tu conciencia a un ladrón que se quiere perpetuar en Veracruz en tu persona».
4
Héctor quebró el corazón de Miguel Ángel dice Ronzón.
Y todo, caray, por la gubernatura de dos años, ni siquiera, vaya, la sexenal.
Y es que así hasta donde ha llegado la campaña entre el par de Yunes, más valiera, dice Ronzón, que el candidato del PAN y del PRD hubiera sido el senador Fernando Yunes Márquez y del PRI el senador Pepe Yunes Zorrilla, pues uno y otro intercambiaran flores y mieles.
Pero ni hablar, la jornada cívica ha servido para añadir una historia bíblica más al Antiguo y Nuevo Testamento, donde las familias se vuelven las peores enemigas del mundo con tal de ganar el poder político que por añadidura, y por desgracia, significa el billete fácil y que ha colocado a México en uno de los primeros lugares mundial de corrupción política.