Por Maryjose Gamboa/Al aire…
Esclavos de su silencio…
Existe un refrán que asegura; “Un hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras” y es verdad, pero lamentable o afortunadamente en política es al revés… Y más en estados como el nuestro, en el que fueron los silencios los que nos convirtieron en esclavos durante 12 años y en las que fueron nuestras palabras las que nos reivindicaban cada día en medio de una lucha brutal y encarnizada que parecía no tener fin.
Hoy, cada cual tendrán que responder por eso… Por lo que dijo y por lo que no dijo, por lo que decidió callar o por lo que decidió -a pesar de todo lo que esta implicaba en un régimen represor, arbitrario y perverso- no callar. En la memoria colectiva quedaron de manera imborrable los nombres de todas y todas aquellas que optaron por la segunda opción, y eso no hay discurso político que pueda cambiarlo.
Podrán ahora decir lo que gusten políticos como José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador, pero a la luz de la verdad, exhibida por las cifras inocultables que marcaron el destino de ocho millones de veracruzanos, cualquier palabra nos remonta a su silencio… A ese silencio cobarde y cómplice que también los marca a ellos.
Hace un par de días NOTIVER publica una nota que refleja el resultado de ese silencio (http://www.notiver.com.mx/index.php/flash/448921.html?secciones=15&seccion_selected=15&posicion=7), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó siete nuevas denuncias penales en la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de la administración del exgobernador Javier Duarte, por el presunto mal manejo y desvío de poco más de cuatro mil 300 millones de pesos, mismos que el GOBIERNO FEDERAL transfirió al estado. Lo que en conjunto con las denuncias anteriores (71 ya en total) ascienden a más de 50 MIL MILLONES DE PESOS… 50 mil millones de pesos que rubro por rubro, detallan la lucha del actual Gobierno estatal por reconstruir Veracruz desde las cenizas. Cenizas que HOY todos ven, pero que se negaron siquiera a opinar cuando aún eran llamas que tal vez podrían haberse extinguido a tiempo.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, desde la Secretaría de Finanzas de Veracruz “presuntamente” se desviaron 160 MILLONES DE PESOS del SUBSEMUN, Subsidio para la Seguridad Municipal. 139 MILLONES DE PESOS para el Programa de Apoyo para Fortalecer la Calidad de los Servicios de Salud en 2014. 1 MIL MILLONES DE PESOS del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, FASSA. 216 MILLONES DE PESOS del programa federal PROSPERA. Además de 19 MILLONES DE PESOS de este mismo fondo, mismos que fueron “presuntamente” desviados o triangulados a través de una cuenta. Aproximadamente 1 MILLÓN DE PESOS más del subsidio para la implementación del nuevo sistema penal. 2 MIL 109 MILLONES DE PESOS para proyectos de infraestructura o para fortalecer servicios de salud o educación. 645 MILLONES DE PESOS del Fondo de Infraestructura Social para las Entidades FISE. Y 30 MILLONES DE PESOS destinado al pago de distintos.
La frase que precede a la nota publicada en NOTIVER el pasado 18 de enero “MÁS DE 70 DENUNCIAS, NI UNA SOLA RESUELTA”, resume lo que pasó y lo que sigue pasando además, ya que TODAS y CADA UNA DE ESTAS DENUNCIAS, están en manos de la Procuraduría General de la República, y NO de la Fiscalía General del Estado por tratarse de RECURSOS FEDERALES, y delitos de fuero federal.
Ante este escenario ¿Qué pueden decir quienes fueran Secretario de Hacienda en el sexenio de Enrique Peña Nieto, José Antonio Meade, o quien fungiera como Presidente de la Comisión de Hacienda del Senado de la República, Pepe Yunes? Nada, absolutamente NADA, porque cualquier palabra sólo rememora lo que CALLARON sobre el bestial atraco que padecían los Veracruzanos por parte de uno de sus compañeros de partido, Javier Duarte.
Si estaban o no de acuerdo, pues es lo de menos. Ambos tenían la OBLIGACIÓN LEGAL Y MORAL por los cargos que ocupaban, de denunciar que los RECURSOS FEDERALES SE ESTABAN DESVIANDO en la entidad. Y esto, perdón pero no lo dice quien le escribe, lo dice y lo reitera la propia Auditoría Superior de la Federación.
Y es exactamente el mismo caso de Andrés Manuel López Obrador, porque su voz “crítica” JAMÁS rozó a Javier Duarte, ni con el pétalo de una duda. Por lo menos en 18 ocasiones estuvo en Veracruz -en algunas ocasiones en reuniones públicas, y otras en reuniones de carácter privado- durante el sexenio de Javier Duarte -sin contar las del sexenio de Fidel Herrera porque esa es otra historia que tarde o temprano saldrá también a luz pública- y en NINGUNA se quiso sumar a muchas voces que en ese momento si estar cerca de NINGÚN partido político, le pedimos que nos acompañara en la lucha.
Y probablemente puede decirle a otras u otros lo que guste, pero NO a una servidora que le abrió espacios en todos los medios en los que participaba y en los que quedó registro que sus críticas eran en contra del ex Presidente Felipe Calderón, del hoy Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares -cuestión que nunca entendí ya que éste no ocupaba cargo alguno en ese momento- pero NUNCA en contra de Javier Duarte o Fidel Herrera, y las entrevistas, ahí están… Testigos fieles de su verdadera esencia, una que en nada coincide con lo que predica.
Por lo tanto, y a pesar de las diferencias o coincidencias, que cualquiera -incluida una servidora- pueda tener con ellos, NINGUNO puede negar que HOY, al menos para los que nos forjamos en la lucha y enfrentamos con la fuerza que podíamos los embates de un sistema podrido y corrupto, el desafío que para el Duartismo representaban nuestras palabras, que fueron, son, y serán siempre esclavos de sus silencios.