Por Ramón Rodríguez Rangel
La tortuga es una especie a punto de extinguirse a manos de su peor enemigo, el hombre, el principal depredador, que en su voracidad está acabando no solo con esta especie, con otras más y con el medio ambiente.
Preservar las especies animales como las tortugas y la naturaleza, es preservar la vida para las actuales y futuras generaciones.
Es precisamente la falta de respeto al ecosistema, los modelos económicos que buscan “economizar” a costa del deterioro ambiental y las prácticas caníbales de quienes consumiendo o destruyendo la naturaleza se están comiendo las posibilidades de la misma supervivencia humana.
En Tecolutla como en las playas de Chile Frío y Tuxpan, lo mismo que en las costas de todo el planeta, salvaguardar la vida y la reproducción de las tortugas, es salvaguardar la vida misma de toda la humanidad.
Permitir el robo de huevos de tortuga o la captura ilegal, nos hace cómplices del crimen.