El siniestro elevador de la muerte de Super Alán lleva ya dos víctimas en Tuxpan en sólo un año. Este martes seis de diciembre de 2011 un joven de 22 años cayó al vacío del elevador por negligencia empresarial.
Por Inés García Nieto
Genaro Malerva Juárez, de 22 años de edad y empleado del Departamento de Higiénicos del centro comercial Super Alán, falleció el martes 6 de diciembre por la mañana en el elevador de esta tienda de abarrotes ubicado en pleno centro de la ciudad de Tuxpan.
Joven egresado del Tele Bachillerato Las Pasas, comunidad donde nació, Genaro salió antes de las siete de la mañana para llegar puntual al comercio donde laboraba desde hace nueve meses, pero un accidente ocurrido en el elevador provocó su muerte alrededor entre 9 y 11 de la mañana.
Este es el segundo y mortal accidente ocurrido en Super Alán en menos de un año, pues el primero ocurrió los primeros días de febrero de 2011 y pocos supieron la causa del deceso del empleado del área de Mantenimiento.
A la agencia investigadora del MP acudió a declarar la única hermana de Genaro, Irma Malerva, de 21 años, quien pidió a este medio hablar con su madre de nombre Adela, misma que se encontraba en la casa que rentan en la calle Arista 32 interior.
A los empleados de Super Alán se les preguntó a que acuerdo llegaría la empresa con la familia, y ellos manifestaron que a la familia se le apoyará… dijeron que el encargado para atender este asunto era Sergio Hernández, gerente de operación de todas las sucursales, quien se encontraba afuera de la agencia del MP.
Al ser entrevistado en la planta baja del MP, Sergio Hernández declaró no saber nada del accidente, pues él había llegado a Ojite porque una unidad de la empresa había reportado un accidente en la carretera de Ojite, y que en todo caso quien debía saber era el representante legal de Super Alán, pero que este se encontraba en Álamo.
Entonces quién está atendiendo a la familia de Genaro, el joven que había fallecido por la mañana en el centro, se le preguntó y este respondió.- Supongo que Florentino Lemus, pero él está enfermo y no fue a trabajar.
En la calle de Arista, en la parte alta del vecindario atiende a la prensa el esposo de Irma, e informa que Genaro tenía cerca de nueve meses trabajando en el departamento de Higiénicos por lo que sabe colocaba papel sanitario, escobas, trapeadores, detergentes y líquidos de limpieza en los estantes.
Señala que entraba a las 7 de la mañana y salía a las 3 de la tarde, que percibía 894 pesos a la semana, que tenía IMSS y pertenecía a un sindicato, pero no sabe a cuál.
Genaro estudió el Tele bachillerato Las Pasas, tenía novia, y ayudaba a su madre con el pago de la renta y todo tipo de gastos. En la única mesa que acompaña la cama de Adela Juárez, una fotografía de rostro completo en blanco y negro es alumbrada con una veladora.
Antes de las tres de la tarde la madre saca el álbum donde Genaro Malerva Juárez está con su familia, con sus compañeros de escuela, con un gesto que hace pensar que tenía la vida por delante…
El cuñado hace llamadas, da informes por donde llegar a la casa de Adela Juárez, orienta a la amistad que está en el centro compre dos metros de tela blanca para cubrir el cuerpo, y busca dinero en el pantalón para cubrir las carreras en taxi que se tengan que hacer…
La muerte del joven empleado de Super Alán quedó registrada en la averiguación previa 10/26 la tarde del frío martes seis de diciembre de 2011.
Una vez practicada la necropsia de ley en el Semefo de Tuxpan, sus restos fueron llevados a una capilla