Por Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo y M. en D.H. Zaida Bacre Lladó
Con eso de que están de moda los pedófilos y pederastas, me atreveré a tocar el tema, que por complicado espero darme a entender y que por delicado, permita despertar también la atención de muchas familias y la sociedad, sobre el mismo.
Cuando se habla de individuos pedófilos o pederastas, se tiende a confundir los términos.
A pesar que etimológicamente ambos conceptos se basan en la misma raíz: “paidos” que significa niño o adolescente, en su acción señalan diferencias. La pederastía se refiere al acto consumado y repetitivo de abuso sexual a menores y, la pedofilia, a la tendencia sexual o atracción que tiene un individuo adulto (mujer u hombre) hacia un menor (niño (a) o adolescente).
Esto es importante aclararlo porque el concepto pederasta en el Derecho Penal generalmente alude al delito y al establecimiento del castigo del abuso sexual a menores y considera al individuo que lo ejecuta como pederasta y no como pedófilo. Desde el punto de vista clínico, la pedofilia, está incluida en las clasificaciones de las Parafílias (DSM-IV) y los individuos que presentan esta desviación, son “sujetos activos” que presentan fantasías sexuales y altamente excitantes en forma constante, sintiendo satisfacción cuando mentalmente dibujan su acción hacia la figura de un niño o adolescente como “sujeto sexual pasivo”. Los pedófilos, generalmente recurren al ejercicio del poder o dominio sobre el sujeto pasivo y se “acostumbran” a obtener el placer con el menor, en ese ejercicio de sometimiento. Por lo tanto, el primero es un concepto socio-jurídico y el segundo es un concepto Clínico, que esta tratado como un problema de personalidad dentro de los trastornos de la conducta e identidad sexual.
Sin embargo existen interrogantes al respecto y debemos tratar de contestarlas, como cosa fundamental, para mejorar la seguridad de los menores y para que los padres y educadores sepan orientar mejor a los niños, de manera sencilla y sin provocar temor o traumas, pero sí para que sepan reaccionar en el momento. Algunas preguntas son las siguientes:
¿En donde actúan éstos sujetos?:
1º. En centros deportivos o las salas de juegos recreativos. Algunos pederastas frecuentan estos lugares de deporte y recreación, observan de cerca a los infantes, seleccionan a un menor y entablan comunicación con él, ofreciendo pagarle alguna partida o retarle a jugar contra él. Los abusos no se producen en el primer encuentro, ya que los pederastas normalmente intentan ganarse primero su confianza. Otros prefieren invitar al menor comida, golosinas o intercambiar regalos o se ofrecen a llevarle al cine o les regalan entradas a conciertos; es decir tratan de llamarle la atención de alguna manera.
2º. Las zonas marginales. Algunos pederastas prefieren frecuentar zonas marginadas para buscar niños o adolescentes desatendidos o con muchas carencias. Se les ve frecuentar comunidades indígenas o rurales con frecuencia. Se ganan a los padres de su posible víctima o los cercan ofreciendo a los niños o jóvenes algún tipo de trabajo, asegurándoles dinero fácil. Son presa fácil los menores que están solos en sus hogares y de familias con mucha necesidad.
3º. Salidas de colegios y parques. Aquí los sujetos actúan en redes optando por la persecución y el secuestro. Éste puede realizarse a la salida de un colegio, haciéndose pasar por un conocido de la familia que viene a recoger al menor porque la madre no va a llegar a tiempo; o en el entorno de los parques infantiles, deportivos o incluso desde los vehículos, pidiendo al menor que se acerque con cualquier pretexto.
4º.-En los antros que permiten entrar a menores de edad.-Aquí estos sujetos ven a los chicos y chicas que ahí se divierten, como potenciales presas a conquistar, las estrategias son muchas pero generalmente caen aquellos que permiten el acercamiento y aceptan su compañía para beber y divertirse.
5º.-En la propia familia. Cuando los padrastros o familiares abusan de los hijastros y parientes y los amenazan con castigos o incluso de muerte, si ellos los descubren.
¿Qué condiciones propician o provocan a un pederasta?
• Infantes o adolescentes que están solos en casa y sin atención mientras los papás trabajan.
• Niños o jóvenes, que vagan sin compañía o caminan a su casa en la soledad o aquellos que establecen patrones rutinarios y por ende predecibles en sus traslados: ir por las tortillas, ir por una ruta determinada a la escuela, etc.
• Niños o niñas que desde temprana edad adoptan comportamientos o actitudes sexuales provocativas (por su forma de vestir o por la imagen que proyectan) y que gustan de hablar o beber con adultos desconocidos, etc.
¿Cómo un individuo puede empezar a identificarse como pedófilo? O ¿Cómo en una familia, o una pareja, etc., puede identificar estas patologías en el otro?
R.-Es difícil identificar a un pedófilo desde la familia o la relación en pareja. Y esto se dificulta mayormente cuando el sujeto nunca ha consumado un acto de pederastía. Porque en esos casos los pedófilos pueden pasar como personas comunes que llevan una vida sexual “normal” (homo o heterosexual) y difícilmente se podrá distinguirlos y menos que éstos se atrevan a reconocerse como enfermos. Su propia patología les hace aceptar sus fantasías sexuales como normales. Sin embargo, puede haber síntomas que la pareja o la familia del pedófilo puede detectar:
• Si tiende a platicar sus fantasías sexuales, pero haciendo notar que el objeto de su acción está en la figura tierna y dulce de un menor.
• Si busca satisfacción en ver o tomar fotografías de niños vestidos o desnudos. Generalmente entre sus cosas personales tienen fotografías o videos de niños o jóvenes.
• Si presenta tendencia a acercarse a los niños y a hablar de ellos con deseo y necesidad de reconocerlos como “muy guapos”, “hermosos”, “atractivos”.
• A ser exageradamente expresivo en el afecto con los menores.
• A buscar el contacto o la reserva para hablar con ellos.
• Si dentro de la relación sexual con su pareja adulta, busca fantasías constantes de disfrazar a su pareja de niño o niña y a decirle dentro del acto expresiones infantiles, tendiendo a ser agresivo. Etc., etc.
¿Qué síntomas están presentes en la historia de un pedófilo?
Algunos aspectos pueden tener su origen en la fisiología del sujeto como los aspectos psicobiológicos que alteran o aumentan la presencia de hormonas femeninas o masculinas en el cuerpo; pero los determinantes claves están en los aspectos relacionados con la forma de vida de la persona desde la niñez, por ejemplo: convivencia en un medio familiar con carencias , frustraciones, modelos o patrones sexuales inadecuados, carencia de educación sexual y de valores en las relaciones de afecto, vivir en promiscuidad, haber sido violado, crecer sin figura paterna o materna, presencia de padres castradores o represivos de la sexualidad o contrariamente, alentadores de comportamientos eróticos prematuros, entre otras cosas.
¿Cómo son los pedófilos? ,
Por lo general son personas introvertidas en su estado normal pero pueden variar a volverse eufóricas con el alcohol o bajo estimulantes. Presentan comúnmente una inadecuación con respecto a la actitud sexual u otros rasgos relacionados con los estándares impuestos e masculinidad o femineidad. Pueden ser violentos en la relación sexual o presentar una conducta sádico-masoquista.
¿Puede un pedófilo quedarse en esa condición sin llegar a ser pederastas?
Sí, aunque hay que aceptar que un pedófilo es un pederasta potencial, que tenderá en cualquier momento a cometer un acto de abuso en un menor, particularmente cuando tienen condiciones de poder; por lo que el problema debe ser concebido , no sólo como un problema individual sino como un problema social, que debe ser tratado a través de psicoterapias oportunas y específicas y de programas de Gobierno que permitan la identificación temprana de este tipo de tendencias, orientando desde la familia y el sistema escolar ( en todos los niveles) a padres e hijos sobre los riesgos de la presencia de este tipo de patologías para no poner en riesgo a los menores frente a estas amenazas. Porque a los pedófilos y pederastas no les basta conseguir niños y niñas con la finalidad de abusar de ellos, sino que algunos los buscan para integrarlos a las redes de prostitución infantil o para elaborar pornografía. Es decir, el delito se extiende hacia otros esquemas que constituyen ya verdaderos negocios que actúan en el anonimato o en la impunidad.
Las leyes al respecto deben ser muy severas, pues no sólo se debe castigar a quien abusa sexualmente en función de su influencia jerárquica contra un menor, sino a los que abusen de la confianza y poder intrínseco que detente por encima de la voluntad de la víctima. En estos casos quedan tipificados los delitos cometidos por servidores públicos, que abusan de su fuero y poder para someter a sus víctimas. Aquí, además de la pena de prisión, el sentenciado debe ser destituido o inhabilitado para el desempeño de cargos, empleos o comisiones públicas ya sea en forma definitiva o por períodos prolongados posteriores al cumplimiento de su sentencia o de haber recibido un tratamiento clínico-terapéutico. Igualmente sancionar a quienes dentro de sus negocios permiten esas prácticas o facilitan su presencia en antros o centros de recreación.
El tema da para mucho, pero lo más importante es tomar consciencia y despertar el interés de los padres de familia, de los maestros y directivos , del Gobierno en su conjunto, de los empresarios y de la sociedad en general, para no permitir la impunidad en los casos consumados y desde luego hacer lo necesario para evitar que sigan proliferando las patologías socio-sexuales que tanto daño hacen a las nuevas generaciones y que debemos enfrentarlas porque son cada vez más frecuentes y piden de todos nosotros reaccionar con responsabilidad y compromiso para cuidar de la salud y bienestar de los menores y adolescentes de nuestro Estado y del País.