Por Andrés Timoteo/Texto Irreverente
EL MENSAJE
En el municipio huasteco de Pánuco el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, pronunció el fin de semana uno de sus mejores discursos dentro de la etapa de los foros para integrar el Plan Veracruzano de Desarrollo. Y al hablar de discurso no se alude a la retórica ni a la demagogia sino al compromiso puntual, arrogado con todas sus letras, sus alcances y sus riesgos frente la opinión pública, y que fue asumir el combate al crimen organizado rompiendo los pactos que hizo la fidelidad durante los últimos doce años.
A los delincuentes les dirigió un mensaje directo y, hay que decirlo, valiente: “Le digo a la delincuencia desde Pánuco que van a encontrar a un gobernador que tiene los pantalones bien puestos y la mano bien firme para combatirlos. Ya basta de complacencia con los delincuentes, ya basta de desaparecidas y desaparecidas, ya basta de homicidios, ya basta de extorsiones, ya basta de pago de derecho de piso, ya basta que nuestro estado se encuentre en manos de la delincuencia organizada, pervirtiendo altos manos mandos de seguridad pública”.
En medio de aplausos, Yunes Linares reiteró su voluntad de “correr los riegos que tenga que correr” para cumplir con lo anterior y hacer que el gobierno estatal, en la persona del Ejecutivo, sea el que garantice la seguridad de todos los veracruzanos. Se reitera lo dicho en ocasiones anteriores, al gobernador electo se podrá señalar de muchas cosas pero menos de ser un personaje blandengue y el discurso en Pánuco lo volvió a demostrar.
Yunes porta las expectativas de todos los habitantes del estado para enfrentar a la delincuencia y recuperar tanto las plazas públicas como también a las áreas gubernamentales perdidas por su complicidad con el hampa, desde el policía municipal hasta los guardias estatales, agentes del ministerio público y los jueces. De romper esa cadena de colusión construida desde el 2004. Yunes dice que no tiene ataduras con el crimen organizado como sus dos antecesores, Javier Duarte y el innombrable.
Sobra decir que ese mensaje también lleva un fuerte simbolismo por el sitio donde fue emitido. El municipio de Pánuco al igual que otros del norte de la entidad ha padecido la ola de muerte provocada por los carteles del narcotráfico desde el sexenio anterior. La violencia es tanta y tan cotidiana que ya hasta dejó de ser noticia. Mucho antes de que Coatzacoalcos o Córdoba estuvieran bañados en sangre, en Pánuco ya contaban historias terroríficas y la muerte tenía permiso en toda la franja limítrofe con Tamaulipas.
De ahí que el compromiso de Yunes Linares es lo esperado. Llega a los oídos de los habitantes del norte del estado como si fuera agua fresca en medio de desierto. Pero la misma expectativa hay en toda la entidad, la cual registra días negros. Hasta diez asesinatos diarios, incluyendo ancianos y niños pequeños que son descuartizados. La criminalidad no tiene límites por el gobierno fallido de Duarte, quien también tiene la intención de dejar a su sucesor un estado incendiado.
Del caso de los hermanos Ricardo y Rodrigo García Escalante, uno alcalde de Pánuco y otro diputado local electo – y que además son hijos del contralor duartista, Ricardo García Guzmán-, quienes asistieron al foro al lado de Yunes Linares, solo se puede decir que ambos son pragmáticos más que demócratas. Estar del lado de Duarte ya no les sirve, ni es inversión ni mucho menos ganancia. Esa familia no da “un paso sin huarache”.
VERDE OAXACA
En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río se pretende “oaxaqueñizar” al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pues la exalcaldesa Carolina Gudiño busca imponer como dirigente a su prima, una tal Rosy Gudiño, quien nunca ha sido militante ni mucho menos tiene experiencia en operación partidista. La oaxaqueña anda amenazando a los que integran la estructura del PVEM con el argumento de que su prima tiene que ser la lideresa por orden del impresentable que despacha en Barcelona. Todo aquel que se oponga deberá atenerse a las consecuencias.
La llegada de la tal Rosy Gudiño es parte del entramado del innombrable para seguir vigente con otro partido comprado, ahora que se le cayó el AVE y el Cardenista. El objetivo a mediano plazo es ‘colar’ a Gudiño Corro como candidata plurinominal a una diputación federal en los comicios del 2018 como lo hizo con su hijo Javier Herrera. Claro, la representación proporcional es la única vía porque si contiende en las urnas le volverían a repetir la paliza que le propinaron en el 2015. Los Gudiño ni cualquier otro pariente o cercano a la fidelidad gana con el voto ciudadano.
Por cierto, la diputada electa por el distrito de Veracruz Urbano, Marijose Gamboa y el mismo gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, tendrán la oportunidad de oro de revisar las cuentas que Gudiño Corro dejó en el ayuntamiento porteño porque cada año más 600 millones de pesos por año quedaron sin comprobar. Es decir, si inspeccionan las cuentas públicas del trienio comprobarán que hay más de mil 800 millones de pesos que se gastaron pero no hay sustento documental y que, obviamente, habrían terminado en las cuentas bancarias de los tres hermanos.
Las últimas dos legislaturas estatales recibieron la instrucción de no indagar sobre las cuentas chuecas de la administración gudiñista pero Marijose tiene el deber de pedir los archivos y poner a un auditor a verificar los números porque esos mil 800 millones de pesos son el triple de los 645 millones que Duarte de Ochoa se robó a través de las famosas “empresas fantasma”, según el reportaje de Animal Político.
Es más, si se llegan a recuperar esos mil 800 millones, éstos serían suficientes para costear servicios públicos como pavimentación, iluminación urbana, drenaje sanitario y agua potable en casi todas las colonias de la ciudad. Allí la diputada por el distrito de Veracruz Urbano, y el resto de la bancada panista en el congreso local serían aplaudidos por todos y de paso asegurarían el triunfo en los comicios municipales del 2017, al obligar al “vomito negro” a los protegidos de la fidelidad. Solo les basta revisar los archivos contables.
Envoyé depuis Paris, France