*Correos electrónicos evidencian su falta de dignidad
Por Rafael Méndez López
La triste y vergonzosa historia de Francisco Javier Vicente Rodríguez, quien fue estrella de la guerra sucia de Javier Duarte de Ochoa contra periodistas independientes y opositores políticos al hoy ex gobernador preso en el Reclusorio Norte por corrupción, parece no tener fin, ahora al parecer ha aceptado la invitación para desarrollar sus negros servicios, al precandidato a gobernador del PRI, José Yunes Zorrilla, que en uno de sus discursos dijo que no quiere confrontaciones y que quiere juego limpio y sin embargo, como ha trascendido le daría empleo a este indigno traidor.
Francisco Vicente “la Chuleta”, empezó a trabajar en el primer gobierno municipal de Miguel Ángel Yunes Márquez, en boca del Río, haciendo trabajo de comunicación social, pero traicionó al joven alcalde y se puso a las órdenes primero de Gina Domínguez Collio y luego de Alberto Silva Ramos, operadores de medios de comunicación de Javier Duarte de Ochoa.
De esta manera llevó a cabo campañas en redes sociales, en contra por ejemplo, del principal opositor al régimen de Duarte en Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, manejando calumnias e informaciones falsas totalmente ofensivas al hoy gobernador constitucional del estado de Veracruz, así como contra su exjefe que le diera la primera oportunidad de trabajar, Miguel Ángel Yunes Márquez, a cambio de preventas económicas.
Pero la guerra sucia de Paco Vicente, no solo fue contra Yunes Linares y Yunes Márquez, también fue contra periodistas independientes, como Maryjose Gamboa, columnista de Notiver, exponiendo su vida íntima, inventando romances y una supuesta adicción al alcohol, que nunca le fue comprobada cuando sufrió un accidente de tránsito, el objetivo era enlodarla y desacreditarla socialmente por el solo hecho de ser periodista critica del duartismo, usando filtraciones a medios de comunicación, correos falsos y cuentas fantasma en redes sociales.
También le hizo el trabajo sucio a Duarte, cuando el joven cantante de la Voz México, Gibrán Martiz, fue víctima de desaparición forzada por parte de elementos de la Secretaria de Seguridad Publica del Gobierno del Estado, duartista, a cargo del hoy también preso, Arturo Bermúdez Zurita. En esa ocasión filtro fotografías compuestas o alteradas de Gibrán, posando con armas de alto calibre, para serlo parecer como sicario y no como víctima, también desacreditándolo, asunto que la propia familia del cantante denunció.
Además la mano traidora y vergonzosa de Paco Vicente, se denotó en las negras campañas de desprestigio contra periodistas asesinados, campañas que denunciaron en su momento, comunicadores de amplia solvencia moral como Ignacio Carvajal, como ocurrió con Pedro Tamayo y Yolanda Ordaz, así también se trató de desacreditar a otros periodistas éticos, como Noé Zavaleta.
La mano de “el Chuletas” se transparentó también en la campaña negra contra el periodista Rubén Espinoza, quien se ve exiliado durante el duartismo, por temor a ser asesinado por el régimen y quien fue masacrado con otras cuatro mujeres, en la ciudad de México.
Al caer preso el ex gobernador Javier Duarte, Paco Vicente, en otra traición más, realizó filtraciones contra el marido de Karime Macías, buscando ahora subirse a un nuevo barco, traicionando a su ex patrón, a quien le sirvió de la forma más vergonzante.
Ahora ha trascendido medios electrónicos, correos donde lo exhiben nuevamente como traidor, después de las campañas negras contra Miguel Ángel Yunes Márquez y el actual gobernador de Veracruz, donde les pedía perdón, buscando subirse al nuevo barco, sin éxito, porque obviamente como el mismo lo admite, jamás le contestaron sus correos y solicitudes. Está claro que los Yunes azules, no le entran al juego sucio.
Por último, y por “hambre”, consigna, el traidor, al no hacerle caso el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, ni Miguel Ángel Yunes Márquez, ni los principales operadores del gobernador, Manuel Muñoz Gánem y Enrique Pérez Rodríguez, señaló que aceptará la invitación de Pepe Yunes, precandidato a gobernador por el PRI, para desarrollarle sus vergonzosos servicios a su causa.