Heterodoxia
Por Baltazar López Martínez
Curioseaba por la red hace unos días cuando observé una gráfica que muestra el avance del calentamiento del planeta a lo largo de miles de años. No soy físico experimental ni experto meteorólogo, es más, el asunto del cambio climático me importa un carajo, pero me llama la atención como es que en internet se difunden embustes disfrazados de verdades científicas.
No deseo perder el tiempo lucubrando sobre el aumento de los niveles del mar, las concentraciones de CO2 en la atmósfera atribuibles a la actividad humana, el deshielo polar, etcétera. Me pregunto en cambio con qué instrumentos se hicieron esas mediciones, en qué partes del planeta, con qué periodicidad, quién las hizo y dónde están los registros.
En términos llanos, los expertos de la NASA dicen que la temperatura de la superficie de la tierra aumentó medio grado centígrado durante el período 1906-2005 y que la tasa de calentamiento fue muy alta, entre 5 y 7 centésimas de grado centígrado por década. En general, afirman, la troposfera (región de la atmósfera que está en contacto con el suelo y por tanto en la zona de influencia de los seres humanos) la temperatura aumentó unas 17 centésimas de grado centígrado por década, de 1979 a la fecha. Por consecuencia, estamos al borde de la destrucción del mundo, ya que las predicciones a futuro indican que la temperatura aumentará unos tres grados centígrados más de aquí al año 2100.
Estas mediciones no pasan de ser una mera tontería, no sólo por la falta de aplicación del método científico, sino por razones más baladíes, relacionadas con los instrumentos de que disponemos. Hay dos factores que repercuten en el resultado de las mediciones: la incertidumbre, el error y la precisión.
En términos llanos, medir es un proceso documental que tiene por objeto determinar el valor de una magnitud, mediante pasos determinados para adquirir los datos, procesarlos y expresar el resultado final. Para fines científicos o industriales este proceso se realiza con instrumentos sujetos a revisión y calibraciones periódicas. En el caso que nos ocupa, la temperatura se mide con termómetros.
La incertidumbre es un parámetro que forma parte de la medición, y se refiere a que para una magnitud dada no hay un solo valor, sino una cantidad infinita de valores dispersos alrededor del resultado. Las fuentes de incertidumbre pueden varias, y entre ellas se cuenta el muestreo, las definiciones incompletas, condiciones ambientales, errores de apreciación, valores inexactos de constantes y patrones, etcétera.
El error, en cambio, es la diferencia que hay entre el resultado individual de una medición y el valor verdadero de la magnitud. Los hay instrumentales, de método, de fuentes externas, de observación, matemáticos, entre otros.
Aunque existen métodos para calcular la incertidumbre, no hay manera de conocer con exactitud el error, a causa de su propia naturaleza. Por ejemplo, un termómetro de excelente calidad tiene un margen de incertidumbre de 0.25 grados centígrados con respecto al patrón. Pero este patrón, a su vez, tiene una importante desviación con respecto al patrón principal, de modo que las incertidumbres se acumulan. Mientras más lejos esté un termómetro del termómetro patrón inicial, es decir, mientras más intermediarios tenga para su verificación, mayor será su incertidumbre. El error, en cambio, es de naturaleza aleatoria y por ello es imposible de controlar, pero siempre existe.
En términos llanos, los reportes de la NASA carecen de sustento. Las fracciones de grado que según aumentó la temperatura en la troposfera no cubren siquiera los márgenes de incertidumbre y error de los termómetros. De los termómetros modernos, porque de los antiguos ni hablar, sus rangos de incertidumbre son mucho mayores. Además, no hay registros de temperaturas de la tierra en la antigüedad, y si los hubiera acrecerían de toda confiabilidad.
Otro problema es el de la periodicidad de las mediciones y los sitios donde se efectuaron. Si fue en zonas tropicales, en la estepa, en los casquetes polares. Y cada cuándo las hicieron, con qué instrumentos y dónde están los registros. Verán ustedes, la tierra tiene una superficie aproximada de 510 millones 72 mil kilómetros cuadrados, de los 361 millones 132 mil son agua y 148 millones 940 mil son tierra: ¿en qué sitios se hicieron las mediciones de las famosas 17 centésimas de grado centígrado que aumentó su temperatura de 1979 a la fecha?
Por otra parte, habría que considerar que la temperatura de la atmósfera no es estable ni uniforme, sino que sus valores varían desde los 58 grados centígrados máximos, hasta los -89 grados centígrados mínimos, con una media de 14 grados centígrados, con todo y la incertidumbre y el error en las mediciones.
En resumen: los reportes de la NASA son una tomadura de pelo y el asunto del calentamiento global no pasa de ser un arma de presión política (para obligar a los gringos a firmar el famoso Protocolo de Kioto). Ah, y el mundo tampoco se acabará en diciembre de 2012.