Por Andrés Timoteo/Texto Irreverente
E-NANO GOBERNANTE
Han trascurrido 34 días en que el oaxaqueño Flavino Ríos Alvarado asumió la gubernatura interina –de forma ignominiosa ya que fueron siete priístas los que lo impusieron en la diputación permanente de la legislatura pasada – y Veracruz no es mejor que antes. Ha sido un mes convulso, con un mandatario mentiroso, que continuó desviando recursos como su antecesor y que en los últimos días anduvo a salto de mata por no tener un sitio donde despachar.
Ríos Alvarado es un e-nano gobernador. Nano por ser gobernante en un micro periodo -47 días serán en total- y enano por carecer de la estatura política de un hombre de Estado. Un gobernante de telefonía móvil que termina su carrera política como la comenzó: con falsedad. Mintió a los veracruzanos sobre su origen de nacimiento y finaliza engañando, como payaso de opereta, el s el histrión que fue trepado al escenario para cerrar el telón de doce años de fidelidad.
Ese mandatario de chiste, de tragicomedia, ayer rindió ante el congreso local ¡¡el informe de su mes de gobierno!! ¿Qué contendrá el legajo entregado a los legisladores? Se espera que por lo menos el reconocimiento de que Veracruz está en desastre pues si maquilla la realidad será una prueba más a usarse en su contra. También dirigió un mensaje de su micro-informe, el cual –para variar- también estuvo plagado de mentiras.
Por ejemplo, dijo que su tarea es conducir una transferencia de gobierno de forma pacífica, ordenada y respetuosa pero a la fecha solo ha sido confrontación tanto con el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes como con los alcaldes panistas y perredistas quienes lo echaron prácticamente de palacio de gobierno y de Casa Veracruz.
También aseguró estar comprometido a “conducir un gobierno transparente, honesto y cercano a la gente” –no se rían que es en serio-. Vaya desfachatez pues él mismo reconoció ante los ediles que usó los recursos federales para otros fines ajenos a lo dispuesto oficialmente y estos le gritaron en su cara “ratero”, “mentiroso” y “cínico”. Su mini-gestión no ha sido transparente ni honesta ni mucho menos cercana a la gente pues si lo fuera no tendría necesidad de salir corriendo cuando ve la turbamulta.
Flavino Ríos también engaña al decir que se ha mantenido la paz y la tranquilidad en Veracruz cuando es un infierno que se vive por la tolerancia al crimen organizado. La única frase de su discurso que vale la pena es esa de que “es tiempo de que cada quién asuma lo que le corresponde. Que quienes han fallado, enfrenten las consecuencias de sus actos”, pero con la misma se auto incrimina porque él es uno de esos que han fallado a Veracruz Los veracruzanos nunca se merecieron tener gobernantes como él, como Javier Duarte y como el innombrable. Ellos tres son errores en la historia, cosas que nunca deben volver a repetirse.
LA CAJUELA
Sigue el “buscapiés” sobre el supuesto interés de Duarte de Ochoa para regresar la gubernatura y las conjeturas no son pocas. El gobernador electo, Yunes Linares consideró que puede ser parte de una estrategia para que el cordobés negocie con las autoridades federales y que no encarcelen a su esposa, Karime Macías. Otros dicen que es una ‘cortina de humo’ para enrarecer más el ambiente.
Otros más sostienen que es, efectivamente, un vericueto jurídico para que en breve reaparezca y suelte acusaciones contra el gobierno de Enrique Peña Nieto en la búsqueda de impunidad. El columnista Salvador García Soto asegura en su columna Serpientes y Escaleras del diario El Universal que al igual que el sonorense Guillermo Padrés, el veracruzano Duarte estaría escondido en las oficinas del bufete jurídico del panista Antonio Lozano Gracia –asociado con Diego Fernández de Cevallos- ubicadas en las Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México.
Es decir no está en el extranjero sino en la capital del país y desde ahí en breve podría reaparecer. Parte de la estrategia para ganar tiempo en su defensa, dice, es regresando a la gubernatura pues eso le daría 15 días de fuero constitucional. Por lo pronto, agentes de la PGR mantienen un dispositivo de vigilancia en el congreso local donde esperaban la llegada de Duarte para ratificar las firmas en el documento en el que solicitó la anulación de su licencia a la gubernatura.
Los automóviles de los legisladores fueron revisados ayer por los agentes policiacos en el entendido de que Duarte podría ingresar al edificio escondido en la cajuela de algún vehículo. No es la primera vez que el susodicho se esconde en el maletero para evadir la justicia. Vaya culebrón –la novela podría llamarse “La Cajuela”-pero lo peor es que todo se convierte en realidad. A ese grado se ha llegado en Veracruz, a que lo increíble suceda.
LAS APOSTATAS
Y en esas cosas paranormales, la presidenta de la paquiderma Comisión para la Defensa de los Periodistas, Benita González, ya le declaró la ‘guerra’ a la diputada Marijose Gamboa quien la trae en la mira por sus desmanes. La señora González promete hacerle brujería a la legisladora quien la quiere obligar a comparecer en el recinto parlamentario por sus desmanes financieros y complicidad indirecta en los crímenes de los reporteros. Sin embargo no es ante el congreso local donde debe comparecer Benita González sino ante un juez de lo penal.
Tampoco se debe equivocar la querida Marijose en defender la permanencia de ese entuerto y de sus integrantes. Ni siquiera uno de esos zánganos vale la pena, por mucho que le endulce el oído. Esa comisión no requiere ni cambios ni revisión de funciones ni de nóminas sino de la extinción. Es lo más decente y no presentar una iniciativa para desaparecerla antes de que se aprueben los presupuestos para el 2017 será un desatino. Sostenerla será apoyar la mascarada de la que ella misma fue víctima y la diputada terminará apostatando contra el gremio.
Envoyé depuis Paris, France