Irán podría superar el límite de almacenamiento de uranio enriquecido previsto en el acuerdo nuclear, lo que haría que aumentase la tensión entre el país persa y Estados Unidos
Por Lluis Miquel Hurtado/El Mundo
El tiempo para salvar el pacto atómico se agota. El portavoz de la Agencia de la Energía Atómica de Irán (AEAI) ha advertido este lunes de que, en 10 días, Irán podría superar el límite de almacenamiento de uranio enriquecido previsto en el acuerdo nuclear. Rebasarlo equivaldría a subir un peldaño más en la tensa escalada que mantienen Irán y EEUU, ante una UE presionada por los iraníes para que garantice su cumplimiento del acuerdo. Algo hasta el momento fútil.
«Ya hemos incrementado nuestra producción [de uranio] en Natanz. A partir de hoy, la cuenta atrás ha comenzado, y para el 27 de junio nuestra producción de uranio habrá sobrepasado los 300 kilogramos», ha explicado en rueda de prensa Behruz Kamalvandi, portavoz de la AEAI. De cumplirse, se trataría de la primera de las renuncias escalonadas anunciadas por el presidente iraní, Hasan Rohani, hace un mes, cuando se cumplió un año del adiós de EEUU al acuerdo y de la reintroducción de sanciones severas.
El pacto de 2015 bloqueaba el camino de Teherán hacia la bomba nuclear a cambio del pleno levantamiento de sanciones y la promoción del comercio. Según este, Irán debe exportar sus excedentes de uranio enriquecido y agua pesada. A principios de mayo, EEUU eliminó las exenciones de Rusia y Omán a adquirir este excedente. Del mismo modo, ha subrayado Kamalvandi, Irán podría acumular más de 130 toneladas métricas de agua pesada «si no encontramos un mercado en dos meses y medio».
En la misma intervención, Kamalvandi ha presentado la segunda de las medidas anunciadas por Teherán, a consumarse, posiblemente, en la segunda semana de julio: aumentar el porcentaje de uranio por encima del 3,67% contemplado por el pacto nuclear. «Hay dos escenarios. Uno de ellos es incrementar el enriquecimiento hasta el 5%, para usarlo en las plantas energéticas de Bushehr, o incrementarlo hasta el 20%, para el reactor de Teherán», le cita la agencia iraní Mehr.
Aunque en ninguno de los dos casos este enriquecimiento supondría el 90%, requerido para fabricar una bomba nuclear, cualquiera de estos supuestos traería más tensión en torno a una cuestión candente. Irán lanzó la pelota al tejado de Bruselas el mes pasado. Ligó este incumplimiento escalonado de sus compromisos con el acuerdo a la capacidad de la UE de desmarcarse de las sanciones de EEUU y asegurar el cumplimiento de su parte. «Es un importante test para Europa […] Irá en detrimento de ellos el dejar que EEUU tome decisiones en su lugar», ha opinado el portavoz de la AEAI.
Pero de las declaraciones del ministro de Exteriores alemán, durante su reciente visita a Irán («No podemos hacer milagros», dijo Heiko Maas), se desprende una posibilidad tibia de un punto de inflexión inmediato. En Irán lo saben. «El volumen de nuestro comercio con Europa es, en el mejor de los casos, de 20.000 millones de dólares al año, mientras que el que hay entre Europa y EEUU es de entre 900.000 millones y un billón. Por supuesto, Europa no sacrificará un billón por 20.000 millones», concluye Moytaba Zunur, jefe del comité parlamentario para la cuestión nuclear, en declaraciones a Mehr.
Por esta razón, este diputado propone otras medidas de presión a la UE: «Podríamos detener la implementación voluntaria del Protocolo Adicional, reconsiderar el nivel de nuestra cooperación con la OIEA y plantear el abandono del Tratado de No Proliferación». Palabras que llegan en un momento de especial complicación diplomática, tras el ataque de dos petroleros en el mar de Omán. Durante un encuentro con el nuevo embajador francés en Teherán, Philippe Thiébaud, Rohani ha hecho la última llamada a la UE: «La situación es muy crítica, y Francia y el resto de firmantes del pacto nuclear todavía tienen una oportunidad muy limitada de jugar un rol histórico salvando el acuerdo».