Con el fin de ofrecer a la comunidad universitaria y al público en general una herramienta para procurar la salud mental e identificar las principales emociones que se generaron y siguen latentes en el contexto de la pandemia por Covid -19, la Coordinación de Humanidades lanzó este año el Diccionario de las emociones, compilado ahora en un volumen impreso para su distribución entre la comunidad universitaria, buscando sensibilizar a las personas para que recurran a ayuda profesional cuando la agudeza de sus emociones afecte sus relaciones familiares, laborales y su interacción social.
El Diccionario de las emociones es una iniciativa de la Dirección General de Divulgación de las Humanidades, dependiente de la Coordinación de Humanidades, en colaboración con la Coordinación del Programa Institucional de Tutoría de la Facultad de Psicología, y surge como un proyecto para ayudar a entender y manejar las emociones en situaciones de crisis.
Entre sus principales objetivos el Diccionario busca que las personas tomen conciencia de qué es lo que sucede cuando les sobrecoge una emoción y tengan a la mano las herramientas necesarias para controlarla. De igual forma pretende sensibilizar a las y los universitarios para que recurran a apoyo profesional cuando su estado emocional empiece a afectar la salud mental y sus relaciones sociales.
En su primera etapa, el proyecto consideró la elaboración de cápsulas de video con animaciones digitales a color, con una duración aproximada de dos minutos, en las que se explica de manera didáctica cómo identificar los síntomas de las emociones más comunes como enojo, sorpresa, tristeza, miedo, alegría, ansiedad, melancolía, confianza, celos, culpa, vergüenza y frustración. En una segunda fase el Diccionario de las emociones se editó como una obra de consulta impresa para que los lectores puedan identificar el conjunto de las 12 emociones que se mencionan.
En la difusión de los contenidos del Diccionario de las emociones se contó con el apoyo fundamental de importantes medios de comunicación impresos, electrónicos, redes sociales y plataformas digitales, como Gaceta UNAM, TV UNAM, Radio UNAM, Canal Once (del Instituto Politécnico Nacional), la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México (Red México), el Sistema de Transporte Colectivo Metro y Heraldo Media Group.
La pandemia causada por la Covid-19 ha representado un desafío emocional para la mayoría de las personas ante el confinamiento, la distancia social y la crisis laboral y económica que se sucedieron luego de dos años de emergencia sanitaria.
Cuadros de ansiedad, incertidumbre, tristeza, temor, enojo, obsesiones y fobias, y algunas otras problemáticas mentales se incrementaron en los últimos meses. Estos cambios emocionales son producto del impacto por el miedo a contraer la enfermedad y por duelos ante la pérdida de seres queridos, entre otros factores. La evasión social, por ejemplo, afectó la vida de la gente que no pudo satisfacer sus necesidades afectivas, deportivas y hasta sexuales. Del mismo modo la baja actividad económica dejó pérdidas de empleo y cierre de pequeñas y medianas empresas. Por si fuera poco, el encierro en los hogares ocasionó que se dispararan los casos de violencia familiar y rupturas matrimoniales.
De acuerdo con el Diccionario de las emociones, éstas son colecciones de respuestas químicas y neuronales que regulan al organismo para actuar frente a un fenómeno determinado. Se desencadenan de forma automática y son fundamentales para la supervivencia. Las principales áreas cerebrales involucradas en el procesamiento de emociones básicas son el sistema límbico y la corteza prefrontal.
Las emociones constan de cinco factores: expresión motora, componentes cognitivo, neurofisiológico, motivacional y experiencia subjetiva. Cada uno tiene funciones específicas y dependen de diferentes subsistemas del organismo.
La reacción emocional es un mecanismo puesto en marcha de modo automático, pues busca realizarse en el menor tiempo posible.