Por Rafael Paz/Gaceta UNAM
Una serie de manifestaciones han marcado las primeras semanas del año en Kazajstán. Los primeros reportes indicaron que las protestas iniciaron por un alza en el precio de los combustibles, sin embargo un “apagón” de los servicios de telecomunicaciones e internet han impedido dar certeza sobre las demandas de los diferentes grupos que salieron a protestar a las calles.
Hasta el momento, según cifras oficiales del gobierno kazajo, las protestas han dejado un saldo de 225 muertos y 4 mil 353 heridos. Además de 2 mil personas detenidas con la ayuda de militares rusos, por diversos delitos.
“Hay mucha información que no conocemos”, destacó Luis Antonio Huacuja, y señaló que hasta el momento las dos causas más difundidas sobre la razón del inicio de las manifestaciones están relacionadas “con el aumento de los precios y las protestas estudiantiles. Lo más grave, sea fuere sea la causa, son las centenas de heridos y fallecidos consecuencia de la represión del gobierno a estas revueltas. Eso llama la atención”.
El especialista del PESUE señaló que en la última década Kazajistán se ha convertido en uno de los países clave de la zona euroasiática gracias a que cuenta con 3% de las reservas petroleras del mundo.
“Hay que recordar que Kazajstán fue una república soviética, que es el noveno país más extenso del mundo y con una situación muy peculiar en su colindancia geográfica, con Rusia y China. El año pasado se cumplieron 30 años de su independencia, después del desmembramiento en 1991 de la Unión Soviética; el anterior secretario del Partido Comunista de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, estuvo en el poder desde entonces hasta el 2019. Quizá haya que encontrar ahí las causas de lo que sucede ahora”.
A pesar de las acusaciones de autoritarismo que recibió el gobierno de Nazarbáyev, Huacuja apuntó que es necesario “reconocer que supo acercarse de buena manera a China, tener buena relación con Rusia –uno de los países con los que tiene una Unión Aduanera– y mantener cercanía con occidente, incluso durante su gestión se estableció una zona libre de armas nucleares, lo cual es importante dado que es el principal productor de uranio en el planeta”.
“En los últimos años, ha habido esta deriva que se ha acusado de autoritaria y otros aseguran que los herederos de Nazarbáyev están tratando de retomar el poder, por eso se acusa una suerte de golpe de estado y de ahí que hayan pedido el apoyo de Rusia, quienes desplegaron tropas en su territorio”, añadió.
El tambor de guerra ruso
Para el autor de Retos de México en la escena global. Los temas de la agenda. Derechos humanos, migración, regionalismo y medio ambiente, el despliegue de tropas rusas en territorio kazajo no es sino la confirmación de la voluntad de Vladímir Putin, presidente de Rusia, por proteger la esfera de influencia de su país y su deseo por “hacerse presente en los conflictos internacionales, como el tema de Ucrania, por ejemplo. Y, por otro lado, alimenta el discurso de occidente de una Rusia injerencista”.
El actual presidente kazajo, Kasim Jomart Tokayev, explicó que la solicitud de apoyo a Rusia se debió a que los grupos de manifestantes –más de 20 mil personas–, infiltrados por terroristas, buscaban perpetrar un golpe de estado contra su gobierno, información que no ha podido ser corroborada fuera de fuentes oficiales.
La crisis que se vive en territorio kazajo, argumentó Luis Antonio Huacuja, sólo ha tensado más las discusiones que se mantienen en Europa del Este entre Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia respecto de Ucrania y el papel del organismo internacional en la zona euroasiática.
“Algunos acusan que la OTAN ha crecido demasiado, ahora incorpora a numerosos países pequeños, muchos de la ex Unión Soviética, en un momento de crisis que se suma a la crisis de Estados Unidos, su falta de posición en el mundo desde la Era Trump y sus próximas elecciones. También una Unión Europea extraviada en el mapa internacional sigue dependiendo de la OTAN para hacerse presente, pese a los esfuerzos de que tenga una independencia de este organismo y su propia iniciativa en materia de seguridad”, agregó.
El investigador del PESUE descartó que el conflicto se agudice en los próximos meses, principalmente porque “no le conviene a nadie, ni a Rusia ni a China. Aunque para Rusia es favorable decir ‘aquí estoy, aquí sigo’, tener esa presencia global y mantenerse como un factor determinante”.
“China ya despega en otro sentido, sobre todo en el económico. El discurso de Xi Jinping en el Foro Económico Mundial nos da idea de a dónde quiere dirigirse China: a lo económico. No le conviene involucrarse en temas que puedan complicar ese panorama; no veo que tengan un interés particular, ni en el tema de Afganistán ni en el de Kazajstán, pero sí son focos que tienen por su cercanía y vecindad. En algún momento podría funcionar como un factor de estabilización, porque si a alguien no le conviene un conflicto a largo plazo es a China”, finalizó el investigador universitario.