Boris Pasternak, cuando la verdad oficial no puede ahogar la conciencia

«Doctor Zhivago», de Boris Pasternak, superó los obstáculos de la censura soviética y se convirtió en un clásico literario y cinematográfico

Por: Pedro García Cuartango/ABC

«Doctor Zhivago», la novela de Boris Pasternak, no sólo fue prohibida en la Unión Soviética sino que además el propio Nikita Kruschev, primer secretario del Partido Comunista, lanzó una diatriba feroz contra la obra y su autor.

Tras el rechazo de la revista «Novy Mir», el editor Giangiacomo Feltrinelli logró hacerse con una copia clandestina del original a través del corresponsal italiano de Radio Moscú. Encargó de inmediato su traducción y publicó la novela en noviembre de 1957, en plena campaña contra Pasternak a pesar de que los vientos del estalinismo habían perdido mucha fuerza tras la muerte del sanguinario caudillo. Feltrinelli fue expulsado del Partido Comunista Italiano de forma fulminante pese a sus lazos con Togliatti.

Un año después, la Academia sueca decidió otorgarle el Nobel por «Doctor Zhivago», pero Pasternak no tuvo otro remedio que rechazarlo para evitar el exilio, el internamiento o una venganza contra su familia. La persecución del régimen soviético no sirvió para nada porque las ventas de la novela se multiplicaron en Europa y EE.UU. tras su negativa a aceptar el premio.

Gran película

Desde su aparición, la leyenda de Doctor Zhivago no ha hecho más que crecer. Tuvo mucho ver con ello la gran película de David Lean, estrenada en 1965, con una genial interpretación de Omar Sharif y Julie Christie, que encarnan al joven doctor Yuri Zhivago y a Lara, su amante, casada con un comisario soviético.

Vi la película en el antiguo cine Calatrava de Burgos en torno al año 1967 y salí emocionado. Añoré el paisaje de la estepa y los bosques de Rusia sin saber que Lean había rodado su trabajo en la sierra de Soria. Recuerdo una anécdota del escritor Alejandro Gándara, que contaba que había viajado a aquel país para ver con sus propios ojos los escenarios cuando se enteró de que Lean había utilizado un descampado en Canillas, cerca de Madrid, para filmar algunas escenas de la película y de que los exteriores estaban localizados en las montañas sorianas.

Como seguramente le sucedió a Gándara, yo también leí la novela tras haber quedado fascinado por la película. Y lo que me sucedió es que el texto de Pasternak me atrapó desde la primera página, casi diría que me hipnotizó y que volví a sentir la misma emoción que cuando Yuri y Lara se refugian en la dacha de Varykino donde cuelgan gruesos chuzos de hielo en el salón.

Clásico

Sobre pocas novelas se ha escrito tanto como de «Doctor Zhivago», elevada a la categoría de mito literario, pero se suele ignorar que Pasternak se inspiró en su propia biografía. El amor entre Yuri y Lara evoca su relación con Olga Ivinskaya, a la que había conocido en la revista «Novy Mir», donde esta escritora y poetisa trabajaba como escudriñadora de nuevos talentos. Pasternak, que nunca se divorció de su mujer, era 14 años mayor que Olga.

La pregunta que hay que hacerse es por qué el régimen soviético reaccionó de forma tan violenta al publicarse la novela en Italia y en Francia y por qué Pasternak fue tratado como un apestado. El propio Kruschev leyó el texto en 1963 y confesó que su prohibición había sido un error porque la obra no tenía nada de antisoviética. Pero Pasternak ya había muerto sin saber que «Doctor Zhivago» iba a convertirse en un clásico de la literatura rusa, a la altura de Tolstoi y Dostoievski.

Represión del régimen de Lenin

El juicio del líder soviético era correcto, máxime con la perspectiva del tiempo, pero los censores decidieron vetar su publicación porque hay en el libro de Pasternak no sólo una cruda descripción de la barbarie de la guerra entre comunistas y blancos sino además un retrato de las penurias cotidianas en los primeros años de la Revolución, con alusión a la represión y las deportaciones del régimen de Lenin.

Pasternak presenta a Yuri como un joven médico y poeta frustrado, que ejerce su profesión de forma altruista. Se casa y forma una familia con Tonya, su novia desde la adolescencia, pero se enamora de Lara, con la que mantiene una apasionada relación intermitente hasta su muerte. La película de David Lean es un largo «flash back», en el que el hermanastro de Yuri cuenta la historia a la hija de Yuri, obrera en una central eléctrica.

«Doctor Zhivago» no sólo es una novela inconmensurable, una de las grandes creaciones literarias de todos los tiempos, sino que además supone un vívido y realista testimonio de la sociedad soviética en los años 20. Nadie como Pasternak acertó a plasmar ese afán humano de mantener la dignidad cuando todo está en contra.

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