Ramón Ojeda Mestre/ Organización Editorial Mexicana
Francisco Alexander es mexicano, tiene 14 años y mide más de 1.90.
Ayer domingo tuvo el privilegio de ser el pitcher en el partido de inauguración del precioso parque de béisbol en una colonia popular de Tuxpan, que lleva el nombre de José Bache, el famoso beisbolista veracruzano que con sus noventa y pico de años a cuestas, casi lloró de la emoción al ver ese estadio lleno a reventar por miles de niños, jóvenes, mujeres y hombres vitorear a los jugadores del rey de los deportes en el equipo de los Tigres que dieron un extraordinario partido donde hubo de todo.
Tuxpan, Veracruz, ya era la envidia de las ciudades de toda la entidad.
Tiene un enorme río hermoso, pletórico de una fauna impresionante, cuyas riberas poseen tal variedad de vegetación que ni los botánicos de la UNAM han logrado clasificar taxonómicamente de manera total; tiene el mar con unas playas de fina arena en las que hay que caminar mar adentro cincuenta metros para que el agua calientita del Golfo te llegue al pecho. Tuxpan también tiene autopista, tiene aeropuerto, tiene las pirámides del Tajín a minutos, tiene ganadería; es el productor de dulces naranjas más importante del país, ofrece unos paseos en lancha que pueden terminar en la palapa que más le guste para disfrutar de unas jaibas, ostiones, un delicioso róbalo o unos bocolitos que mejor no le sigo para que no me vayan a demandar los weight watchers. Tuxpan de Rodríguez Cano, dispone lo mismo de varios hoteles internacionales que de pequeños hostales a precios increíbles.
Seamos sinceros: Si usted está a dieta rigurosa, mejor ni se aparezca en Tuxpan o acabará como este escribidor. Si ve un letrero en la carretera con una gran palapa al fondo y que dice «El Atorón», huya como alma que lleva el diablo, porque es tal la variedad y delicia de los mariscos y platillos veracruzanos que no queda más remedio que pecar. Ya lo dijo el arzobispo de Carlos Garfias Merlos y lo dijo a voz en cuello: La gula es el exceso y mi novia es la tristeza. ¿Qué no tiene la tierra del Tlacuache Garizurieta? No sé, Fidel no era ningún tonto en los cincuenta. Bien que escogió a Tuxpan para zarpar en el Granma hacia la historia cubana, donde hoy es un importante museo.
Tuxpan es uno de los tres puertos estratégicos del país. Es también la sede de la más importante fuerza de la Armada de México y uno de los puntos donde los inversionistas siempre salen con números negros. Es paradisíaco.
Pero lo importante ayer fue el nuevo estadio, construido y equipado como marca el reglamento, la sensatez y el amor por el béisbol. Que partidazo dieron los Tigres de Tuxpan ayer en la Liga Invernal, mis respetos. Un diez para el presidente municipal de Tuxpan Alberto Silva Ramos. No en balde está reconocido como el mejor alcalde de Veracruz.
El Gobernador Javier Duarte de Ochoa hizo muy bien en apoyarlo, aunque francamente sería impensable que el Gober no apoyara al béisbol en Veracruz, sería contra natura no fomentar el más inteligente de los deportes. No es raro que haya tan buenos beisbolista allí, con ese malecón larguísimo y precioso en donde ves a todo mundo corriendo a gusto a pie o andando en bicicleta a nivel del mar o mejor dicho, del río.
Si todos los gobernadores y alcaldes apoyaran o fomentaran el béisbol, otra sería la situación. Piénselo. Está científicamente comprobado que ese deporte fue inventado por los Olmecas, que es nuestra cultura más antigua, y tomó la modalidad actual cuando la avalancha anglosajona se dejó caer. Pocos saben que La Malinche, que era tabasqueña, lo primero que hizo con Hernán Cortés fue llevarlo a ver un partido de béisbol en Coatzacoalcos donde jugaba Chalchihuecan contra Sontecomapan, según los historiadores Eduardo Aubry y Javier Egremy. Lo primero que hizo Cortés con La Malinche eso lo sabemos.
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