En el estado de Veracruz sólo queda 11 por ciento de toda la vegetación original, lo que significa un “verdadero desastre”, es por ello que se busca hacer una restauración ecológica productiva de las áreas aún existentes, señaló Silvia del Amo Rodríguez, investigadora de tiempo completo en el Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV).
“De toda la vegetación en Veracruz queda 11 por ciento, es un verdadero desastre, siendo que alguna vez se le llamó el cuerno de la abundancia en recursos naturales. El cambio de uso de suelo y el impacto de la actividad petrolera fueron factores muy determinantes”, refirió.
Recordó que este desastre ambiental inició en el siglo XX –no sólo en México sino a nivel mundial– y Veracruz no estuvo exento, ya que 90 por ciento de su población original transformó el área selvática en zonas agropecuarias que han sido sobreexplotadas y sobreutilizadas, lo que ha derivado en la pérdida de una gran parte de este ecosistema.
“Se transformaron en zonas improductivas agropecuarias, por lo que la producción de Veracruz no es muy buena, lo que ocasiona una sobreexplotación y sobreutilización de los recursos al cambiar el tipo de suelo de una selva hacia zonas productivas”, reiteró.
De ahí que comentara que una de las actividades fundamentales que realiza el Citro es la restauración ecológica guiada por la conservación de aquellos recursos que alguna vez existieron en la selva, a través del uso de sistemas agroforestales con especies nativas pero de valor biocultural.
“Nos dedicamos a la restauración ecológica productiva, a restaurar las selvas con especies que tengan un sentido para la comunidad, llamados recursos bioculturales. Lo que buscamos es que la transformación de las selvas nos dé un sistema equilibrado ecológicamente”, destacó.
Por último, Del Amo Rodríguez resaltó que las actividades prioritarias para este siglo XXI son la restauración ecológica productiva y los sistemas agroforestales, para incrementar ese “pobre patrimonio natural” que existe en todas las zonas tropicales de México.
“En el siglo XX fue la conservación de las Áreas Naturales Protegidas, pero esto ya no es suficiente, no sólo es escoger y seleccionar algunas zonas que representan nuestro patrimonio natural, sino empezar a trabajar para incrementarlo”, puntualizó.
Por e-consulta
Editorial
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