¡Obispos de Veracruz van por la democracia!

 

*Llaman a todos los veracruzanos a salir a votar para hacer una copiosa votación.

*Falta moral grave, cuando se manipula a la persona, hiriendo su dignidad, tanto más cuando se especula con la pobreza o la ignorancia de la gente sencilla.

 

Mensaje de los obispos de Veracruz

Provincia eclesiástica de Xalapa

 

Seamos constructores de la paz y la democracia

En las elecciones de este 7 de julio de 2013

 

1. Los ciudadanos de Veracruz seremos protagonistas de una nueva jornada electoral el próximo 7 de Julio, en la que elegiremos a los presidentes municipales de los 212 ayuntamientos, así como a los 50 diputados que nos habrán de representar en el Congreso Local.

2. Con este motivo, los obispos de la Provincia de Xalapa, queremos como pastores invitar a todos los fieles católicos y a la sociedad en su conjunto, para que nos sumemos con madurez a este proceso democrático, luchemos contra las graves consecuencias del abstencionismo, y favorezcamos una copiosa participación en un clima de respeto, responsabilidad y paz social.

3. Una verdadera vida democrática no solamente se construye en tiempos electorales, sino en la diaria participación de los ciudadanos en la vida común, pero las elecciones ciertamente son cruciales para que se escojan las mejores opciones de convivencia y las autoridades cuenten con un consenso aceptable que le dé sustento a su labor a favor del bien común.

4. Como enseñaba el Beato Juan Pablo II: “La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica… Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana… Una auténtica democracia no es sólo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre, la asunción del «bien común» como fin y criterio regulador de la vida política.” 1

 

1 Juan Pablo II, Carta Encíclica. Centesimus annus, 46.

 

5. En los comicios estamos implicados muy diversos actores y todos debemos participar activamente. De los candidatos necesitamos plataformas claras y coherentes, así como un sincero respeto a los contendientes. De los partidos políticos, la sociedad espera que presenten sus mejores candidatos y eviten campañas costosas. De los órganos electorales, se exige transparencia e imparcialidad. De los medios de comunicación, verdad y equidad. De todos, emitir nuestro voto, respetar el proceso y colaborar con quienes resulten elegidos.

6. Como ya sabemos, el voto personal, libre, razonado y secreto es insustituible. Es un derecho y un deber moral de todo ciudadano. Por ello debemos fortalecer el voto de cada ciudadano, que no se compra ni se vende, ni se consigue a través de sobornos o amenazas. Todo lo que constituya una forma fraudulenta de obtener el voto, es un delito y constituye una falta moral grave, pues se manipula a la persona, hiriendo su dignidad, tanto más cuando se especula con la pobreza o la ignorancia de la gente sencilla.

7. En este sentido nos alienta la reciente ampliación o “adéndum” al Pacto por México, en el que varios partidos se comprometieron a exigir y garantizar la transparencia y libertad de los electores, a través de un blindaje del uso electoral que se pudiera dar a los programas sociales, así como la actuación oportuna y efectiva de las autoridades electorales, el recurso a comisiones plurales y observatorios ciudadanos que estarán vigilantes de que todo el proceso se desarrolle conforme lo preveen las leyes. En la medida que estos compromisos asumidos se hagan una realidad, se garantizará la legitimidad, así como la confianza de todos los votantes; se fortalecerá así nuestro sistema democrático y ganaremos todos.

8. Tocará a los electores discernir entre los candidatos cuál reúne el mejor perfil para el cargo al que es postulado, por ejemplo: su conocimiento de la historia y las reales necesidades del pueblo; la coherencia y honestidad en su trayectoria familiar y política; su capacidad de diálogo incluyente y su disposición a escuchar a todas las personas sin importar la extracción social o partidista; la honestidad y transparencia en el manejo de recursos económicos. Se espera que los candidatos sean personas promotoras de solidaridad y participación; de amor y defensa de los derechos humanos fundamentales: la vida, la libertad de expresión y la libertad religiosa.

9. La sociedad veracruzana merece vivir una democracia más auténtica y participativa. Anhela tener autoridades que garanticen el respeto irrestricto a los derechos humanos y tengan como prioridad el ejercicio de la justicia social; autoridades que hagan valer el estado de derecho y que se conduzcan siempre en la justicia, superando cualquier intento de corrupción; autoridades que sometan la delincuencia dentro de los cauces de la legalidad; políticos que se respeten a sí mismos y ganen la autoridad moral ante el pueblo, no sólo por haber salido vencedores en el escrutinio final de los votos, sino por ejercer sus funciones buscando primero y, ante todo, el bien común.

10. En el caso de los presidentes municipales, que en adelante serán elegidos para un período de cuatro años, es importante cuidar que los candidatos y los partidos eviten el juego sucio de los ataques o descalificaciones sin fundamento, que no corresponden a una democracia seria y madura, y que deja además heridas profundas, que pasada la contienda dificultan la convivencia social. Más bien, los candidatos deben distinguirse por propuestas claras, plataformas objetivas y realistas, cuyos compromisos estén en posibilidad de cumplir. Han de ser buenos administradores y evitar el endeudamiento excesivo.

11. Para colaborar en la recomposición del tejido social de nuestra patria, los Obispos de México hemos venido exhortando a fomentar sentimientos de paz en una sociedad tan frecuentemente encrispada. “Debemos aprender a serenar el mundo de los sentimientos, que acompañan nuestras opciones. En muchos ciudadanos y dirigentes políticos se alojan actitudes violentas como la demonización de quienes son considerados adversarios, la pasión por eliminarlos del escenario público, el resentimiento por los agravios y las agresiones padecidas y la desconfianza que aísla e impide el acercamiento y reconocimiento mutuo”.2

 

2 Exhortación Pastoral del Episcopado Mexicano: QUE EN CRISTO, NUESTRA PAZ, MÉXICO TENGA VIDA DIGNA, 200. (15 de febrero de 2010).

 

12. En cada uno de los municipios, la ciudadanía espera que tanto en los hogares, como en los ambientes de trabajo y espacios públicos se pueda vivir con seguridad y convivir en paz. Que en los entornos de las escuelas, campos deportivos, templos y plazas se garantice el cuidado por la salud y respeto a la vida de las familias, especialmente de las mujeres, los niños y jóvenes. Que las fuerzas del orden, confiablemente seleccionadas y capacitadas, puedan coordinarse para resguardar la seguridad y promover el respeto a los derechos de toda la población.

13. En el caso de los candidatos a las diputaciones del Congreso Local, a quienes tocará la delicada labor de elaborar leyes más justas y actualizadas, éstos deben dar a conocer con claridad sus convicciones y criterios personales o de partido, en torno a las posibles propuestas legislativas que esperan emprender. Sería un fuerte agravio a la democracia representativa, si los ciudadanos fuesen sorprendidos o traicionados por la actuación de sus representantes con leyes contrarias al sentir y a los valores del pueblo, como son: el derecho fundamental a la vida – desde su inicio hasta su término natural -, el valor de la familia y el matrimonio, la salud integral de la población, especialmente la de los jóvenes y niños; la impartición de la justicia y la protección al estado de derecho, la dignidad de los migrantes y la libertad religiosa. Todos estos temas y otros más son preocupación de los ciudadanos quienes tienen derecho a que se les informe claramente de las convicciones y proyectos de los diferentes candidatos, antes de decidir por quién habrán de votar.

14. Invitamos a los medios de comunicación a dar la información cierta y oportuna, en torno al proceso y a las diversas opciones de los electores.

15. Invitamos también a los candidatos de los diversos partidos, a dar a conocer sus propias plataformas a la ciudadanía y estar disponibles a ofrecer diálogos abiertos o debates públicos que se desarrollen en un ambiente sereno y con reglas que favorezcan la equidad, la claridad y el respeto entre todos los candidatos. Esto facilitaría en gran medida a los electores conocer mejor las propuestas y razonar su propio voto.

16. A nuestros hermanos sacerdotes les recordamos que nuestra mejor aportación a la democracia es haciendo conciencia en nuestros fieles de sus derechos y deberes ciudadanos. Como pastores, estamos llamados a ser factores de unidad y de comunión, de reconciliación y de paz, por lo que no es nuestro papel hablar en favor o en contra de ningún candidato o partido político en particular; hemos de respetar la libertad de los fieles laicos en sus opciones políticas, dentro de un pluralismo de partidos.

17. De hecho, ningún partido representa a la Iglesia, y los católicos pueden militar o dar su voto libremente al partido o al candidato que mejor responda a sus convicciones personales y las propuestas compatibles con la ley moral natural, los derechos humanos fundamentales y se encaminen al bien común de la sociedad.

18. Por esta razón, como ya lo hemos pedido en otras ocasiones, en las misas y actos propiamente religiosos, así como en los templos y anexos, se evitará todo aquello que pudiera ser o aparecer como apoyo a un determinado candidato o partido. Están prohibidas, por tanto, celebraciones para pedir el éxito de una campaña o dar gracias por el triunfo de un candidato particular. Sin embargo, una vez que las elecciones concluyan y las autoridades queden legítimamente constituidas, contarán con el apoyo y la oración de los fieles católicos.

19. Será importante respetar y acatar las decisiones del Instituto Electoral de Veracruz (IEV), del Tribunal Estatal y del Tribunal Federal Electoral (TRIFE), en su tarea de vigilar que los procesos electorales sean limpios, imparciales, transparentes y apegados a la ley, garantizando así la certeza y credibilidad del resultado de las elecciones.

20. Una vez calificadas las elecciones al final del proceso electoral, todos, candidatos y electores, debemos dejar atrás los apasionamientos y rivalidades de las campañas, comprendiendo con madurez que las elecciones son un proceso natural de competencia y selección, y disponiéndonos a colaborar con las nuevas autoridades en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

21. Hermanos y hermanas: Si todos buscamos el bien común y cumplimos con nuestro deber, todo el pueblo veracruzano habrá resultado ganador. Oremos a Dios: para que nos conceda vivir un proceso transparente y ordenado, acompañado de una gran participación. Para ello, invitamos a incluir esta intención en nuestros templos y capillas, durante las celebraciones eucarísticas, horas santas y rosarios comunitarios, durante el mes de junio previo a la elección. Sugerimos utilizar el formulario adjunto.

22. Secundando la exhortación que hizo el Papa Francisco a quienes ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, invitamos a todos a ser: “«custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.”3

 

3 Homilía del 19 de marzo de 2013 en el Inicio del Ministerio del Santo Padre Francisco.

 

23. Que María de Guadalupe nuestra Madre; San José, el custodio del Señor, y el querido obispo San Rafael Guízar, intercedan por nosotros.

 

Domingo 12 de mayo de 2013, Solemnidad de la Ascensión del Señor.

 

+ Juan Navarro Castellanos

Obispo de Tuxpan.

+ Hipólito Reyes Larios

Arzobispo de Xalapa.

+ Rutilo Muñoz Zamora

Obispo de Coatzacoalcos.

+ Jorge Carlos Patrón Wong

Obispo de Papantla.

+ José Trinidad Zapata Ortiz

Obispo de San Andrés Tuxtla.

+ Luis Felipe Gallardo Martín del Campo.

Obispo de Veracruz.

+ Eduardo Porfirio Patiño Leal

Obispo de Córdoba.

+ Marcelino Hernández Rodríguez

Obispo de Orizaba.

+ Lorenzo Cárdenas Aregullín

Obispo Emérito de Papantla.

+ Sergio Obeso Rivera

Arzobispo Emérito de Xalapa.

+ José Guadalupe Padilla Lozano.

Obispo Emérito de Veracruz.

 

 

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