Una extraña enfermedad congénita ha sido detectada en niños de la Sierra de Zongolica, resulta que aunque los menores cuentan con edades que van entre los seis y 12 años de edad, su aspecto sigue siendo el de un bebé.
Hasta el momento ni el propio secretario de salud, Pablo Anaya Rivera, ha dado una explicación del porqué de esta enfermedad que presumiblemente cobró ya su primera víctima hace apenas unos meses.
Los casos, revelados por la alcaldesa Lidia Irma Mezhua Campos, son una muestra más del abandono y discriminación que sufren los habitantes indígenas en la Sierra de Zongolica.
Todo ello, porque el niño Gerónimo San Miguel, enfermo de este extraño mal, vive atrás de una clínica IMSS Solidaridad, pero en sus seis años de vida no ha tenido una atención plena al respecto.
Otro caso que hasta ahora es el más impactante, es el de la menor Araceli Xochicale, paciente de nueve años de edad y con apariencia de un bebé de ocho meses, no mide más allá de los 80 centímetros, no habla ni camina.
Sus padres demandan una atención especializada al Gobierno del Estado, pues afirman que en toda su corta vida no ha pasado por especialistas debido a la falta de dinero.
Ayer, al encabezar una mesa de trabajo en el municipio de Zongolica, el secretario de salud, Pablo Anaya Rivera, evadió los cuestionamientos de los medios de comunicación en torno a esta rara enfermedad.
«No sé, no he leído los medios de comunicación, no me pregunten sobre noticias», dijo a los reporteros que le solicitaron un dictamen preliminar sobre el padecimiento.
Aunado a esta enfermedad, se contabilizan por lo menos otros 600 casos de personas discapacitadas, algunos de ellos encerrados en sus casas de por vida debido a la discriminación que sufren los niños especiales en esta zona, al considerarlos un castigo divino.
Es urgente que la presidenta del DIF Estatal, Karime Macías de Duarte, tome cartas en el asunto pues las familias dicen no poder más con la carga que genera el comprar leche y pañales, al parecer de por vida.
E consulta Veracruz
Editorial
