El próximo 4 de febrero el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inaugurará la autopista Oaxaca-Puerto Escondido, y al terminar quedará abierta a los usuarios.
La tan anhelada autopista que conectará a la ciudad de Oaxaca con Puerto Escondido y reducirá el tiempo de viaje de 6 a 2 horas y medía.
La carretera Barranca Larga-Ventanilla, una de las dos “carreteras imposibles” de Oaxaca, y de las más esperadas en el sureste del país, funcionará de manera gratuita durante lo que resta al gobierno federal en curso, de acuerdo con José Luis Chida Pardo, director general del Centro de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en Oaxaca, ya que a pesar de que tendrá dos casetas, una al inicio y otra al final, que serán operadas por Banobras, “por instrucción del presidente López Obrador no se cobrará nada el primer año, para hacerle promoción y que sea más atractiva para la gente”.
El proyecto tardó en hacerse realidad por una combinación entre problemas financieros de las primeras constructoras, conflictos con los vecinos de la ruta y complejidades técnicas.
En total, para poder sortear la sierra de Oaxaca, se construyeron 10 puentes, tres viaductos, tres túneles y 114 estructuras de cruce, con una inversión de 10,670 millones de pesos, de los cuales, de acuerdo con Chida Pardo, el 90% fue ejercido por el gobierno en curso.
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