Por Inés García Nieto
La comunidad “Pastoría” del municipio de Chicontepec, llora la muerte del sacerdote Santos Sánchez Hernández, asesinado la madrugada del martes 22 de febrero, en el curato de la parroquia San José Mecapala, Puebla, en la zona sur-poniente de la Diócesis de Tuxpan.
Con la presencia de una veintena de sacerdotes de blanca túnica procedentes de varios municipios de la huasteca veracruzana, familiares, amigos y humildes feligreses se resistían a creer que ese hombre que amaba la vida, estuviera inerme en ataúd.de madera En la misa de cuerpo presente realizada en el rústico auditorio de techo de lámina, el obispo de la Diócesis de Tuxpan, Juan Navarro Castellanos evocó la promesa de la resurrección y pidió a los ahí reunidos, orar para que Dios traiga paz y resignación a la familia del sacerdote Santos Sánchez, y las autoridades de Puebla investiguen con prontitud y honestidad este primer caso de violencia extrema en contra de un siervo católico.
El cuerpo sin vida fue acompañado por sus hermanos de nombre Benito, Macario y Moisés, colocados en los extremos del ataúd, mientras que las personas que los acompañaban los rodeaban paradas vela y flores en mano, pues la hora del sepelio estaba cerca ya a las 4 de la tarde.
El agente municipal de “Pastoría”, Benedicto Vite Cristóbal, lo recuerda como un hombre sencillo y llevadero con todos, y duda que las autoridades judiciales esclarezcan el asesinato de este sacerdote que junto con sus hermanos y sobrinos era parte de los 800 habitantes de la comunidad, quienes en su mayoría se dedican a la ganadería en pequeño, la citricultura y la siembra de maíz.
Integrante de la banda de viento de “Pastoría”, Benedicto Vite relata que el cuerpo del sacerdote amigo fue recibido con la melodía El Canario”, en la cual dice en náhuatl: “Vamos todos con la virgen, pidámosle la protección, vamos en su manto”.
Desde el martes por la mañana, una vez que los habitantes de la comunidad se enteraron por la radio del asesinato del huasteco nacido el 29 de agosto de 1967 en Potrero del Llano, empezaron llegar al templo católico de la comunidad , así como a visitar a los familiares del sacerdote; una vez confirmada la tragedia, empezaron a traer flores, a mover enormes canastos de carrizo, encender velas y veladoras, para recibir el cuerpo y velarlo con la presencia de toda la comunidad, como una noche de fiesta, pero en este caso hubo llanto en lugar de alegría.
Una vez que el obispo Juan Navarro concluyó la misa de cuerpo presente cerca de las 4 de la tarde, feligreses de comunidades cercanas hacían fila para dar el pésame al padre del sacerdote Santos Sánchez, al señor Diego Miguel Sánchez, así como a sus hermanos Macario, Benito y Moisés, mientras que sus hermanas Rosa y Francisca daban rienda suelta a su dolor a través de las lágrimas.
Rosa, consolada por amistades recién llegadas para acompañar a su familia al camposanto, y asistida por su hijo adolescente quien le pone una silla para que ella descanse unos momentos, aprovecha para decir conteniendo el llanto:
Yo espero que se investigue este terrible delito, porque mi hermano no merecía lo que le hicieron, mi hermano era muy querido, tanto aquí como en Mecapala donde trabajaba. Todos estamos dolidos, indignados…espero que las autoridades hagan justicia.
Entre velas y flores, entre personas que van y vienen y una melodía que impide hablar y escuchar, uno de los hermanos del sacerdote Santos se resiste a hablar y entre saludo y saludo a los feligreses que no dejan de llegar al auditorio ubicado al entrar a la comunidad, dice con los signos del dolor en la voz:
Mi hermano era una persona común, estuvo con nosotros el viernes pasado, convivimos y siempre platicábamos del trabajo de la vida…decía que la vida era una bendición de Dios, eso es lo que les puedo decir, pero por desgracia perdió la vida en la propia parroquia a la que llegó en junio pasado.
Este es parte del comunicado emitido por la Diócesis de Tuxpan el martes 22 de febrero:
“En la comunidad parroquial de Mecapala de estado de Puebla, comunidad de aproximadamente 5 mil habitantes, este martes fue encontrado muerto en la casa parroquial el presbítero Santos Sánchez Hernández…
Todo parece señalar que alguien se introdujo a la casa parroquial, tal vez a robar, y al ser descubierto atacó al padre, posiblemente con un machete, provocándole fuertes heridas, que a la postre lo llevaron a la muerte.
El padre Santos llegó como párroco a Mecalapa el 24 de junio de 2010. Tenía 43 años de edad y en abril cumpliría 12 años de ordenado.
Hace años fue párroco de Zontecomatlán, después fue al Universidad Pontifica de México -2007-2009-, donde estudió la licenciatura en Derecho Canónico, posteriormente trabajó como vicario parroquial, poco más de un año, en Tamiahua, Veracruz, para pasar luego a Mecapala, y terminar el 22 de febrero, su peregrinar por este mundo.
Los invitamos a que se unan en oración con la Diócesis de Tuxpan, pidiendo al Señor conceda al pare Santos el descanso eterno, así como consuelo y esperanza a sus familiares y a la comunidad Diocesana.”
Juan Navarro Castellanos, Obispo de la Diócesis de Tuxpan, Veracruz.
Editorial
Siento un profundo pesar en mi corazón al saber que alguien amado ya no esta aquí contigo, Santos, amigo mío,siempre acordándote de mi familia, después de haberte conocido, solo puedo decir que nos enseñaste amor y a ser felices. Se que estás con dios padre y nos cuidas, te llevaré siempre en mi corazón.
fmm