Por Arcelia Guaderrama/TV Azteca
Una condena de 10 años y 6 meses de prisión fue la sentencia que la juez determinó para quien fue hallado como responsable de los delitos de crueldad y maltrato contra animalesdomésticos que derivaron en la muerte de los perritos Athos y Tango, así como las lesiones del lomito Balam, perros rescatistas, que fueron envenenados el 13 de junio de 2021 en Querétaro.
Además fue acreedor a una sanción económica que asciende a mil 200 unidades de medida y actualización, denominadas, umas, equivalente a 115 mil 464 pesos y la reparación del daño por más de 2.3 millones de pesos.
El juicio por maltrato animal
Luego de cuatro días en los que la parte demandante presentó a más de 30 testigos, el juicio se reanudó esta semana para dar parte al fallo definitivo que la juez dictó al medio día de este martes, en la sesión realizada en las salas de audiencia penal, ubicadas en San José el Alto, en Querétaro donde la autoridad enfatizó en la crueldad extrema que se aplicó a los animales al utilizar una sustancia tóxica que les generó mucho daño.
Condenan a sujeto que asesinó a perritos Athos y Tango.
Édgar Martínez, dueño y entrenador de Athos y Tango, manifestó sentir tranquilidad con la resolución y aseguró que trabajará para brindar a la sociedad más perros de rescate y apoyo: “Estamos tranquilos creo que esa es la palabra, tranquilidad. Creo que todo recae en sentar un precedente. Para mi personalmente cierra un ciclo y me da una paz una tranquilidad”.
Con esta sentencia se sienta un precedente en los casos de maltrato y crueldad animal que hasta esta fecha solo eran llevados ante una autoridad civil, situación que fue celebrada por organizaciones de rescate animal presentes al exterior de las salas de audiencia penal.
Al concluir el juicio, las abogadas de las víctimas aclararon que se desconocen las razones por las cuáles el acusado pudo haber realizado las acciones por las que se le impuso dicha sanción, puesto que se apegó al derecho de permanecer sin emitir declaración durante todo el juicio.
«Él se acogió a este derecho de guardar silencio y entonces no podemos saber o estimar o suponer una razón que haya tenido”, explicó la abogada Mónica Huerta.