Por Gerardo Perea
La música de los tradicionales organilleros se escuchó este día por las principales calles de Tuxpan.
Aunque se pudiera pensar que el organillo es mexicano, su origen es Alemán, llegando a nuestro país en el siglo XIX.
El característico sonido de este instrumento poco a poco se va extinguiendo, ya que el oficio de organillero subsiste de las propinas, que cada día son menos.
Para poder tocarlo se necesita destreza, es importante que el movimiento a la manivela sea constante y a la velocidad adecuada, dependiendo de la canción.
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