Notimex
En Veracruz tuvo lugar la primera rebelión de esclavos durante el periodo de la Colonia española y fue encabezada por un hombre africano llamado Yanga, quien tras 30 años de lucha logró la fundación del pueblo San Lorenzo de los Negros, hoy municipio de Yanga.
En el periodo conocido también como Virreinato (1521- 1810), fue común que los conquistadores arribaran a territorio nacional con esclavos africanos por el puerto de Veracruz, que en esa época fue autorizado para el intercambio comercial con Europa.
En entrevista con Notimex, el edil de esta localidad, Gerson Morales Villanos, señaló que aunque se dice que Yanga procedía de la Guinea (alguna vez perteneciente al Imperio de Ghana), no se conoce exactamente su originen.
Refirió que por el año 1570 el virrey Luis de Velasco II autorizó la compra de esclavos africanos a los portugueses, quienes ingresaron al continente por el puerto que hoy es conocido como Tuxpan, Veracruz, para que trabajaran en las haciendas.
«En ese mismo año llega Yanga, más o menos de 15 años de edad, pero a la zona de Orizaba, no se establece en este lugar donde se ubica el municipio actualmente», mencionó.
Afirmó que Nyanga como también era conocido, logra escapar a los 20 años de edad de la hacienda la Providencia, debido a la opresión que ejercían sobre él sus amos.
«Huyó juntó con él esclavos africanos, indígenas, españoles y prófugos de la justicia que más tarde construyeron una pequeña colonia libre en las montañas en los márgenes del Río Blanco y la sierra de Zongolica», explicó.
Añadió que el grupo rebelde sobrevivió por más de 30 años dedicado a la captura de caravanas que traían a Veracruz oro, plata y alimentos, por lo que durante años el gobierno colonial trató de someterlos para retomar el control del territorio.
Esto provocó un enfrentamiento que dejó graves pérdidas en ambas partes el 21 de febrero de 1609, el entonces virrey llamó a un general llamado Pedro González para darle ordenarle la pacificación de esa zona, debido a los constantes asaltos de la gente de Yanga, dijo.
Morales Villanos precisó que el general se estableció en Puebla y formó un ejército de 600 hombres de origen español, indígena y mulato que pelearon contra los hombres del Yanga, pero no hubo un ganador claro, precisó.
Pese a lo ocurrido, en 1609 la Corona Española se vio obligada a pactar con el líder de los cimarrones (africanos fugitivos) que lo acompañaban, como única vía para poner fin a los asaltos en los caminos y evitar así las fugas de esclavos de las haciendas de la región.
Expuso que los términos del líder rebelde fueron aceptados con la condición adicional de que sólo un clérigo franciscano podría atender a los miembros del distrito, y que a la familia de Yanga se le concedería el derecho de gobernar.
«Tras una serie de enfrentamientos y negociaciones con la corona española, el 10 de agosto de 1609 le fue otorgada la libertad a los esclavos africanos traídos a la fuerza que habitaban esta zona», destacó.
Puntualizó que los ex esclavos se establecieron en un lugar conocido como Las Palmillas, al ir creciendo la comunidad exigieron un terreno más grande, que les sería concedido por el Virrey de la Nueva España Rodrigo Osorio Márquez de Cerralvo.
Esto ocurrió el 3 de octubre de 1631, donde se reconoció el primer pueblo libre del continente americano, llamado El pueblo Libre de San Lorenzo de los Negros.
El alcalde subrayó que se le conoce como el primer pueblo de América porque se trató del primer movimiento con éxito que se suscitó en la América Colonial que consiguió su libertad y que además fue avalado por las autoridades de esa época.
«Vivieron con derechos muy similares a los de españoles peninsulares; contaban con propiedades, caballos, de hecho tenían su propia reina, leyes y gobernante: Yanga era el jefe del pueblo», agregó.
Expresó que el 5 de noviembre de 1932, la legislatura de esta entidad expidió el decreto en el cual se le denomina a la comunidad de San Lorenzo de Cerralvo el nombre de Yanga, vocablo que la lengua africana significa «príncipe», esclavo negro hijo del rey de la Tribu Yang-Bara.
Actualmente esta localidad forma parte de los 212 municipios que componen al estado de Veracruz, y se ubica en la zona central de la entidad.
Morales Villanos indicó que en la Plazuela del Yanga, en la cabecera municipal se encuentra un monumento fabricado de bronce en su honor llamado «El Yanga», que mide alrededor de seis metros y pesa casi una tonelada.
La estatua, en la que se le observa al fundador de la localidad empuñando un machete con la mano derecha y con la izquierda sosteniendo una caña, se colocó en los años 70 del siglo pasado por órdenes el gobernador Rafael Hernández Ochoa, a petición de un grupo de ciudadanos yanguenses, dijo.
En todo el territorio nacional es la única estatua erigida hacia un africano, por lo que cinco décadas después de la independencia mexicana Yanga fue nombrado héroe de México gracias a la labor de Vicente Riva Palacio, nieto del presidente mexicano afrodescendiente, Vicente Guerrero.
En ese sentido, mencionó que el 10 de agosto se realiza el festival de Yanga o el Carnaval de la Negritud, el cual se empezó a celebrar en 1976, y en el que los carros alegóricos, así como las comparsas tratan de emular la victoria de los cimarrones africanos sobre los españoles.
El alcalde de Yanga señaló que la localidad será la sede permanente del Festival Afrocaribeño, que tiene una duración de cinco días y que este 2015 se festejarán los 406 años de la fundación del pueblo.
Por otra parte, informó que en la cabecera municipal se encuentran muy pocos afrodescendientes, pero el mayor número donde se concentran es en Mataclara y El Mirador, lugares donde se conservan un poco más las tradiciones y el color de la piel.
El alcalde de Yanga refirió que según el censo de 2010 de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en este municipio existen aproximadamente mil 500 personas que se declaran y reconocen como afrodescendientes.
Sin embargo, apuntó que tal vez existen muchos más pero no lo externan debido a la discriminación que aún existe hacia este segmento de la población, además de que no son reconocidos como cualquier otro grupo étnico.
De acuerdo con el portal de internet del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en México se les llama coloquialmente a las personas afromexicanas: negro, prieto, mulato, moreno y mascogo.
Ante esta situación, el organismo realiza desde el 25 de febrero del presente año una campaña denominada «Soy afro, me reconozco y cuento», que busca el reconocimiento de la aportación histórica, económica y cultural de las personas afrodescendientes en México, así como respetar y promover sus derechos humanos.