Por Rafael Paz/Gaceta UNAM
“Existe evidencia suficiente de que la combinación de las vacunas es segura. En algunos países se hicieron estudios clínicos específicos y en otros se ha evaluado en condiciones de uso, en la vida real, y en todos los casos se ve que no aumenta el número o la intensidad de los eventos adversos”, señaló Mauricio Rodríguez, Vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM.
“Incluso, podría ser benéfico para el sistema inmune el hecho de aplicar una dosis de refuerzo diferente a la vacuna con la que se hizo la vacunación inicial. Es una estrategia que también se usa en vacunas que se ponen en la infancia y posteriores que se combinan sin ningún problema”, añadió.
El especialista subrayó que el refuerzo de vacuna es necesario para los mayores de 60 años porque “su estado de salud natural hace que su sistema inmune se debilite un poco, porque, después de los 60 años, la respuesta inmune a las infecciones y, por lo tanto, la respuesta inmune a las vacunas no dura en calidad y cantidad igual que en los menores de dicho grupo de edad”.
La Secretaría de Salud anunció el inicio del plan de refuerzo de vacunación contra COVID-19 para ciudadanos mayores de 60 años en los estados de Chiapas, Ciudad de México, Jalisco, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán. A este grupo se les aplicará “sólo una dosis de AstraZeneca, sin importar el biológico que hayan recibido con anterioridad”, se destacó en el comunicado.
“El refuerzo de inmunización para personas adultas mayores a nivel nacional se aplicará a quienes completaron el esquema antes de junio de 2021. No se requiere registro previo y sólo se deberá presentar identificación oficial. Cada entidad federativa definirá los lugares y fechas de vacunación”, especificó la dependencia.
La dosis de refuerzo tiene como objetivo estimular el sistema inmune para evitar que los ciudadanos no tengan fallas en su respuesta. Asimismo, Rodríguez puntualizó que el refuerzo probablemente no se extienda a otros grupos de edad, sólo a otros mexicanos que tengan un sistema inmunológico comprometido:
“Las vacunas son todavía un bien limitado, no se pueden poner refuerzos de manera generalizada porque las vacunas no alcanzarían nunca para otros países que la necesitan. Estrictamente no es necesario poner refuerzos de forma generalizada. Muchos de los adultos y jóvenes sanos de la población no necesitan una dosis de refuerzo. Lo mejor es optimizar las vacunas, usarlas de manera inteligente y poder contribuir a equilibrar la distribución y la disponibilidad en otros lados”.
“Las dosis de refuerzo son lo más recomendado para las personas que tienen el sistema inmune débil, sea por alguna enfermedad o el resultado de algún tratamiento médico o quirúrgico. De hecho, por varios estudios publicados, sabemos que alrededor del 10% de las personas con inmunocompromiso no responden a las vacunas. Lo mejor es tratar de darles otra dosis para lograr una mejoría en la respuesta y que estén protegidos. Es importante hacerlo y es seguro, van a tener el beneficio de la protección”, añadió.
Plazos
El Vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM afirmó que es seguro para la población mayor a 60 años recibir una nueva dosis “al menos dos meses” después de la vacunación más reciente. Lo ideal, recalcó, son “cuatro meses, para que el refuerzo funcione mejor. Para fines administrativos del plan de vacunación, será seis meses después de la segunda dosis”.
Rodríguez recalcó que el refuerzo no disminuye su eficacia si los pacientes han sido vacunados recientemente contra la influenza estacional. Incluso, afirmó, “se puede poner de forma simultánea el mismo día y el mismo momento. Sólo debe ser en brazos diferentes y estar pendiente de los eventos adversos que se puedan presentar –como dolor de cabeza, fiebre, sensación de calosfríos, cansancio–, pero todo eso pasará en los primeros días y después tendrán protección”.
¿Protección contra nuevas variantes?
Aunque de momento no se cuenta con la información suficiente sobre cómo funcionarán las vacunas frente a futuras mutaciones del Sars-CoV-2, el especialista anotó que lo más probable es que las vacunas mantengan su eficacia como ha sucedido hasta el momento con variantes previas.
“Vamos en la variante Omicron, llevamos, cuando menos, Alfa, Beta, Gama, Delta, Lambda, Mú. Son muchas y no todas han sido importantes. La variante Delta ha sido la más estudiada, se ha visto que las vacunas estimulan la respuesta inmune y ésta sigue siendo buena contra las variantes, se reduce un poco pero no se elimina por completo la protección”.
“Es importante tener en mente que las vacunas previenen la enfermedad grave, la muerte y la hospitalización, no el contagio. Las personas vacunadas pueden contagiarse y contagiar a otras personas, por eso debemos usar el cubrebocas y otras medidas como la sana distancia, ventilación, higiene, evitar sitios concurridos, lugares cerrados sin cubrebocas, para eso se necesita”, añadió.
Precaución ante la época decembrina
Tanto los pacientes con refuerzo de vacuna, como aquellos que no lo recibirán, deben actuar con precaución en la próxima temporada de fiestas decembrinas y mantener dentro de lo posible las medidas de precaución que eviten el contagio.
“No es seguro reunirse para nadie, aunque obviamente se pueden reducir riesgos. Si se reúnen personas vacunadas, por ejemplo, o sólo personas sanas. Si las reuniones ocurren en lugares abiertos, ventilados y con las ventanas y puertas abiertas. Debemos mantener el uso del cubrebocas lo más posible y hacer pruebas en casos de sospecha de COVID-19”, recomendó.
“En el caso de infantes, lo ideal es que estén con su cubrebocas en lugares abiertos. Que no hagan actividades que impliquen estar cerca, intercambiar objetos o estar en un lugar cerrado, como jugar videojuegos y comiendo. Eso es de mucho riesgo”.
“El riesgo no se ha ido, es necesario estar al pendiente de lo que está pasando en Europa. Es un gran ejemplo de lo qué pasa cuando relajas las medidas, incluso en personas vacunadas. Definitivamente lo recomendable en esta época es administrar los riesgos, disminuir el número de contacto con personas de otras casas y la duración. No asistir a todas las fiestas y reuniones que se programen. Sólo escoger las más importantes para administrar el riesgo”, puntualizó.