México cuenta con 12 lugares espaciales, como el centro histórico de la propia capital, Zacatecas, Puebla, Morelia y Guanajuato
Google ha escogido España para la presentación mundial del World Wonders, las maravillas del mundo, por ser, junto con Francia e Italia, el país con un mayor número de monumentos y lugares históricos digitalizados. La iniciativa forma parte del Instituto Cultura de Google, una división de la empresa cuya dirección lleva el historiador e informático, Steve Crossan. El proyecto no aporta imágenes totalmente novedosas o nunca antes vistas, sino que le da un enfoque didáctico y añade contexto cultural para su mejor comprensión. World Wonders se estrena en seis idiomas: inglés, francés, español, italiano, japonés y hebreo.
En Google Street View, los mapas a pie de calle de Google, ya estaban. Es el caso de las ruinas de Pompeya o la catedral de Colonia, la diferencia reside en que el sitio creado permite consultar el contenido de los asociados al proyecto: la Unesco, la organización británica de fondo de monumentos y la agencia fotográfica Getty Images. En este caso se añaden, en el lateral derecho, vídeos de cada lugar que Google ha considerado interesante y fotografías de los propios visitantes que han etiquetado con Panoramio, un servicio creado en España y que posteriormente adquirió el gigante californiano.
El proceso de digitalización no ha sido diferente al que se sigue con Street View: mapas a pie de calle, que tantos quebraderos de cabeza legales le han dado. La diferencia respecto a las calles es el acceso a los monumentos. Luc Vincent, ingeniero director de Street View, celebra la evolución de la tecnología para guardar las imágenes de las calles. En 2006 empezaron con unas furgonetas, en 2007 y 2008 llegaron a los coches, con mejor cámara y un GPS más preciso. Considera que en 2010 se dio el gran paso con la cuarta generación, con un conjunto de 15 cámaras colocadas sobre los coches, simulando un balón de fútbol. Sin embargo, hasta que no llegaron las bicicletas no fue posible añadir lugares como Stonehenge. A medida que han mejorado la tecnología han conseguido tener la selva amazónica a un solo clic o los Alpes suizos.
El acceso, según Google, es el mayor impedimento para que la Alhambra de Granada no se encuentre entre los monumentos digitalizados, por encontrarse en un terreno todavía de difícil acceso para sus máquinas (las escaleras). Crossan anuncia que en el futuro habrá mochilas con capacidad de almacenar todas las imágenes, como ahora hacen las bicicletas. Conversando con el ingeniero surge otra opción, que los carritos, algo así como una torre cuadrada con un ordenador dentro de dos metros de altura, usado para almacenar, por ejemplo, el interior de la Casa Blanca, cambiasen su forma de moverse. En lugar de ruedas podría tener un mecanismo de oruga, como los carros de combate o algunas excavadoras para ir sobre terreno escarpado.
Llama la atención la escasa integración con Google+, su nuevo intento de red social. Solo se puede enviar el contenido al perfil de cada uno, pero no se aprovecha como una herramienta educativa, que los profesores pudieran usarlo para enseñar a los alumnos los lugares a modo de visita guiada.
Respecto a la elección de las World Wonders, faltan, por ejemplo, la Sagrada Familia de Barcelona o el madrileño Museo del Prado. Google argumenta que tampoco está el Louvre de París, pero que en su momento se le dedicó una web especial a la pinacoteca española. Sí que se encuentran en cambio los centros históricos de Mérida, Tarragona, Córdoba, Toledo, Cuenca, Salamanca, Ávila, Cáceres, Santiago de Compostela, Segovia, Lugo y San Cristóbal de la Laguna, doce maravillas españolas frente a las tres de Australia. En Estados Unidos abundan los parques nacionales y México cuenta con 12 lugares espaciales, no tanto monumentos, pero sí entornos que destacan en conjunto, como el centro histórico de la propia capital, Zacatecas, Puebla, Morelia y Guanajuato. Se echa en falta algo más de contenido de América Latina, donde solo aparece Brasil con el santuario de Congoñas y los centros históricos de Diamantia y Ouro Preto.
El criterio de Google a la hora de elegir los monumentos, que insiste en que es consensuado con los aliados en la iniciativa, no tiene que ver con la cantidad de visitantes o un estricto criterio por valor artístico, sino que depende de la “eficiencia”, de si se tiene a mano un equipo para digitalizar imágenes, o de las facilidades que den las autoridades. Google insiste en que esto es solo el comienzo y que pronto habrá más contenido de todo el mundo.
Asia, por ejemplo, no sale demasiado bien parada: hay gran cantidad de templos y lugares de Japón, así como el centro histórico de Jerusalén y Tel Aviv, pero nada más. Es lógico que no aparezca China, pero ni rastro de India o Vietnam. Y del continente africano, ni pestaña. En África no hay maravillas. En definitiva a las Google World Wonders le queda mucho trabajo por delante.
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